De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

Páginas

Competición NO..... Gracias.

domingo, 30 de junio de 2013

KIKIRIKIIIII… PARAISO MOSQUERO… QUE YA NO LO ES…

          -Paco, vamos a echar una tarde al Gallo, te vienes?-

Como decir que no, ante una propuesta de uno de mis maestros, ¡¡ Al fin del mundo!!.


clip_image002


Hablar del rio Gallo en el tramo de Cuevas Labradas hasta la temporada pasada era hablar de la pesca a mosca, de un enclave mosquero a más decir donde muchos y muy buenos mosqueros lucharon por conseguirlo y por mantenerlo. 

Al día de hoy no es así y cual Jerusalén para los cristianos se perdió por lo “políticamente correcto”… pero esto son otros lodos que en esta ocasión evitare.


clip_image004


Al llegar al rio nos dividimos, mi maestro se quedo con su nuevo alumno y a mí, cual lebrel, soltaron traílla en un tramo de rio para pescarlo en solitario.


clip_image006


Escogí un tramo de largas tablas interseccionadas por escasas corrientes, tramos como éstos dieron fama al escenario donde me encuentro, donde todos soñamos con las famosas eclosiones de Ignitas y con uno de esos serenos, escasos pero inolvidables.

Me decante por un montaje de emergente de efémera que aquí me funciona estupendamente y que no defraudo mis esperanzas en absoluto.


clip_image008


No paso mucho tiempo tras posicionarme en las aguas cuando observe la primera cebada, en la orilla contraria y literalmente pegada a los lirios de la orilla, no conozco ningún otro lugar donde las truchas estén tan pegadas a las orillas.

Un lance justo, medido, casi diría que perfecto, pegado a los lirios y un metro por encima de la cebada observada, y al llegar al lugar oportuno una tomada mínima, sutil. 

Clavo con certeza y la trucha al sentirse prendida salta sobre las aguas, tras ello busca el perdedero de las ovas, de meterse bajo ellas y enredar el bajo. 

Mas se de sus ardides y con la línea tensa controlo su huida, no la dejo meterse bajo las ovas, la acerco con firmeza y la encesto en la sacadera. Rápida fotografía y de nuevo devuelta a su hábitat.


clip_image010


Sigo ascendiendo por la tabla, despacio, lento, parándome y observando el entorno. 

Y así voy descubriendo cebadas prácticamente igual a la comentada, cebadas sutiles pegadas a las orillas, a veces también observo a las truchas posicionadas bajo las ovas, ovas que cual cola de caballo ondulan por mor de las corrientes de agua y que dejan asomar a la trucha posicionada bajo ella.


clip_image012


La pesca se vuelve placida, serena, tranquila y fructífera, la suma de las capturas se eleva rápidamente. 

Hace tiempo me he fundido con el rio en un todo común que es el rio, las truchas, la pesca a mosca y el mosquero y una sensación de gozo, de placer inunda todo mi ser.

Del rio que fluye en el monte Olimpo me saca el primer trueno, y tras él las primeras gotas de lluvia. 

La tormenta se me echa encima tal y como pronosticaban, grandes goterones de lluvia explotan en el cauce del rio provocando burbujas de aire y haciendo imposible observar la mosca posada en las aguas entre ellas.


clip_image014


Los truenos se vuelven frecuentes, varear una caña de grafito bajo una tormenta no es lo más aconsejable. 

La prudencia me aconseja salir de las aguas, dejar la caña bajo un pino y resguardarme bajo otro, la locura mosquera me dice que espere, que pronto pasara.

Me cubro con un poncho plástico que porto para estos momentos, me pego a la orilla y estático espero a que pase la tormenta. No tuve que esperar mucho quince minutos que pasaron raudos.

Se espaciaron los goterones de lluvia y comenzaron las cebadas y Cuevas Labradas hizo cierto el dicho de paraíso mosquero.


clip_image016


Perdí la cuenta de las capturas, a decir verdad ni le di importancia. 

Mi mente se concentraba en el suave fluir del lance, en la delicada posada, en la perfecta deriva, el brusco ataque de la trucha a la mosca presentada no era sino el lógico final de cada acto donde no podía haber otro final.


clip_image018


Tan solo desperté del sueño al toparme con una poza profunda, de aguas invadeables que me obligo a salir de las aguas y pisar tierra seca, en dicho momento baje a la realidad terrenal. 

Note el cansancio físico, la necesidad de beber e hidratarme, el refrescarme con las aguas del rio y es que en un sinsentir habían pasado más de seis horas de pesca continua, sin parar, sin dejar de lanzar y sin dejar de capturar preciosas truchas en una especie de estado tántrico que dirían unos o flipado que dirían otros.


clip_image020


Tras un descanso subí a a la pista forestal y me encamine en busca de mis compañeros rio arriba.

Me encontré a Nacho pescando en solitario.


-Nacho, que tal?-

-Bien he tenido varias subidas y he cogido tres truchas-

-Ven, vente conmigo, vamos rio arriba a un tramo que me gusta mucho-


clip_image022


Llegamos al tramo elegido, un tramo de aguas más bien profundas flanqueado de mucha maleza, un tramo donde en ocasiones obtuve capturas de truchas señeras.


-Venga, pesca aquí, posiciónate, no te muevas y pesca tranquilo. Sobre todo posa la mosca pegada a las orillas-


Y fue así como consiguió que varias truchas se cebaran a su mosca ofrecida quedando parigual en capturas efectivas y falladas.

Ya con poca luz llegamos a la cabecera de una poza profunda, invadeable.


-Ojo, Nacho. Que aquí puede salir algo muy bueno-


Lanza a la cabecera de entrada, en aguas corrientes y profundas, pegada a la orilla. La mosca deriva un buen tramo y justo donde las corrientes aplacan una fulgurante picada engulle la mosca.

Nacho clava, la línea se tensa, la caña se comba y el puntal obligado por el poderío de la trucha genuflexa hacia las aguas.

clip_image024

Segundos, fueron segundos intensos. 

Y tan bruscamente como sucedió la picada sucedió la rotura del bajo de línea, la caña buscando rauda la rectitud, la línea laxa y la faz de Nacho mostrando el asombro del resultado de la contienda.

-Es la pesca, Nacho. No siempre se gana-


-Ya. Pero que putada- 


Salimos del rio, emprendimos la marcha en busca de nuestro compañero y maestro comentando los lances vividos, aun con el resquemor de la gran trucha no capturada.

Al llegar al auto el Rocker nos espera.


-Que, qué tal se ha dado?-


-Alguna he cogido- Comenta Nacho


-Docenita y media- Respondo yo.


clip_image026


Mientras comentamos momentos vividos nos cambiamos de ropa y tomamos una frugal cena acompañada de fresca bebida que aleja el cansancio de la jornada de pesca.

La vuelta a casa en el auto es una continua charla, de bromas, de risas, de piques.

Mas a mi no se me va de la cabeza la jornada vivida, el estado flipante que me hizo vivir en el paraíso mosquero.

Rio Gallo, Cuevas Labradas. Paraíso mosquero que fue… y que ya no lo es… o si.


clip_image028


En recuerdo a aquellos grandes mosqueros que en su momento lucharon por conseguir un tramo de aguas libres, sin muerte y solo de pesca a mosca. 

Ellos, que fueron más grandes, más listos, más sensatos es posible que os perdonen. 

Yo que soy mucho más imperfecto, no puedo.



                    LasmoscasdePaco.

jueves, 27 de junio de 2013

SACANDO UNA ESPINITA CLAVADA…


          Data pasada disfrutamos una jornada de pesca en el rio de las Xanas.

Tras repartirnos por el rio Álvaro y yo nos quedamos en un tramo y Juanma y Nacho fueron a un tramo superior.

Al reunirnos después de la jornada de pesca Nacho me decía que habían pescado un tramo muy duro, con un rio alto de aguas apenas ofrecía oportunidad de realizar lances cómodos y todo había sido lances rodados y de recursos.

Sinceramente, fue una espinita que se me clavo, pues yo pretendía mostrarle lo que es el rio de las Xanas, un rio duro pero precioso. Y el que no hubiera podido disfrutar plenamente de él me dejaba con un punto de insatisfacción.


image


No tuvo que pasar mucho, apenas una decena de días para volver al rio de las Xanas, en esta ocasión Nacho y yo solos y mostrarle otro tramo donde poder lanzar con mayor comodidad (nunca fácil) y así sacarme la espinita que se me había clavado.

Si bien es cierto que el rio presentaba una bajada de nivel de aguas respecto a la última jornada esto no volvía ni fácil ni cómodo el trasegar por el rio sino todo lo contrario, el mosquero se vuelve osado, se adentra en las aguas y los tropezones y resbalones suceden con mayor frecuencia.


image


Nacho Lozoyero con el Pardón y yo con el Rabilargo conseguíamos capturas de truchas con una frecuencia más que notoria, pescando cada zona, cada rincón, cada postura que el rio ofrecía.


image


-Nacho, que en éste rio hay que pescar las “izquierdas”-

Ya no me extraño que el ”vado de la risa” no nos diera apenas capturas, al saber que en dicha zona se ha establecido una pareja de nutrias y lo tengan como territorio de caza, donde además de capturar cangrejos no hacen ascos a los ciprinidos y truchas que allí habitan.


image


En general el tamaño de las truchas más bien pequeño (palmo y medio), aunque hubo alguna de mayor tamaño que quiso probar nuestras moscas, incluso alguna de ellas se saco, pero desde luego pescar con un bajo por debajo del dieciséis y más en tablas con profundidad es opositar a que las truchas mayores rompan y nos quedemos sin ver las Xanas que aquí moran.


image


Pese a ello las corrientes son zonas de mayor diversión y si aun tienen buen caudal tampoco es extraño el capturar truchas de tamañas. 

Cada rabión, cada socavado, cada postura es ideal para lanzar nuestras moscas y que la trucha se aboque a ellas.


image


Quizás como lance y anécdota curiosa fue la captura de una buena trucha, Nacho pescando por delante se había olvidado de pescar “las izquierdas” y en ésa zona observe que tras unas sargas y matojos entraba una corriente de agua y provocaba una “piscinita” entre el sol y sombra de la maleza de la orilla. Me acerque con sigilo, zonas así no te permiten errar el lance, pues normalmente el lance valido es el primer lance.

Un lance cercano, casi casi de punta, dejando posar el Rabilargo en la corriente de cabecera para que llegara grácil y saltimbanqui a la piscinita.


image


Nada más hacerlo una trucha tomo la mosca, clave con firmeza y al hacerlo la caña se arqueo más de lo esperado por mor de los arreones de la trucha, trucha tamaña de un par de palmos que ofrecía una buena lucha en tan corto escenario.

Había que darla pocas concesiones, pues el perdedero es fácil, yerbas, sargas, escapatoria corriente arriba, si la dejaba salir del pequeño enclave la trucha escaparía, un bajo del 18 “pelo rana” jugaba a mi favor y pude dominar los arreones y enredarla en la sacadora. 

Tras la captura de tan bella Xana, desanzuelo, quise hacerla una rápida fotografía, pero dio un par de rabotazos y como no me gusta para nada asirlas con fuerza, la trucha escapo de mis manos antes de lograr fotografiarla


image


Aun hubo lances, bonitos lances y, he de decir que si yo haciendo de guía y por lo tanto pescando en menor medida consegui pasar de la “docenita y media”, Nacho Lozoyero supero con creces la cifra en una jornada donde los lances (ahora si) eran variados, largos, cortos, de punta, de izquierdas, rodados, a la remanguillé. 

Un precioso escenario donde realizar multitud de lances.

El cenit de la jornada llego en una tabla muy querenciosa para mí que, con gusto le ofrecí a Nacho. Allí consiguió varias capturas.

-Truchuelas, todo truchuelas- 

La entrada de la tabla está formada por una pequeña poza con buenas corrientes de cabecera.


image


-Ojo, Nacho, que aquí alguna puede dar la sorpresa-

Un bonito lance, justo a la orilla contraria, donde la corriente lame la roca de la orilla y la mosca baja rebrincando a un dedo de la roca. 

Allí se produce la picada, rauda, franca, notoria.

Nacho clava con firmeza, la caña se arquea y las alarmas se encienden.

Eleva el brazo para tensar el hilo y comenzar la lucha. 

Pero la trucha es tamaña y no está por la labor, tan sencillo como pegar un fuerte y brusco tirón para partir el hilo de araña que la une al pescador y escapar del pescador.

Nacho me mira.

-Has visto???-

-Si, que hilo llevas?-

-Un catorce-

-Nunca aprenderás-


image


No dio más de si la jornada… o si, aun quedaba el comentar muchas, muchísimas de las anécdotas vividas que, a buen seguro quedaran archivadas en la memoria mosquera. 

Lances a comentar en épocas de veda en compañía de buenos mosqueros. 

Tan buenos como lo es Nacho Lozoyero.


image



               LasmoscasdePaco

sábado, 22 de junio de 2013

EL RIO DE LAS XANAS ABRE SUS PUERTAS…

          Duras jornadas han acaecido ésta temporada en el rio de las Xanas. 
Un rio de aguas altas y recias que vendía caras las capturas y no regalaba absolutamente nada.
Empero no ha tenido que pasar ni una semana de buen tiempo para que pequeños tributarios y el rio propio bajaran el nivel de las aguas y con ello el rio torna otro cariz, una cara amable, un rio lleno de posturas de pesca.
No, no se hace fácil trasegar por el rio, pues en la misma medida que el rio se abre, el mosquero se vuelve osado, se adentra en el cauce para pescar posturas antaño imposibles, con ello los resbalones, los traspiés, los deslizamientos son casi continuos.


clip_image002


Al llegar al “vado de la risa” Juanma y yo partimos peras. Mientras él optaba por proseguir bajando por el rio yo decidí que tenía tramo más que suficiente para hacer una pesca en solitario.
Quizás no tan en solitario, pues unos ojos observaban mis quehaceres por el rio. El buitre, allá en lo alto del risco estuvo bien pendiente de mis movimientos. 


clip_image004


La primera anécdota acaeció en el mismo “vado de la risa” un tramo de aguas movidas con infinidad de posturas donde contra natura no conseguía captura alguna.
Según estaba observando el rio vi como algo grisáceo bajaba por el rio, al llegar apenas a tres metros de mi emergió una cabeza con unos ojillos negros que me observaron entre asustados y sorpresivos.
La nutria asustada y casi chocándose conmigo dio media vuelta sumergiéndose en las aguas dando un coletazo que por la proximidad golpeo en mis piernas.
Dos pescadores en el mismo tramo no conjugan bien, la nutria me aventaja de todas todas. Yo pesco por placer y ella además de por placer pesca por alimento.
Salí de las aguas y la deje el tramo para su solaz tranquilidad.


clip_image006


De nuevo en el rio, el tramo ofrecía mil posturas donde ir posando la mosca, en este caso un hermoso Pardón montado en un 10 que además de pescador es comodísimo de ver su desplazamiento por las aguas


clip_image008


Y el Pardón no tarda en demostrar su efectividad, y pequeñas truchuelas se lanzan raudas en pos de él y consigo una buena cifra de capturas en poco tiempo.


clip_image010


La siguiente anécdota se produce en una profunda poza donde cuesta mucho obtener alguna captura.
Tras un rato observando las aguas veo como en medio de la poza, casi en su cabecera, en el final de las corrientes de entrada se produce una ceba clarísima.
Realizo un rodado más bien largo pues me encuentro rodeado de sargas, al tercer rodado la trucha toma la mosca y yo clavo con seguridad.
Noto diferencia en la lucha, son aguas profundas y la trucha tiene espacio para la lid, busca aguas profundas, cabecea, sensaciones diferentes a la captura en regueros. 
Al final la trucha llega a la sacadera y tras una rápida fotografía es devuelta a las aguas.


clip_image012


Ya por la tarde llega Juanma y como queda mucho tramo de rio por pescar decidimos hacerlo al alimón, bien esperando turno, bien separándonos y pescando tramos próximos. La pesca es placida y, en la mayoría de los casos pescamos a cebada vista que aumenta el disfrute si cabe.


clip_image014


Llego a una tabla de aguas lentas donde observo varias cebadas interesantes. La primera, la próxima al final de la tabla y cercana a mí la afronto con presteza.
El lance es cómodo y disfruto alargándolo más de lo habitual

-Paco, que tienes la costumbre de pescar mas lejos de lo necesario- Que me dice mi maestro.

Y fue al primer lance donde la trucha tomo mi mosca y yo consegui capturarla.


clip_image016


El ojo avizor de pescador con algo de experiencia no deja de observar el tramo.
De fijarse mas allá de la roca que parte y estrecha el cauce. De unas cebadas con frecuencia continúa que se me hacen interesantísimas.
Me aproximo con sigilo a la roca, a su amparo observo las cebadas. 
Dos grandes piedras sumergidas y entre ellas medio metro de espacio donde la trucha se acomoda y asciende para tomar glotona las moscas que derivan por la corriente.
Un reto, no difícil pero tampoco sencillo. Tras de mi tengo una sarga donde poder enganchar.
La dificultad estriba en un lance algo alejado, una vez solventado y con la mosca posando por la corriente derivando a la zona donde la trucha se ceba glotona todo es más sencillo. El Pardón es tomado franco y yo clavo con presteza y seguridad.


clip_image018


Una preciosa Xana que colma y rotundiza el disfrute del lance, de las cosas bien realizadas, de los pasos bien afrontados. 
Aproximación, observación, lance, posada, deriva, clavado y tras todo ello devolución de tan preciado pez.
Vuelvo a la compañía de mi compañero, a ver sus quehaceres, a disfrutar de sus lances y de sus capturas, a observar cómo afronta las posturas y como las pesca, a aprender, siempre a aprender.


clip_image020


Me embargan cúmulos de sensaciones. 
El cansancio en las piernas por vadear un rio durísimo, el cansancio en los hombros de portar todo el día un pesado chaleco, el trasiego de todo un día pescando. 
Mayores son otras sensaciones, El disfrutar con el rio, el conectar con él y sentirte parte integra del mismo. 
El disfrute del lance y de posar moscas secas por el rio, las sensaciones de la captura de un buen numero de truchas

-Docenita y media-


clip_image022


La pesca a mosca, siempre la pesca a mosca. 
Disfrutándola en soledad y en compañía de grandes amigos mosqueros que saben y comprenden por disfrutarlo parigual de todas esas sensaciones que me inundan y que, sinceramente, no sé si consigo expresarlas en mis relatos.



                    LasmoscasdePaco.

miércoles, 19 de junio de 2013

AGUAS ALTAS… RIO BRAVO …

          Con el tiempo metido en lluvias, aún mayor en las serranías, los ríos no bajan de caudal un ápice. 

Y con éstas nos encontramos cursos de aguas pletóricos. Al menos las temperaturas son primaverales y esto provoca eclosiones de insectos.

Y como no puede ser de otra manera, cuatro enamorados de la pesca a mosca nos encaminamos a la serranía, a probar suerte en el rio de las Xanas


clip_image002


-Paco, que no haces más que nombrar el rio de mi pueblo-

Que me comento hace muy poco un buen mosquero.

El rio, alto pero pescable. Sin posturas definidas pero insinuando donde poder posar moscas y atrapar truchas. Con ese punto de dificultad que vuelve reto su pesca y valorar asaz si cabe la captura de las bravas pintonas.

Nos dividimos el tramo por parejas y mientras Uncas y Lozoyero pescaban el tramo superior, yo me quede junto con Álvaro próximo al auto. Mi idea, pescar zonas concretas en vez de pescar todo el rio, resultado de conocer el escenario de pesca.


clip_image004

-Paco. Nos dejaste el tramo más duro. Apenas se podía lanzar, todo eran lances de punta, rodados, de recurso. ¡¡Que tramo más duro!!- 

Me decía Lozoyero al final de la jornada y me dejaba un tanto apesadumbrado, al punto que pocos días más tarde volví con él al rio para sacarme el resquemor… pero amigos, ésa es otra historia que ya relatare…


clip_image006


Acompañado de Álvaro comenzamos a pescar una tabla de aguas rizadas muy querenciosa donde suelo conseguir capturas con frecuencia. 

Empero como ya comente el rio de hoy es un rio diferente.

Las aguas altas tapan y modifican posturas y donde otrora se capturaban las truchas en la cabecera de las tablas, en aguas oxigenadas, en el presente toda la tabla es estupenda para pescar y la captura de una bella Xana puede ocurrir en cualquier punto de la misma.


clip_image008


De tal manera que la pesca se vuelve lenta, realizando una veintena de lances en cada postura. 

Pesca placida podría decirse si no fuera por la dureza del rio, por su cauce de lecho pedregoso y resbaloso que torna duro y difícil avanzar por el mismo.

Las truchas, en general de tamaño comedido van tomando la mosca que las ofrecemos. Moscas de tamaño generoso. Hermosos pardones que toman con fruición


clip_image010


Pescamos juntos, en un “ahora tu luego yo”, sin ambición ni ansias.

Disfrutando tanto del lance propio como del ajeno, incluso a veces haciendo ahínco en ofrecer el lance al compañero.

Pesca grata, pesca a mosca, pesca pura. 

No como aquella otra que nos meten por los ojos hasta la saciedad donde lo que prima es conseguir más capturas que el compañero.

-Que NO, que estáis equivocados. Que aquello no es pescar a mosca y que aquesto si lo es-


clip_image012


Álvaro, pesca despacio el tramo. Sin olvidarse de las “izquierdas” como tantas y tantas veces repito a quienes me acompañan por estos lares.

Dejando derivar las moscas en los blandos pegados a las corrientes…


clip_image014


Y las truchas en buena medida toman la mosca que las ofrece. Siendo apresadas por el engaño artero, tras la captura devuelta de nuevo a las aguas procurando tratarlas con el mayor mimo y respeto


clip_image016


No demasiadas capturas, tampoco escasas. Una cifra óptima para salir satisfecho y con un puntito de prurito, con ganas de repetir, de volver de nuevo.

A nuestros compañeros tampoco les va mal y buscando las truchas en lugares recónditos van consiguiendo capturarlas.


clip_image018


Seguimos ascendiendo por el rio, buscando pintonas por blandos y rinconcitos de aguas con menos tiro.

Lances muy técnicos, posadas breves para reincidir de nuevo. 

Es así como vamos consiguiendo capturar truchuelas que nos premian el esfuerzo en conseguirlas


clip_image020


-Álvaro. Vamos a terminar la jornada pescando el atardecer en la tabla de por encima del “vado Serengueti”-

Dicho y hecho nos encaminados a la larga y profunda tabla, en espera de que las truchas que allí habitan se ceben y lo hagan próximas al final de la tabla donde afinando en los lances consigamos posar nuestras moscas en su cercanía.


clip_image022


Las primeras se ceban justo encima del “vado Serengueti”, allí Álvaro da buena cuenta de ellas y pese al peligro de la caída en el rabión de aguas consigue capturar un par de truchas que se cebaban próximas.

Tras ello la cosa se vuelve complicada.

Meterse con cautela en la tabla tratando de aproximarse a las cebadas de las truchas, al menos a distancia de lance, que nunca es cómodo, que nunca es cercano, que nunca es sencillo… sino todo lo contrario


clip_image024


Tratando de afirmarse con mínima seguridad en un lecho de rio complicado. 

Rocas y piedras resbalosas que te obligan a estar en constante equilibrio y que dificultan si cabe la acción del lance…


clip_image026


Esperando la cebada de la trucha a distancia de lance. Cuando sucede todo se vuelve acción, acción mesurada, acción técnica.

Sacar línea, preparar el lance. Ejecutar dos o tres falsos lances surcando línea por los aires, dando velocidad para tras ello realizar un disparo, desplegar línea por delante de ti, soltar línea de la mano izquierda para que se deslice por las anillas “shooting” y vaya a posarse con precisión y delicadeza en el punto elegido.

Tras ello esperar en tensión, pendientes de la tomada de la trucha que, si todo ha sucedido como debe, suele ocurrir.


clip_image028


De nuevo movimiento, de nuevo acción. 

Clavar con certeza y seguridad, no en una acción rápida sino más bien constante, continua.

Y recoger línea con presteza, para que la misma no queda laxa y la esquiva trucha tenga oportunidad de zafarse el anzuelo aprehensor.

Y cuando las cosas se hacen bien, ciertamente acompañado de la fortuna pero además ejecutando bien la acción de pesca. 

El premio es la captura de una preciosa Xana con la que te sientes satisfecho por la buena labor ejecutada


clip_image030


Al volver la vista a la orilla veo a mis compañeros observando, disfrutando del lance ejecutado…


clip_image032


Lozoyero y Uncas en la orilla observando como Álvaro y yo mismo nos cedemos el lance y pescamos a cebada vista…


clip_image034


En la tabla del “vado Serengueti”. 

Quizás unas de las tablas más difíciles y técnicas de todo el rio, precisamente por eso mismo son tan valoradas las capturas de bellas Xanas en dicho escenario…


clip_image036


El día no da para más lances reales. 

Quedan los virtuales, quedan todos los comentarios de la jornada durante el trayecto de vuelta.. Con las piernas cansadas, incluso a veces doloridas por algún golpe o traspiés. 

Quedan todos los recuerdos y compartirlos con los compañeros que, saben bien de lances duros y difíciles en el rio de las Xanas por haberlos vivido en propias carnes.


clip_image008[1]


Y la pesca a mosca evoluciona de acción propia del rio a una tercera dimensión. 

Se mezclan relatos y recuerdos. Lances y amistades. Fatiga y placer. 

Y se forjan historias y anécdotas que cuajaran en el crisol del mosquero. 

Es entonces cuando la pesca a mosca se hace grande y grandes los mosqueros y grandes las sensaciones y grandes las amistades que, en muchas ocasiones son forjadas para toda la vida. 

Y cuando todo esto sucede y lo llegas a comprender es en ése mismo punto cuando te has convertido en un pescador a mosca, en un mosquero…..



               LasmoscasdePaco.