De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

miércoles, 27 de junio de 2018

PESCA EN LA SIERRA DE MADRID


          En los últimos días del mes de junio del 2018  disfrutamos una jornada de pesca en uno de los más emblemáticos cotos de pesca de la provincia de Madrid, el coto de Rascafría en el rio Lozoya.



Año difícil para la pesca en éste rio, al ser abundante de aguas y lluvias el rio ha bajado con aguas fuertes y frías, muy complicado de pescar a mosca, ítem mas de pescar a mosca seca.



A tres semanas del cierre de la temporada en Madrid visitamos el coto y pasamos una bonita jornada de pesca en este fantástico rio.




Poco que añadir, porque la figura principal es el cortometraje que os ofrezco y no quisiera poner ni un ápice de sombra sobre él.



Sobran palabras, dicen que una imagen vale más que mil palabras y si es así pretendo ahorrarme muchos miles de palabras.



Espero que disfrutéis de éste humilde cortometraje.


                                       LasmoscasdePaco.  


sábado, 16 de junio de 2018

TIERRAS SORIANAS...


          Así a botepronto más de un quinquenio que no posaba moscas por el rio Ucero, y parece que fue ayer.


  Ocurre que conseguir una plaza en el coto de Ucero o en Sotos en buena fecha ítem mas que los avatares no trastoquen la visita es un premio que no he conseguido obtener.


Luego los tramos libres pescarlos en fin de semana es acudir a una romería y si a todo lo anterior añadimos distancia y ya poca costumbre resultado final es no haberlo pescado durante tanto tiempo.

Había que enmendarlo y en brevedad y en cuanto hubo ocasión caminito de tierras por mejor decir de aguas Sorianas.

-Soria pura, Soria dura. Cabeza de Extremadura-, que escribió el poeta.



Algo ha cambiado en el tramo libre que suelo pescar de éste rio.

Como mejora aunque hay zonas de algas y ovas hay mucha agua libre de ellas y se puede pescar muy bien.



Como empeorado se nota que al rio lo han tocado, trastocado por mejor decir con maquinaria y la draga ha hecho y deshecho el cauce del rio. 

Una preciosa tabla justo debajo del puente donde pescar a cebada vista los atardeceres era pura gloria literalmente ha desaparecido, no queda sino un ancho estero pedregal.



Al llegar al tramo escogido se estaba cambiando de atuendo un hombre, con buenas palabras y buen talante y dejándole escoger pues había llegado primero nos repartimos las aguas y con el fin de poder pescar durante toda la jornada alargue la caminata por la senda de la orilla para pescar zonas que nunca había pescado.


Lo cierto es que había corrientes, tablas y pozas muy interesantes.

Con el hándicap de aguas altas por las lluvias que junto a fondos lodosos y orillas poco accesibles cuanto menos complicaban bastante la pesca, más, qué es esto para aguerrido guerrero veterano.



Y así fue como accedimos a tramos donde las truchas se cebaban y nosotros íbamos engañándolas con nuestras moscas, no en demasía pero si a un tran tran satisfactorio.

Ocurrió que la osadía troca en imprudencia y toco salir de una tabla por la corriente de cabecera, corriente de aguas profundas. 

La sensatez aconsejaba dar media vuelta y salir por donde entramos aunque fuese muy aguas abajo, pero la orilla salvable esta allí mismo, acaso media docena de pasos agarrándote a los juncos con el agua a limite de vader.



Mi compañero por delante hace aguas y yo le tengo que sujetar por el cinturón para que la corriente no le arrastre, ya empapado consigo auparle y sube a la orilla.

Yo trato de avanzar esa media docena de pasos, la corriente me lo impide, aun voy seco, de puntillas a paso de procesión asido a los juncos voy remontando. 



Mi compañero me ofrece la mano en el mismo momento que una pierna se me acalambra y hundida en el fango no consigo moverla, el resultado es que voy al agua de cara, el agua entra por dentro del vader y la corriente no me revuelca gracias a que mi compañero me tiene asido.

Al final, a duras penas y totalmente empapado consigo salir de las aguas y el susto torna en risas.

No queda ahí la cosa, en la orilla un charco de ranas fangoso y tras ello una selva de maraña de arboleda que nos costó un triunfo superar.


Tras la peripecia y calados hasta los huesos el pescar no es cómodo, aun así insistimos un buen rato consiguiendo alguna nueva captura lanzando sobre las cebadas que observábamos.

Al final la tiritera por el frio obliga a dar por finalizada la jornada de pesca, salir al camino y llegar al auto donde desprendernos de mojadura y humedad y vestirnos con hábitos secos.



Normalmente estos avatares no son sino pequeños sustos que todos hemos sufrido, pero también han ocurrido finales mas gravosos con lo que os recomiendo que en el rio midáis muy mucho los pasos a dar y ésta cabeza loca que tengo os aconseja que ninguna captura merece cambiar una grata jornada de pesca en un suceso trágico.


El rio Ucero pese a todo me deja buenas sensaciones, mi impresión es que tiene una buena población de truchas y si las lluvias lo permiten volveré a pescarlo en época de Dánicas en espera de conseguir capturar algunas de sus bellas truchas con imitaciones de May Fly.


                                 LasmoscasdePaco.