De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

viernes, 30 de septiembre de 2011

DESMANES EN EL RIO TAJUÑA…

          He recibido la denuncia de un atentado ecológico nuevamente en el rio Tajuña.
Pepehillo, buen amigo y ribereño de la zona me lo ha enviado y, tal como lo recibo lo cuelgo para su difusión.

Os pido que quien pueda, bien por contactos, bien por conocimientos, le informe y ayude a Pepehillo de que podría hacer.

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          Os escribo para enviaros unas fotografías de lo que yo considero un autentico atropello al medioambiente y creo que a más de una ley.

Mañana lo colgaré también en Conmosca. 

El caso es que el asunto viene de largo, y se conoce que como nunca se tomaron medidas, la cosa va a mayores.

Hace un par de años posteé en conmosca la situación de algunos vallados que impedían el acceso al rio Tajuña a su paso por la localidad de Carabaña.

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Después de aquello, estos fueron a más, por parte de otros propietarios.

Posteriormente vinieron desmanes mayores como anular acequias y desviar caces de riego. 

Bien, estos días he venido observando una valla sospechosa en la orilla del rio justo en la zona del cauce natural del rio en una parte que hace una isla y el otro lado es la salida del ladrón de un molino.  


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Esta mañana vi la valla retirada y me asomé viendo un espectáculo bochornoso.

Se ha construido un puente con tubos y zahorra para lo cual han arrasado un buen tramo de orilla. Pero... en la orilla de la isla se ha construido una escollera de bastantes metros rio abajo, y la excavadora estaba arrasando la orilla esta vez rio arriba y había dos sujetos arrancando plantas y lirios de agua para que no se atasquen los tubos imagino. (Por cierto se han salido del agua al verme).

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Quisiera que me comentaseis si alguno sabe responderme, si estas actuaciones son posibles o legales. 

Quisiera que me aconsejéis si es oportuno llamar a Seprona mañana o pasado o el lunes para que los pillen currando.

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Si podéis aconsejarme alguna web tipo "Ambientum" para mandarles información y solicitar ayuda... 

Para no extenderme mando las fotos y si he de comentar algo mas preguntadme.

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Muchas gracias y un saludo.

  Pd 

Pequeña "explicación":

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Imágenes 1 y2   el puente según nos vamos acercando y el camino "nuevo" a través de una tierra de cultivo.

Imagen 3   los tubos que forman el puente.

Imagen 4 vista de la escollera artificial. (Construida estos días) y su tamaño.

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Imagen 5  La excavadora en plena acción, y la comparación con la orilla genuina (tb en el mismo lado de la excavadora).

Imagen 6  Se aprecia mejor el puente y sus consecuencias.

Imagen 10. Vista del tramo desde el puente. Ese tramo no está aun afectado... no se si llegaran hasta alli. Pero esta a escasos 10 metros del destrozo y os dará idea de cómo era la semana pasada la zona del puentecito.

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imagen9  foto del vallado con el que empezaron estos desmanes. Se aprecian las piedras del puente Romano desde donde parte.

La proximidad al puente os da idea de la distancia al agua de la alambrada. (Tengo más fotos del vallado). 

Muchas gracias a todos por vuestra atención. 


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                           Pepehillo.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

DIPTEROS Y OTRAS MICROCOSITAS…

          Tiempo ha lleva rondándome hacer mención del montaje de pequeñas moscas (moscas secas).

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A fuer de ser sinceros habitualmente no pesco (ni monto) moscas tan contenidas de tamaño, principalmente porque mi vista no es la de antes, ni el rio ni frente al torno de montaje.

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Normalmente ya no veo parir el día metido en las aguas del rio pescando con“Caenis”ni fallecerle en un sereno echado a “Dípteros”. Y no lo hago no por comodidad, sino porque sencillamente en la mayoría de las ocasiones no veo el trascurrir de la mosca por las aguas ni me entero a tiempo de la cebada de las truchas a la misma.

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Por la misma razón, no monto moscas por debajo del 20 con frecuencia, no por la dificultad del montaje en sí mismo, sino por las taras propia de la falta de visión.

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Lo anterior no quiere decir que no pesque o monte dichas moscas, sino que no lo hago con regularidad o al menos con el hábito de antaño. No hace mucho estuve pescando al alimón con un par de amigos, Álvaro y Juan Manuel un ancho vado donde las truchas se cebaban sobre una multitud de dípteros eclosionando y mi imitación para la situación fue un Díptero en klinkhamer, poste en foam naranja, montado en un anzuelo del 24 y con el que conseguí engañar alguna pintona.

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Mi opinión es que no debemos saturar nuestras cajas de moscas con semejantes montajes, pero sí que debemos llevar un pequeño surtido de los mismos. Caenis, Dípteros, micro-tricos, efemerillas, hormigas y algún montaje “histórico” tipo red-tag no deberían faltarnos.

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Muchas veces he comentado que en la pesca, la presentación de la mosca es mucho más importante que la perfección en la imitación de la mosca y, esto se hace ley a la hora de pescar con montajes diminutos. 

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De nada nos valdrá pescar con una mosca montada en un anzuelo del 26 si utilizamos un terminal del bajo en un 14. Si hemos llegado a la conclusión de que necesitamos un montaje tan escueto, debemos asumir un terminal de las mismas características, yéndonos al 0.10 o mejor al 0.08.

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          LasmoscasdePaco.

domingo, 25 de septiembre de 2011

¡¡ POR FIN EL TAJO ME LO DIO !! ...

          Durante estos últimos tres años he pescado el Alto Tajo en variadas ocasiones, es más que probable que al menos una docena de veces por temporada rasando por lo bajo.

He disfrutado de jornadas de todo tipo, en soledad, con un compañero, con varios, días de mucho viento, de lluvia, tórridos de calor, zonas accesibles de llegar, otras inhóspitas, caídas, chapuzones y una cantidad enorme de anécdotas muchas de las cuales he relatado en éste mismo blog con mayor o menor maña.

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Siempre vuelvo contento del rio Tajo, porque las sensaciones que me embargan cuando en él pesco son suficientes como para colmar mis esperanzas.

-Ya, Paco. El mismo runrún de siempre, pero cuando has pillado una buena cantidad de truchas vienes que lo flipas-

-Pues si, como todo el mundo, lo uno no es excluyente de lo otro-

-Huy, como empieza este relato. Me da a mí que esquivas la noticia-

-No te preocupes, sigue por aquí que todo llegara.-

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Estuve disfrutando de un grato día de pesca en compañía de mi amigo Humberto, en un día soleado de mucho calor y con un rio Tajo de muy poco caudal.

El entorno de por sí ya merece la visita y es que, como comentaba Humberto,

-Paco, es que en este lugar tienes la sensación de que aquí aun no pesco nadie, que estamos descubriendo un paraíso de la pesca a mosca-

Esto nos animaba a pescar con entusiasmo tablas de aguas rizadas, chorros y corrientes con la sensación de que en cualquier momento podríamos clavar una trucha de gran tamaño.

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Mas la captura no llegaba y ante la demora Humberto opta por el tándem de seca ninfa, por aquello de si la trucha por lo que fuera no quiere subir. Y vuelve a cambiar por la ninfa ninfa a ver si con una bien pesada la paso pegadita al fondo.

Yo contagiado por los trueques realizo mis experimentos y voy cambiando patrones de moscas secas y estilos y modelos, así a una marroncita clásica con alitas en punta de pluma le sigue un olivita en paracaídas, una emergente con exuvia, la auxiliadora Royal, la emergente de trico, el trico de ciervo.

A la vez del cambio de patrones de moscas, cambiamos escenarios, el chorro fuerte, la tabla serena, las solapas socavadas, la orilla con carrizos, pozas profundas, raseras vadeos con agua a las pantorrillas o a la misma pechera.

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Tras ello, a las 19 horas encuentro a Humberto acuclillado en medio de rio en una zona de aguas escasas, derrotado y derrumbado.

-Paco, Vámonos al coche a comer algo y reponer fuerzas-


-Pues venga, vamos-

Mesa y silla de camping desplegadas en la orilla de rio. Mientras damos buena cuenta de la tortilla patatera y los filetes empanados nuestras miradas se dirigen a la tabla de aguas, en espera de descubrir la cebada de la trucha, mas es en vano.

Después de la comida y ante el panorama asolador y más de lo mismo de todo el día decidimos recoger y dar por terminada la jornada de pesca.

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-Jeje, o sea, que te apuntaste un rotundo BOLONCIO-


-Pues sí señor, no me comí un Saci. Me vine para casa con un hermosísimo Bolo-

Lo cierto es que la captura de media docena de alevines de trucha tamaño boquerón no cuenta, y la jornada termina con un monumental BOLO.

Que no quiere decir nada en general, que ni me anima ni me desanima ni, por supuesto, desmerece el buen día de pesca.

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Aunque bien cierto es que a nadie le apetece pasarse siete horas seguidas vareando el rio y no ver ni una pintona. Más aun, no haber tenido picadas falladas, rechaces o atisbar fugazmente la rápida huida de la trucha espantada. Tuvimos un día de esos de absoluto cerrojazo que nos hacen poner en duda hasta si sabemos algo de esto de buscar truchas mojando moscas.

Más serio me parece que el BOLO en el rio Tajo era una noticia anunciada. Que esta temporada me estaba costando muchísimo conseguir escasas capturas y, lo más preocupante que a los compañeros que por allí acudían les sucedía algo parecido en líneas generales. Por lo que, el BOLO tenía que caer antes o después, pero, que tras más de tres temporadas seguidas no haber sufrido ninguno tenga que cargar a cuestas con el primero y encima del rio Tajo es una espinita que se clava profunda y que, ahora ya en casa pergeñando estos renglones quiero sacármela cuanto antes con una nueva vuelta a las aguas de mi querido rio Tajo en espera de llevarme a las manos una de sus preciosas truchas.

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-Si señor, me comí el BOLO.-


          LasmoscasdePaco.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

VIDEOS…. LUGARES Y LANCES EN EL ALTO TAJO…

De nuevo os muestro algunos videos de los que con más pena que gloria soy capaz de realizar en mis jornadas de pesca.

En esta ocasión tienen en común el enclave, el maravilloso Alto Tajo.


El primero un “barrido panorámico” de un cañón del Alto Tajo, quizás en el podáis observar lo maravilloso del lugar y entonces comprendáis el porqué esta zona engancha.




El segundo un buen mosquero, Víctor capturando y devolviendo una trucha.



Si de buenos mosqueros hablamos no puedo sino mostrar este video de Jesús “Calambres”.



Humberto, pescando una cabecera profunda y con corriente. Enamorado del Alto Tajo.



Mario “SorbeyJarama” que sin remisión se ha vuelto “Tajo adicto”.


Edu, que en sus comienzos bisoños en el Alto Tajo acaparo una buena cantidad de bolos y en el presente acapara capturas de preciosas pintonas 



Juanma “Uncas” que un dia salio de la Sierra Norte y sus rios montañosos, pesco el rio Tajo y se quedo enganchado para siempre por estas aguas.


“LasmoscasdePaco” Tan solo un aprendiz mosquero, Tajo adicto hasta las trancas que sufre y disfruta de tan maravillosos parajes.


Por último una bonitas truchas del rio Tajo, en época pre-nupcial.

Finalizo viniéndome a la cabeza un buen puñado de nombres, buenos mosqueros, todos Tajo adictos, algunos los conozco desde mi época barbilampiña y otros ya mesando canas en las sienes.

Permitidme omitir nombres pues olvidar alguno seria pecado mortal. A todos vosotros, desde el más famoso al más anónimo, un entrañable saludo y buena pesca por el Alto Tajo.


          LasmoscasdePaco.

sábado, 17 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE, ¡¡QUE BUEN MES PARA LA PESCA!! …

          Una nueva tarde de pesca y un nuevo cambio de escenario. Tras varias salidas por el Alto Tajo, visitando bellos rincones pero echando en falta eclosiones de insectos y cebadas de truchas, en esta ocasión nos decantamos por un rio de la llanura manchega.

Lo primero a destacar fue el observar “vida”. Eclosiones de insectos, grandes tricos saliendo disparados de las aguas y efémeras pardo-olivas navegando por las mismas y elevándose en el aire.

Cuán diferente a las últimas salidas.

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Lo segundo nada más llegar a la orilla del rio, una tabla con un pozón, pude observar como una hermosa trucha salía de la rasera final de la tabla y se escondía en lo profundo de la poza. Esto ya hizo plantear la jornada de forma diferente. Eclosiones, truchas, lo suficiente como para pescar muy despacio, cosa que me encanta, en espera de observar cebadas de truchas, mucho más que prospectar el rio en zonas querenciosas.

La pesca así se vuelve tranquila y reposada. Nada de pasos difíciles saltando entre rocas, nada de vadeos por corrientes a un ínterin del chapuzón. La pesca se vuelve rececho, esperando cual garza el momento óptimo para lanzar la mosca justo delante de la cebada delatora.  
Es otra forma de observar el rio, de no perderse ni el detalle más nimio, las eclosiones, las corrientes, los insectos que caen al rio desde la frondosidad de las orillas, el vaivén de las sombras en el rio y como entre dicho vaivén descubres el sinuoso nadar de la trucha colocada a medias aguas pegada al socavado de las orillas.

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Y en ésas descubres la fugaz ceba de una trucha en un rabión, desenganchas la mosca de la anilla, la secas con la manga de la camisa, la aliñas con crema flotabilizadora. Estiras el bajo, sacas la línea fuera de la anilla de salida de la caña y das tres tirones sacando línea del carrete. Bien posicionado en el rio observas el entorno avisado para evitar las zonas de posibles enganches. Acompasas un par de falsos lances, quizás al mismo compas del fluir del agua, lanzas seguro y certero un par de metros aguas arriba de la cebada observada.

La mosca surca las aguas, bailotea sobre la encabritada corriente, entra en la “zona roja” y allí es tomada rauda por la trucha engañada, tirón corto, seco, suave, tensión constante, notando los arreones de la trucha en su vana huida, acercándola con firmeza hacia nuestra posición para terminar arropándola en la malla de la sacadora. Tras ello la observación de tan precioso pez, acaso la rápida fotografía y de nuevo la devolución a su hábitat, a las aguas del querido rio, en espera quien sabe, que la próxima temporada con medio palmo mas de tamaño volvamos a tener la oportunidad de disfrutar con su captura.

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Pescando así la tarde corre veloz y en éstas épocas aún más. He conseguido capturar tres preciosas pintonas y me apetece encontrar al compañero y observar sus quehaceres por el rio.
Le encuentro en el comienzo de una larga tabla de aguas serenas, flanqueado a ambos lados por un talud y tupida maleza, pegado a su orilla izquierda. Llego justo en el momento en que una trucha se ceba delante de él, a distancia de lance.

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Suave y certero lanzado, sutil posada, un par de “mendings” para evitar que la línea se meta en la corriente y tire de la mosca. Un trico sale disparado de las aguas surcando el aire. La trucha sube rauda atraída por la imitación de trico en pelo de ciervo diríase que se ha cebado a él, mi compañero realiza la acción de clavado, más en falso, la trucha en el último momento rechazó la imitación, quien sabe por qué y eludió el envite, la trampa artera que se la tendía. 

José se mira, alza las cejas en actitud de pregunta.

-¿Qué ha pasado? ¿Qué hice mal?-

Mi respuesta manos palmas arriba y encogimiento de hombros.

-Quien sabe, así es la pesca-



Pero no se ha dicho la última palabra, un par de pasos sigilosos aguas arriba, preparación y secado de la mosca y en actitud de sigilo se renueva el lance, se coloca perfecta la mosca gracias a un buen lance y mejor posado y no transcurre ni cinco segundos cuando la trucha se ceba de nuevo. Esta vez sí, esta vez clava la trucha y mantiene tensa la línea, incluso ayudándose para ello de la boca. La trucha chapotea en las aguas, brava trucha y brava lucha, más todo es inútil, la trucha es atraída sin remedio hacia el pescador. Justo en el momento en que va a ser apresada con un par de rabotazos consigue desasirse del anzuelo y escapar libre a las aguas que son su morada. Da lo mismo, el placer es el mismo que si la hubiéramos desclavado. La sensación, el placer de la captura ya quedo impreso cual matasellos en misiva. 

-Buena trucha José, felicidades-

-Gracias, venga vamos a subir despacio por la tabla que allá arriba se cebo otra.-



Y aún deparo dos truchas más la tabla, gracias al pescar sereno, reposado, camaleónico. 

La luz se ahoga en rápido anochecer y toca a su fin la jornada de pesca. Queda volver al auto, cambiarnos de ropa en la penumbra y reponer fuerzas con un sabroso bocata.Contar lances, recordar momentos y amigos, chanzas y lances de pesca. Aquello de buscar en el zurrón de sensaciones que llevamos repleto, sacar, exponer tal o cual suceso. O lo que es lo mismo, paladear despacio la pesca a mosca…

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            LasmoscasdePaco.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

MOSCAS PERFECCIONISTAS & MOSCAS ATRAYENTES?...

          No hace muchas fechas en un foro de internet un gran pescador abogaba por las imitaciones realistas en contra de las imitaciones de fantasía.
Y como quien suscribe respeta (y mucho) a los grandes pescadores y el personaje lo es. La cuestión me llevo a pensar en el porqué y no en el cómo. O lo que es lo mismo en el porqué tan buen pescador se decantaba por unas moscas realistas y porque yo termino inclinándome hacia moscas atrayentes (aparte la diferencia básica de que el personaje es un gran pescador y yo tan solo un aprendiz).

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Siguiendo con el tema no pude sino recordar los consejos de otro gran pescador que se inclinaba por moscas atrayentes, por moscas brillantes, por materiales etéreos en vez de definidos. Y ahora si tenía algo con lo que comparar sin ser yo uno de los protagonistas.

Creo y, cada vez estoy más convencido de ello que la diferencia estriba en el escenario de pesca y sus poblaciones trucheras o lo que es lo mismo, pescar truchas comiendo o recechar truchas por el rio.

Hay dos cosas claras. 

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Las truchas toman nuestras moscas por creer que son comida, en muchos de los casos por ser su comida habitual y más aun por ser la comida que están tomando en el momento.
Las truchas para tomar nuestras moscas necesitan identificarlas entre todo el maremágnum de su entorno acuático, acuático-subacuático y acuático-superficial.

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Hablemos de pescar truchas a mosca seca y dejemos aparte la pesca con ninfa, no por discriminar sino porque ante uno me encuentro mas cómodo que ante lo otro, tengo mayor experiencia pescando a seca que a ninfa.

Si pescamos un rio con una buena densidad de truchas y donde habitualmente las truchas se ceban sistemáticamente, la acción de pesca difiere mucho de un lugar con baja población donde la observación de una cebada es anécdota. Esto implica unas acciones de pesca totalmente diferentes y, muy probablemente también unos montajes de moscas diferentes, a saber.

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Si en tu acción de pesca observas una cantidad aceptable de cebadas, ves que tipo de insecto está tomando la trucha, derivado de ello buscas un montaje semejante al insecto en cuestión, está claro que aquí la mosca realista tiene su escenario idóneo al confundirse con una natural y, que una mosca un tanto estridente será ignorada en un alto porcentaje de oportunidades.

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La cosa cambia si en tu acción de pesca no ves cebadas, cosa que desgraciadamente cada vez es más frecuente en los ríos donde yo acudo.
Si además de no ver cebadas no ves eclosiones significativas de algún insecto difícilmente puedes poner una mosca que imite o realista, porque no sabes que imitar.
Es entonces cuando entran en juego las moscas atractoras o con un plus de poder atractor. Con un detalle justo que llame la atención a una trucha esquiva en su refugio y que no sea tan escandalosa como para que cuando la trucha acuda a tomarla no lo identifique como comida y rechace. Difícil equilibrio este que tenemos que calibrar con mucho cuidado.

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Y en este “si es no” entran en juego modificaciones en cuanto a materiales, ya sean de base o añadidas.

Un cuerpo en dubbing (algo poco nítido algo mas etéreo) puede asemejar la forma del dicho cuerpo al realizado en seda, pero una brinca de tinsel en un cuerpo de seda puede resultar muy “cantoso” mientras que en un cuerpo en dubbing puede aportar una llamada de atención sin resultar demasiado estridente.

Dos tiritas de tinsel bajo un tejadillo de un tricoptero pueden resultar un “punto brillante de atención” que atraiga a una trucha, evidentemente un tejadillo formado tan solo por tiras de tinsel podría ser demasiado escandaloso.

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-Entonces, Paco, con que nos quedamos?-

-Pues con ambas cosas y saberlas conjugar y utilizarlas en el momento idóneo-

-Ya, pero voy pescando por el rio con la Royal, sube una trucha, la rechaza y lo que hago es pasarle la Royal veinte veces-

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-Pues en ese momento quizás deberías plantearte cambiar a una mosca algo más realista-

-Yo, al revés, voy con la seca en cuerpo de seda y alitas en punta de pluma y no levanto ni una trucha-

-Pues como tú dices, al revés. Prueba a montar una mosca con algún “punto de atracción” a ver si con ello consigues atraer alguna de las pintonas escondidas-

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Por último, decir que gran parte del poder de una mosca se basa en como el pescador la hace navegar por el rio. Esto es, la POSADA y la DERIVA es mucho más importante que la perfección de la mosca y, es aquí donde muchos de nosotros fallamos bien sistemáticamente bien esporádicamente.

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Si tu estas lanzando a una tabla de aguas paradas desde aguas abajo del chorro del final de la tabla y lanzas a una cebada, muy probablemente (en el 90 % de los casos) la línea se te meterá en la corriente, tirara del bajo y como resultado la mosca nada mas posar empezara a dragar y, esa trucha puesta que ve tu mosca dragando o bien se espanta o bien se le activan las alarmas, sea una u otra cuestión su captura se ha vuelto arto difícil. Y ya no sirve ni la mosca más atrayente ni la mosca más exacta.

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Es tan solo un ejemplo de que pescar reposado y tomándote el tiempo necesario para posicionarte antes de ejecutar un lance es importante y achacar los fracasos a la mosca atada al bajo en la mayoría de las ocasiones no es sino evitar asumir nuestra propia habilidad.

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          LasmoscasdePaco.

domingo, 11 de septiembre de 2011

UNA TARDE EN EL RIO GALLO…

          De nuevo tentando el rio Gallo en espera de una buena tarde de pesca.
Las perspectivas son buenas, pasaron los calores asfixiantes que paralizan la actividad en el rio, quizás sea el día propicio, además tengo un puñado de montajes novedosos que probar en acción de pesca.

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El agua del rio esta fría, muy fría, lo noto a través del vader y más tarde cuando en un traspiés caigo al rio de culo y noto como el agua se cuela por dentro del vader y corre espalda abajo.

Decididamente no hay eclosiones, algún pequeño díptero pululando por el agua y esporádicamente alguna pequeña efémerita, olivitas de verano.

Observo una cebada, aun fuera de distancia de lance, mientras pesco la zona próxima con el rabillo del ojo estoy pendiente de donde se produjo la cebada, no veo que se repita.

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Al fin tengo a distancia de lance la zona de la cebada, lanzo hacia allá la imitación de emergente de trico que llevo atada al bajo de línea.

Rápidamente es atacada por la trucha, clavo con firmeza y levanto la punta de la caña aplicando tensión para evitar que la trucha se sumerja y se enmarañe en las ovas, con seguridad encesto la trucha en la sacadera, algo me llama la atención, cuando observo la trucha noto algo raro y cuando la cojo en mis manos lo noto claramente, la trucha tiene una notoria chepa que la asemeja más a un carpín que a una trucha.

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Un tamo querencioso de corrientes no me da ninguna trucha, extraño, pues en otras ocasiones si he conseguido alguna captura, en el presente no es que no me dé, sino que me quita, me quita la emergente de trico que pierdo al engancharse en unas ovas, no tengo otra igual, era un prototipo, me ha gustado y me preparare al menos media docena cuando llegue a casa.

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Salgo del rio para ir a una tabla-poza de aguas tranquilas, José “Pulgín” me lo ha aconsejado,

-Paco, péscate esa curva que hay una trucha muy buena-

Las orillas, frondosas en hierbas están muy pisoteadas, claro síntoma del trasiego de pescadores y la presión pesquera a que está sometido este bello tramo de rio.
Con mucho cuidado entro en las aguas, pegado a los carrizos de la orilla me coloco en posición de lance y aun espero un rato mientras ato “La Marroncita Emergente”. 

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Voy realizando lances lejanos, cuidadosos, uno de ellos bajo las ramas de un árbol de buen porte de la orilla.

No me pilla desprevenido el ataque de la trucha pese a ser muy rápido, clavo, tenso línea y noto buena resistencia, prueba notoria del buen porte de la trucha clavada. Mas la distancia entre trucha y pescador es lejana y por medio hay un tapiz de ovas, el primer intento de la trucha por meterse entre ellas lo solvento con ventura, el segundo no. La trucha se enreda entre las ovas sin poder remediarlo y allí rompe el bajo y se escapa dejándome con la sensación de haber perdido la mejor captura de toda la temporada en éste rio. Además, de nuevo me quede sin la mosca.

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Otra nueva postura querenciosa, otra nueva mosca. La postura un socavado en el talud de la orilla contraria donde crece un zarzal y sus ramas se descuelgan hasta el agua. La mosca una olivita de verano con el abdomen terminado en un pegotito de dubbing marrón… quien sabe con qué idea la he montado así.

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Llevo ya realizado media docena de lances sin beneficios. Renuevo el lance, a la corriente por encima del socavado, bien pegadito a la orilla, al filo de las ramas de la zarza. Se produce el ataque de la trucha, una comedida onda en el agua, un pequeño “glob”, se disparan las alarmas pues estas cebadas suelen ser de truchas de buen porte.

Clavo con firmeza, tenso línea, caña en alto y además vadeo el rio hacia el centro del mismo.

La trucha tironea, salta fuera del agua y se quiere meter bajo las ovas, yo lo impido aplicando tensión a la línea, la obligo a bajar por el rio entre los carriles de agua libre entre las ovas y al llegar a mi altura, con premura la encesto en la sacadera donde aun rebrinca inútilmente buscando la huida.

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Bonita trucha que probablemente se aproxime a los 30 cmtrs., que el pescador por condición propia diría que rebasa los 40 cmtrs. Da igual, una bonita trucha, una brava lucha, un bonito lance y, tras la fotografía, una grata devolución a su hogar que no es otro sino este bello rio Gallo.

La jornada va tocando a su fin, la falta de luz y proximidad de la noche así lo indican. Aun me queda echar unos lances en una tabla querenciosa en espera de una buena eclosión que activen a las truchas. Empero no se produce, ni la ansiada eclosión, ni las cebadas, ni el sereno.

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Pese a ello, tras realizar un lance lejano creo percibir el ataque de la trucha a la zona por donde debe navegar mi mosca, clavo con firmeza y la respuesta es el clavado de una trucha que tras una bonita pelea logro acercar y meter en la sacadora. No puede haber mejor colofón a la jornada de pesca.

Observo los faros de un auto que se acerca por la pista forestal. Llevo puesto el frontal con la luz roja, el coche se para,

-Paco, ¿Eres tu?

-Si, espera que voy para allá-

Cambio la luz roja por la blanca de máxima intensidad y ayudado por ella atravieso el frondoso tramo que media entre nosotros. Mis compañeros, José y Mariano no han conseguido muchas más capturas, pese a ello no hay síntomas de disgusto, y es que nos conformamos con pocas capturas, ya el poder pasar la tarde en el rio es placer por si solo para contentarnos.


          LasmoscasdePaco.