De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

lunes, 30 de abril de 2012

NUEVA “BARONESA”…

          No descubro nada nuevo si digo que el montaje tipo “Barón” es un patrón de pesca muy pescador.

Tampoco creo descubrir nada nuevo si comento que mucho antes de que Marc Petitjean (afamado y estupendo montador de moscas) pusiera tan de moda este patrón de montaje (por supuesto con sus particularidades propias) ya se ataban moscas más o menos parecidas, si bien Petitjean hizo de la pluma de culo pato el único material de montaje para confeccionar dicho patrón.

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De igual forma el montaje que os presento tiene una pizca de acá y otra de allá, la amalgama de todo ello es una mosca que me pesca mucho y bien.

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MATERIALES.-

Anzuelo GRIP 11011BL numero 18
Hilo de montaje gris sucio o gris verdoso
Pluma de riñonada de León Indio
Tinsel verde flúor
Dubbing Superfine color verde
Pluma de C.D.C. color blanco
Envoltorio de un caramelo
Pluma de C.D.C. color natural
Antrón (tipo Parapost o similar) color gris humo

MONTAJE.-

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Aseguramos el hilo de montaje sobre el anzuelo.

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Cogemos media docena de fibras de pluma de riñonada de León indio y con ellas formamos los cercos, pasamos el hilo de montaje por el medio para abrir las fibras en “uve”

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A continuación sujetamos una tira de tinsel verde flúor y con el hilo de montaje formamos un pre-cuerpo no demasiado grueso

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Cubrimos el pre-cuerpo con el tinsel verde flúor, teniendo la precaución de que el hilo de montaje nos quede en la base de los cercos, con el tinsel damos “ida y vuelta”

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A continuación colocamos un poco de dubbing de antrón Superfine sobre el hilo de montaje y con el cubrimos el tinsel, dejamos el dubbing sueltecito para que se “adivine” el tinsel.

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En la zona superior del montaje colocamos unas fibras de C.D.C. color blanco (en acción de pesca nos servirá para ver mejor la mosca)

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A continuación y en el mismo punto colocamos una tira de la envuelta del caramelo (supongo que existirá algún material especifico, pero yo utilizo el envoltorio de un caramelo de café con leche)

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Cogemos dos plumas de C.D.C. color natural, con la que formaremos las alas. Medimos la longitud (aproximadamente la medida de la tija del anzuelo), ayudados de “cruces en ocho” de hilo de montaje abrimos y colocamos las alas horizontalmente.

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Sobre las alas de C.D.C. colocamos un mechón de antrón “Parapost” color gis humo

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A continuación cubrimos toda la zona del tórax con dubbing de antrón Superfine color verde

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Volvemos hacia el ojal del anzuelo la tira de envoltorio de caramelo, aseguramos y cortamos el sobrante

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El montaje se finaliza realizando una pequeña cabeza con el hilo de montaje, cortando el antrón Parapost a la misma medida que las alas de C.D.C. y, recortando el mechón de C.D.C. blanco a la distancia elegida.

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Vista inferior del montaje realizado

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Vista superior del montaje realizado

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Montaje finalizado.


Como ya he comentado es un patrón muy pescador, montándolo en tonos verdes u olivas, en rojos o tejas (montándolo en anzuelo de mayor tamaño como en un 14), en cremas o beiges (en anzuelo más pequeño como en un 20).

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                       LasmoscasdePaco.

jueves, 26 de abril de 2012

LUCHAR CONTRA LAS ADVERSIDADES…

          -En Abril. Aguas mil-

          Fe haciendo el refrán resulta que desde comenzó la temporada de pesca, las lluvias, tan ansiadas en su momento, no han dejado de abandonarnos en ninguna de las salidas de pesca realizadas.

 Al punto que donde vimos ríos escuálidos los primeros días, tornaron en henchidos al presente, volviendo la pesca, la pesca a mosca seca entiéndase, muy complicada y dificultosa.

Si hace unas semanas pescaba un rio Tajo corto de aguas y transparentes, el presente es que el rio Tajo muestra buena parte de su bravura, con unas aguas impetuosas y tomadas que vuelven el vadeo de sus aguas dificilísimo cuando no imposible.

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-¡¡Hay que luchar contra las adversidades!!-

Lo cierto es que el enclave seleccionado para pescar ya de por si es duro y bronco, un Tajo encajonado en una sima profunda pone un punto importante de aventura a la jornada de pesca.

 Orillas de maleza sin senderos por donde transitar, apenas trochas jabalineras flanqueadas por zarzas y espinos. Pozas profundas y fuertes chorros de corrientes imposibles de transitar. 

Tablas de aguas, en esta ocasión henchidas de aguas donde la fuerza de la corriente es tan importante que con el agua por la cintura ya arrastra al pescador.

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La suma de estos factores es que solamente con la observancia y disfrute del entorno que nos rodea uno vuelve complacido, si además todo ello lo miramos bajo el prisma de fuertes chaparrones de agua, con ese embrujo especial que tiene la naturaleza bajo la lluvia el disfrute aumenta al punto de dejarnos buen recuerdo.

-Ya, Paco. Todo muy bonito pero y de pesca qué?-

Pues la pesca dura, muy dura y de nulas capturas.

Con un rio turbio pescar los pozones profundos sin ver si hay puestas o no truchas es tontería.

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De igual manera, pescar tramos de chorros de agua, donde la mayoría de las zonas calientes no puedes acceder a pescar por la fuerza de la corriente es también tarea poco productiva.

Quedan las tablas, pero las tablas otrora de aguas lentas, en el presente son briosas en invadeables, quizás puedes adentrarte un par de metros de las orillas, no más porque la profundidad y fuerza de la corriente te arrastran en la mayoría de los casos.

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En tal situación solo puedes pescar donde el rio te permite y no donde tú quieres y ya es tener fortuna que en dicho lugar este puesta alguna pintona.

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El resultado definitivo fue que tanto Jesús, Pepe y quien relata compartieran carga de un bolo previsible y, sin embargo, con el pleno convencimiento de que este lugar merece al menos otra visita para darnos la revancha.

                 LasmoscasdePaco.

martes, 24 de abril de 2012

EMERGENTE ALAS DESPLEGADAS…


          Las imitaciones del estadio “emergente” se van haciendo un hueco importante en las cajas de los mosqueros, buen seguro por los resultados exitosos que nos deparan.
Dicho estadio es muy amplio y evolutivo, pues podríamos decir que desde que la ninfa se apoya en la película del agua hasta que el subimago es completo y comienzan sus incipientes movimientos, todo podríamos catalogarlo como “emergente”.

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Con montaje que os presento trato de asemejar (si ello es posible) ese espacio en que la mosca aun sin desprenderse de su capsula ninfal, estira sus noveles alas, este estadio abarca un buen espacio de tiempo, pues tiene que terminar de desprenderse de su “camisa ninfal”, tiene que estirar cercos, y sobre todo sus alas tienen que coger la fuerza suficiente como para ser útiles para volar. Es por tanto un espacio de tiempo interesante donde la mosca se encuentra bastante indefensa, cosa que nuestras queridas pintonas aprovechan para cebarse a ellas.

Por otra parte y para la confección del cuerpo de la mosca me baso en la observación propia (a raíz del comentario de un buen amigo) de cómo ve una trucha una mosca (a tener en cuenta que la trucha ve casi siempre la mosca a contraluz).

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MATERIALES.-

Anzuelo GRIP 11011 BL numero 18
Hilo de montaje color gris
Dubbing Superfine color chocolate
Tinsel verde eléctrico
Dubbing Superfine color beige
Pluma de C.D.C. color natural
Pluma de colgadera de gallo genético color dun

MONTAJE.-

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Sujetamos el hilo de montaje sobre el anzuelo

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Torsionamos un poquito de dubbing Superfine sobre sí mismo, a continuación lo colocamos a modo de exuvia

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Realizamos un pre-cuerpo con el hilo de montaje (delgado) y lo cubrimos con el tinsel verde eléctrico

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Enrollamos un poquito de dubbing Superfine color beige sobre el hilo de montaje, que quede más bien sueltecito y con él cubrimos la zona del cuerpo, vueltas espaciadas para conseguir no tapar el tinsel y que pueda “destellar” a través del dubbing

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A continuación sujetamos dos plumas de C.D.C.

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Aprovechamos las mismas plumas de C.D.C. para hacer el poste, las alas deben quedar tumbadas hacia detrás y un poco abiertas.

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Sujetamos una pluma de colgadera de gallo genético en la base del poste realizado

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Cubrimos la zona del tórax (también por detrás y entre las alas) con dubbing. Tras ello realizamos un hackle en paracaídas de pocas vueltas (tres como máximo)

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Cortamos el poste a la longitud deseada, yo suelo quitar el raquis de la pluma para que no haya ninguna (dureza), pero no es indispensable, entre otras cosas porque el montaje ya tiene la insalvable dureza del propio anzuelo.

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Formamos una cabeza con el hilo de montaje para rematar la mosca.

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Vista inferior del montaje, quizás como lo podría ver una trucha, se observan determinados detalles clave, como la exuvia, “brillos” interiores del cuerpo y posicionamiento de las alas.

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Vista superior del montaje

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Montaje finalizado.


Decir que el montaje presentado ya ha pescado con éxito esta misma temporada y, con variaciones del color del cuerpo lo hizo la pasada temporada.

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                             LasmoscasdePaco.

viernes, 20 de abril de 2012

DESEOS CUMPLIDOS…

         A veces ocurre que en esto de la pesca a mosca, uno ve sus sueños hechos realidad.

Ya rondando la cincuentena los deseos son muy diferentes a aquellos de juventud, época donde las grandes aventuras llenaban la mente y nos hacían soñar con parajes inhóspitos cuajados de truchas que tomaban con fruición nuestras moscas secas.

En el presente uno sueña con pescar enclaves muy queridos de la mano de grandes mosqueros con inquietudes afines, en mi caso además retrotrayéndome a lo aprendido en mis comienzos mosqueros, a aquellas enseñanzas y consejos de algunos de los que fueron “pioneros” en la pesca a mosca por estos lares.

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La Alcarria, tierra dura y bronca, forja ríos a imagen y semejanza, ríos que te dejan una profunda huella.

 De igual modo mantiene un puñado de buenos mosqueros, fraguados a golpe de martillo y yunque bajo el poderoso brazo de las enseñanzas del padre Luis.

Mosqueros que no se apartan un ápice de la escuela aprendida, mosqueros que luchan por ríos limpios, por truchas de la tierra y por la pesca a mosca, en la humildad del anonimato y ningún ansia de protagonismo.

Muchos años queriendo compartir jornada de pesca con uno de ellos y al fin el sueño se hizo realidad.

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Caminando tras él como perro fiel, observando y aprendiendo hasta la cuestión más sutil con la plena conciencia de estar disfrutando de un momento muy especial.

-Paco, la cosa no va por trastear todo el rio. En el rio hay que estar en cada lugar en su momento oportuno-

Llegamos a una preciosa tabla de aguas lentas, se asoma, escudriña la tabla con precisión, se sienta en una piedra y se fuma un cigarrillo mientras observa.

-Aun no están puestas, no pisamos la tabla, luego volveremos-

Y pasamos de largo en busca de una nueva zona.

Bajo el talud, pegadita a la orilla, en la sombra de una sarga que proyecta sus ramas al rio observamos una cebada.

-¡¡Hay está!!, y come franca, se ha cebado tres veces… esa es tuya, péscala-

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Con la misma sensación que cuando de chaval el profesor ponía en el pupitre la hoja de examen me adentro en el rio aguas abajo de la cebada observada.

 Avanzo con cautela procurando no hacer ruido ni ondas que delaten mi presencia, veinte metros me separan del lugar de la cebada.

Saco línea del carrete, efectúo unos lances de aproximación lanzando hacia la orilla contraria para no asustar a la trucha, cuando creo tener la distancia adecuada realizo el primer lance de pesca. La mosca posa adecuadamente.

-Paco, más pegada a la orilla-

Un nuevo lance sin resultados positivos e incluso un tercer lance.

Efectúo el cuarto lance a sabiendas de que pocas opciones más voy a tener, posa muy cercana a las ramas de la sarga, por delante de ella, cuando la mosca esta quizás dos palmos por delante de la sarga se produce la picada.

 Clavo con suavidad pero con firmeza, tenso línea. La trucha brava en su lucha tironea y se adentra en aguas profundas del centro del rio, todo en vano, llego a recoger la línea sobrante y ahora trabajo con caña y carrete, poco a poco la voy acercando y al fin termina enredada en la malla de la sacadora.

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-Es pequeña, pero no lo has hecho mal-

Aguas arriba se ceba otra trucha, el lance es complicado porque entre el lugar a posicionarse el pescador y la trucha media la rama de un chopo que lo dificulta.

Veo como realiza un par de lances sacando línea, de aproximación, sin florituras lances rápidos y certeros. Al fin efectúa un lance de pesca, por encima de la rama, finalizando el lance casi imperceptible giro de muñeca y punterazo de la caña, el resultado es que la línea serpentea lo necesario para esquivar la rama y posarse con delicadeza.

La trucha sube a la mosca, tan rápido que aun no ha tenido tiempo de recoger línea y el tirón a la misma provoca un revolcón de la trucha sin clavarse en el anzuelo.

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-Hasta el mejor escribano echa un borrón-

Seguimos avanzando por el rio, enseñándome cada rincón, pasos de vadeo que solo la experiencia consigue adivinar, bellas tablas donde selecciona las zonas, donde hay posturas para pescar e incitar a las truchas y donde no las hay pese a la apariencia.

Preciosas pozas, cada una con su nombre determinado y el lugar donde las truchas, las truchas grandes a más decir, suelen posicionarse.

-Mira Paco, la trucha se pone allí-

Observo el lugar, al otro lado de la gran poza justo delante de una gran roca donde choca y frena la corriente de entrada, median al menos veinticinco metros.

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-Y como la pescas?-

-Justo desde aquí, con un lance curvo lateral de izquierdas-

Observo el escenario, arboles detrás que impiden un lance de derechas, incluso dificultan uno curvo elevado donde conseguir cargar línea como para alcanzar tamaña distancia.

-A veces lo consigo, no siempre, solo lo hago si veo a la trucha cebarse (la trucha tiene nombre propio que determina también el nombre de la poza) y a veces logro atraparla, una trucha de más de cuarenta y cinco centímetros-

Le miro franco a los ojos y veo seguridad, certeza en sus palabras que, a mas decir avala el que éste invierno un alumno suyo me hablara de una captura allí mismo que le dejo asombrado.

Vuelvo a mirar el escenario. Pocos, muy pocos osarían dicho lance y de ellos la mitad conseguirían hacerlo con éxito, hay que ser grande, muy grande (como lo es mi compañero de pesca) para salir victorioso del envite.

 Para mí, que no soy un gran lanzador, sencillamente imposible.

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Un viento helado surca el rio, estoy aterido de frio, pese a ello ni una queja ni protesta, sigo admirando el buen hacer del maestro.

Retornamos camino y volvemos a la tabla que al principio dejamos sin pescar. Vemos cebarse alguna trucha.

-Son pequeñas, pero ya no nos queda mucho tiempo, además hace mucho frio-

-Si, pero al menos se ceban seis truchas-

-Pues vamos, la primera para ti-

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Me posiciono, espero una nueva cebada en el lugar, cuando la veo efectúo el lance, medido, nada complicado, la trucha toma con certeza mi mosca y yo la clavo seguro, breve lucha pues es de pequeño tamaño, la desanzuelo y la devuelvo a las aguas.

Miro al maestro, afirma con la cabeza confirmando que la ejecución ha sido correcta, me satisface.

-Paco, tienes pequeñas cosas en el lance que mejorar. Tienes que cerrar más el bucle-

-Yo creo que tengo muchas inexactitudes, pero creo que ya me va a resultar muy difícil enmendar errores, pues muchos son motivo de la costumbre y son muchos años con ellos-

-Siempre se puede mejorar-

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Llega un nuevo chaparrón de agua y cellisca.

-Ya no vamos a hacer mucho, si quieres lo dejamos, estoy helado y hambriento-

-Pues por mi estupendo-

Retornamos camino por un estrecho sendero en el monte, sigo los pasos del maestro escuchando con atención sus palabras, sucesos y avatares ocurridos hace mucho, mucho tiempo atrás.

Sencillamente me parece haber retrocedido en el tiempo, estoy alucinando.

Nos cambiamos de hábito tan rápido como podemos, agradecidos del calor de ropa seca de abrigo que nos atempera, del mismo modo reponemos fuerzas para al fin meternos en el auto, retomar la sinuosa pista forestal y volver a nuestros hogares.

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-Supongo que relataras algo de éste día. Te tengo que decir que no me gusta salir en ningún sitio, ni en fotos ni mi nombre-

-Algo escribiré, que espero te guste, pero no te preocupes que no saldrá tu nombre y las fotos por detrás para que no se vea la cara-

-Bueeeeeno-

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A fuer de ser francos he de decir que pese al cansancio de la jornada de pesca, ya en el hogar tumbado en el lecho no consigo conciliar el sueño.

 En mi cabeza siguen apareciendo momentos de la jornada transcurrida, sueños hechos realidad, turbamulta de sentimientos que me hacen pasar la noche en blanco, miro el despertador, son las cinco de la mañana y he quedado con los compañeros a las ocho para ir a pescar... estoy rematadamente loco.


                                 LasmoscasdePaco.