Exponer las moscas que un mosquero puede
llegar a utilizar durante toda una temporada de pesca puede ser tan extenso
como las gotas de rocío en una pradera al amanecer, es por eso que en esta
entrada solo están representadas las que con mayor frecuencia he atado al bajo
de línea.
Precisamente por eso, por estar utilizadas las moscas expuestas aparecen con taras y trazas de uso, empero no es mi intención
exponer montajes grandiosos ni fotografías retocadas por programas informáticos,
sino mostrároslas tal cual están en mis cajas que a buen seguro, es como las
llevamos la mayoría de los mosqueros, sin trampa ni cartón.
Muchas, son muchas las moscas empleadas pues
cifra asaz ha sido la de salidas mosqueras realizadas, sin embargo y aupándome en el
recuerdo (que no es un asidero fiable) concretare a grandes rasgos lo mas
utilizado que si bien tuvieron muchísimas variantes, la base es lo que cuenta,
luego el ingenio del montador es lo que no pone limite a la variación de los
patrones.
Me asombra y maravilla la gente que dice que
ellos con media docena de patrones de moscas pescan durante toda la temporada,
no es cuestión de dudar, probablemente esto podra ser posible si
exclusivamente pescamos el mismo lugar.
Desde luego yo no me encuentro entre esos
afortunados y año tras año el peso del chaleco de pesca abunda a base de
incluirle cajas y mas cajas repletas de moscas.
El comienzo de temporada fue en ríos de
montaña, aguas rápidas, roca, piedra y pizarras. Territorio "pardón"
que esta temporada fue fructífera y su imitación, junto con la auxiliadora
"marroncita" fueron los más utilizados.
Pero si hay que destacar una mosca en aquellos
momentos fue la abundante cantidad de "rabilargos" (género Ecdyonurus)
que pudimos disfrutar con grandiosos serenos de eclosiones masivas de estas
moscas.
En estos mismos escenarios pero ya con la
temporada más avanzada y aguas mas sosegadas llego el momento de emplear
imitaciones de insectos genero Tricóptero.
Y si bien es cierto que los patrones clásicos
no faltaron, también lo es que emplee con mayor frecuencia patrones de
emergencias o "volanderos" que me depararon grandes satisfacciones.
Moscas que provocan esas picadas groseras en
las truchas que incluso llegan a saltar por encima de las aguas para atrapar el
engaño que las mostramos.
Durante la temporada suelo esperar el momento
de eclosiones particulares de insectos para pescar con sus imitaciones. Uno de
estos momentos son las eclosiones de Pérlidos de hermoso tamaño en ríos de
montaña.
Es entonces cuando las truchas toman
imitaciones de estas mocas, moscas grandes que utilizaremos "rayando"
las aguas y provocaran picadas furibundas.
Pero probablemente la eclosión que los
mosqueros esperamos ansiosos es la de esa mosca de junio que la denominamos de
mayo.
Rios calizos, orillas de juncos, aneas y ortigas.
Un cambio radical de los escenarios que hasta el momento con frecuencia pescábamos.
Por encima de otras eclosiones, las de moscas
de mayo (Dánicas/Vulgatas) e Isoperlas activaran el apetito de nuestras damas
de lunares.
Contrapelados comienzan los viajes más
alejados de nuestra morada, kilómetros y mas kilómetros de carreteras
trasegadas para llegar a aguas conocidas y añoradas.
Y el comienzo del baile de moscas y mas
moscas, pues es momento de pescar con pequeñas Efemerellas, Ignitas que dicen
quien generaliza (yo lo hacía) y que el tiempo me hizo ser más prudente pues existe
Drunellas, Tornellas, y mas y mas moscas amparadas en los Efemerélidos.
Y aquí la "Gallita" tiene su momento
y su lugar sin otro patrón que llegue a la efectividad de ella.
Fases de emergencias de pequeñas efémeras
obtuvieron también buenos resultados.
Llega el estío, altas temperaturas y el
canto de las cigarras que embotan la cabeza del mosquero que osa pescar tablas
de aguas totalmente paradas y transparentes, de locos, es de locos.
Pero mosquero y cordura es algo que no asocia
bien. Es momento de emplear esos modelos abstractos, donde la alocada imaginación
tiene su espacio adecuado y en definitiva es cuando empleamos esos señuelos de
foam que tanto nos asombran.
Reposamos lo más caluroso del día y esperamos
ilusionados la puesta del sol, el atardecer y sus serenos para adentrarnos en
las tablas hasta que el tiro del vader nos dice basta.
Para los atardeceres moscas de emergencias
sumergidas, sustentadas por penachos y para el final de la jornada, si la
suerte nos acompaña una imitación de esas hadas nocturnas que no son sino
Ephorones (virgos)y Oligoneuriellas (olegarias).
Septiembre y octubre son jornadas de pesca en
el rio padre en exclusiva. De tentar lobas de rio y de tratar de conseguir lo
imposible que no es sino engañar a tan avezadas truchas.
Esta temporada la "Gallica" y la
"Marroncita" con algunos toques de cosecha propia han sido dos de los
montajes que mejor me funcionaron.
A buen seguro todos aquellos que pescamos esa
primera quincena de octubre el rio Tajo no nos ha dejado indiferentes y quien más
quien menos ha tenido oportunidades de conseguir lo ansiado.
Pues caídas de hormigas de ala y eclosiones
abundantes de dípteros provocaron jornadas satisfactorias.
No son todas las que fueron, pero si una
pequeña muestra de lo empleado con óptimos resultados. Moscas utilizadas por un
grupo de amigos y compañeros mosqueros con los que compartí una temporada de
pesca que por motivos variados jamás olvidare.
LasmoscasdePaco.
Gracias Paco por tus generosos comentarios, y tus bonitos montajes...siempre compartiendo...espero conocerte por la orilla del rio...un saludo. Miguel Angel Alonso.
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