De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Nunca seras un buen pescador......

NUNCA SERAS UN BUEN PESCADOR


Son épocas de veda en la pesca de la trucha, pero esto no quiere decir que los pulsos del corazón no latan al compás endemoniado de este veneno que es la pesca con mosca.

Momento es de zurcir y recomponer equipo y material, de gestiones de cotos para próximas salidas de pesca, de estudiar mapas y planos, de llenar los huecos surgidos en nuestras cajas de moscas con modelos que nos dieron resultados y con nuevos modelos aconsejados por amigos.
También oportunidad para recuerdos, de buscar en el baúl de la memoria algunas de las sensaciones, sentimientos y sucesos que, por un avatar determinado quedaron impresos en la tarjeta de memoria de nuestro cerebro.




Y así, sentado frente al torno acompañado de mi amigo Jack Daniel’s y mientras añado al anzuelo cuatro plumas por aquí y una montonera de pelos por allá los recuerdos me embargan y me llevan a rememorar lances de pesca ocurridos……



Fue un día de finales de primavera, pescando un bello rio de la sierra norte de Guadalajara y cuando aún el rio mantenía un buen caudal de agua.

Disfrutaba de la compañía de dos buenos pescadores amigos, habiendo decidido acompañar a uno por la mañana y al otro por la tarde.



El comienzo de la jornada había sido bastante generoso en cuanto a capturas y, a media mañana ya llevaba más de media docena de truchas apresadas.



No recuerdo el momento exacto, pero se produjo la transformación, ahora me preocupaba mucho mas el posar suavemente la mosca en un lugar que en si me subiría una trucha a por ella, es más, no me agradaría que la bonita danza de mi mosca en las corrientes entre las piedras fuera truncada por la brutal cebada de una trucha, lograr posar la mosca pegada a la orilla contraria, a la sombra producida por una salguera y que bajara entre sus ramas sin engancharse a ellas prestaba toda mi atención.

Un mirlo acuático ascendió volando por el rio, se poso sobre una roca y se sumergió en las aguas, es curioso como al salir estira y encoje su cuerpo haciendo de su blanca pechera un punto de observación.



Me senté en una piedra que sobresalía del agua en medio de la corriente, observando el precioso paraje que me rodeaba, el vuelo en círculos allá en lo alto del cielo de los buitres, la montaña pizarrosa cayendo a pico sobre el rio, las ninfas de pérlido ascendiendo sobre la roca en que me encontraba sentado.



Viendo como tras emerger del agua se placaban a la roca y lentamente ocurría una asombrosa transformación, de ella surgía otro insecto, esta vez alado que tras ascender por la roca trepa por la salguera y expone su cuerpo al sol. No puedo sino hacerle unas fotografías.



Observo también a mi compañero al que veo subir por el rio realizando cortos y precisos lances sobre la corriente, veo como una trucha se ceba a su mosca y como clava rápida y efectivamente, como la trucha chapotea entre la corriente y termina presa en las manos de mi compañero que, tras desanzuelarla la devuelve a las aguas.

Mi compañero me mira sonriendo y me dice….
-Nunca serás un buen pescador, te entretienes con cualquier cosa-















miércoles, 2 de diciembre de 2009

Quedada Mosquera en el rio Misterioso

EXCURSION AL RIO MISTERIOSO

El miércoles 17 de junio del 2009 un grupo de amigos y compañeros han quedado para disfrutar de una jornada de pesca en el rio Misterioso previendo por las fechas encontrar una buena eclosión de Efémeras Dánicas. Los participantes de la jornada, todos miembros de APCR. Nacho, Víctor, Fernando, su hijo Fernando, Jesús, Rafa y Paco.



Sobre las 14 horas estábamos en el rio, con un calor asfixiante, menos mal que en la zona del “campamento comanche” hay buena sombra.




Rápidamente sacamos los trastos de acampada, mesas, sillas, cocina, ajuar, etc. y, mientras la comida va calentándose descorchamos un barril
de 5 l. de cerveza bien fresquita.



Gracias a la colaboración inestimable de la mujer de uno de los participes, tenemos para comer una olla enterita de patatas guisadas con albóndigas, almejas y almendras de la que todos con buen apetito damos buena cuenta.




La sobremesa la alargamos un poquito pues hace muchísimo calor y es una locura ponerse a pescar en esos momentos. Durante la tertulia se pasean cajas de moscas y probamos diversos materiales de pesca, las líneas de seda artesana, la cañita de 6 pies, esa “Winston” que regalan al comprar un gorra, etc.



Para hacerla más amena tomamos unos chupitos de “orujo del pescador” y un buen café.




Como el tramo a pescar no es muy grande nos dividimos el rio por zonas. El rio no baja mal de agua y tiene un caudal aceptable para la época en que estamos, pero la maleza (lirios, juncos, espadañas, ortigas) se comen el rio casi casi hasta asfixiarle y, desde luego, volviendo la pesca en él muy técnica, con lances muy precisos.








Lo primero que observamos son unos bandos de barbos jugueteando a la salida de pequeñas pozas que, hacen caso omiso a las moscas secas que les presentamos y también a las ninfas con que alguno trata de atraerlos.





Ya metidos en la selva-rio vamos lanzando nuestras moscas en las pequeñas regueras o en la vena principal del rio que, en esta zona en muchos puntos no tiene apenas metro y medio de anchura.



Pese a la eclosión de algunas Efémeras olivas, de Ecdyonúridos rosados, Plecópteros y Tricópteros, no se observan cebadas en el rio y a la mayoría de nosotros en esta primera parte de la jornada se les niegan las capturas.



El atardecer nos acoge y, con él una magnifica y abundante eclosión de Isoperlas Grammaticas. El rio bulle de estos plecópteros amarillos (recordáis el montaje que hizo Lasmoscasdepaco en la última mesa de montaje, pues este es el momento de utilizarlo).



Observamos más de una ceba de trucha a estos insectos, además apreciamos que no son cebadas a insectos en superficie, sino que tras seguir la ascensión del insecto por las aguas, estas los toman ya casi en la superficie. Es en estos momentos de actividad donde más de uno de los asistentes redondea la jornada y aproxima las capturas a la cifra de la media docena, cifra que otros ya sobrepasaron con anterioridad.



Sobre las 22 horas vamos reuniéndonos en el campamento, todos más secos que una pasa y el dueño del auto donde hemos dejado la bebida llega el último, con lo que se lleva más de un aplauso y “felicitación”.



Reponemos fuerzas y líquidos, vamos agotando el barril de cerveza y otras bebidas fresquitas y alargamos la jornada con charlas hasta muy entrada la noche, luego a más de uno la mujer nos obsequiara con aplausos por llegar a las horas que llegamos a casa.
Como siempre digo, el placer de la pesca no se encuentra en las capturas obtenidas, sino en el disfrute del rio, de la naturaleza, de la compañía de buenos amigos y de un sinfín de sensaciones, incluido ese cansancio físico placentero al final de la jornada. Y, viendo las caras de mis acompañantes os puedo asegurar que todos hemos disfrutado muchísimo de esta jornada de pesca que, en principio fue en busca de las Efémeras Dánicas y en su ausencia se troco en la de las Isoperlas Grammaticas



Al día siguiente a la reunión son varios los que me llaman comentándome lo mucho que le gusto la jornada y, a ser posible poder repetirla en fechas próximas… todo se andará y todo se comentara…

Para finalizar daros las gracias a todos los que acudisteis a la jornada de pesca, por vuestra asistencia, por compartir lances, comida y sensaciones a la vera del rio. Lo dicho muchas gracias a todos.