De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

lunes, 21 de julio de 2014

-----¡¡¡ ESA MOSCA , PESCA !!! -----

          Cuántas veces hemos leído o escuchado esta frase.
 
En primer lugar comentar, asumo que ésta entrada puede crear polémica, asumo y acepto, pero no es mi intención reprochar o abaratar el trabajo personal de nadie, es por ello que no quiero aludir a nadie y quien así lo interprete será sensación personal y no influida por mi persona.

 
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A veces uno expone públicamente un montaje y la respuesta es un..
.
-Ésa mosca pesca-
 
Otras veces es la contraria, te piden que valores un montaje y la respuesta es la misma.
 
-Ésa mosca pesca-
 
Y con tan sucinta frase uno se queda con sensación ambivalente. 
 
-¿Sera que no le ha gustado y ha buscado una expresión "políticamente correcta"??
 
O lo contrario,
 
-Le ha gustado tanto que he recibido un alago-

 
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Así mismo la expresión se refrenda si quien la pronuncia es alguien que conocemos como buen pescador o montador y al contrario si no conocemos a quien hizo el comentario.
 
Bajo mi opinión personal la tan traída y llevada expresión me dice más bien poquito, la acepto del novel y la minusvaloro de avanzado.
 
Pues claro que esa mosca pesca, casi partiría de la base de que todas las moscas pescan, es más, si damos por bueno aquello de...
 
-No mata la flecha, mata el indio-
 
O aquello mas estudioso de...
 
-Primero posada, luego presentación, después imitación-
 
Podríamos decir que con una buena posada y mejor deriva podemos conseguir una captura con un mal montaje.

 
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Por supuesto el escenario también influye y en un tramo de rio donde la presa no tenga tiempo a examinar lo que le ofrecemos un mal montaje pescara, todo lo contrario si el escenario es un tramo de rio donde se pueda observar con detenimiento el engaño ofrecido.
 
No. No hay bálsamo de Fierabrás o, lo que es lo mismo, no hay mosca única que nos pesque bien en todo momento y lugar.

Es por ello por lo que cuando escucho otra expresión muy manida...
 
-Yo pesco siempre con seis moscas-
 
Sospecho que, esta persona pesca una zona muy concreta y en un tiempo muy determinado...

 
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Mi opinión particular es que hay que adecuarse en tiempo y lugar y, no es lo mismo pescar ríos altos y fríos en el mes de abril (si los medallistas nos dejan) que aguas someras y caldeadas en el mes de julio.
 
Y al igual que el rio evoluciona, evolucionan los insectos y, esto afecta a la forma de tomar de las truchas, con lo que nuestros montajes deben aproximarse a dicho cambios.

 
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O lo que es lo mismo, un "gorrión" (Royal Coachman montada en un anzuelo del 10) nos pesca en corrientes a principios de temporada y es una opción valida y, todo lo contrario en aguas mansas de final de temporada.

De la misma manera, un pequeño spent de efemerelido que funciona en esos serenos veraniegos poco tiene que hacer en aguas batidas primaverales.

 
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Todos o casi todos lo mosqueros montadores pasamos por diversas evoluciones en nuestra vida de montador. 

Normalmente vinculadas a la observación de diferentes escuelas de montajes y al uso de diferentes materiales.
 
No, no soy tan osado como para decir esto es lo bueno y lo otro no lo es, entre otras cosas porque si determinadas escuelas y patrones subsisten desde tiempo a, se deberá a los resultados óptimos o aceptables de ellos.

 
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Lo que sí creo interesante es investigar personalmente y no aceptar a pies juntillas lo que comenta este o aquel que tan de moda esta en los mentideros populares. 

Creo que el espíritu curioso debe primar y, evaluando los resultados obtenidos personalmente decantarse por tal o cual escuela... incluso conjuntar varias de las mismas.

 
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Mi opinión personal al respecto es el tan traído y llevado -prueba/error- o lo que es lo mismo que seamos nosotros mismos los que experimentemos con patrones y materiales de montajes, que los pongamos a prueba personalmente y que tras ello vayamos componiendo nuestra propia colección de moscas en las que confiemos (confianza es uno de los mejores materiales a la hora de utilizar una mosca u otra).

 
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Si tras todo ello terminamos con una selección de patrones bellísimos, estilizados, dignos de colocar en un cuadro expositor, o montamos unos "adefesios" feotes. 

O terminamos utilizando la más novedosa forma de montar o lo contrario los patrones mas históricos es cuestión personal siempre y cuando los resultados sean buenos y las moscas nos provoquen confianza... y, entonces sí, entonces nosotros mismos ante una mosca recién parida en el torno de montaje podremos decir...

 
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--- ¡¡¡ Ésa Mosca Pesca !!! ---
 
Y, a partir de aquí…. debatamos……


 
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                            LasmoscasdePaco.

martes, 8 de julio de 2014

UN LANCE DE PESCA... ACECHANDO A UNA XANA...

 
 
          Disfrutaba de una jornada de pesca en compañía de Ángel. 
 
La jornada había tenido sus altibajos y lo cierto es que posturas cómodas habían pasado sin capturas, siendo los pequeños rincones los que nos premiaron con el disfrute de la captura y suelta de preciosas Xanas.

 
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Tras un lance de pesca de Ángel tomaba la iniciativa quien relata, afrontaba un pequeño rincón al que tengo mucho cariño tiempo ha.
 
Una pequeña pocita en curva, donde la corriente de entrada flanquea la orilla pizarrosa izquierda y tras romper en la roca corre amansada paralela a la orilla.
 
Empero el lance es dificultoso ya que el acceso está por la orilla contraria (derecha), pero dicha orilla está totalmente flanqueada de maleza, altas yerbas y sargas que lamen la misma orilla de las aguas.

 
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Tampoco sirve entrar en las aguas y desde la trasera de la poza lanzar, pues la trasera de la poza esta totalmente cerrada de maleza.
 
La orilla izquierda es una lisa roca pizarrosa inaccesible... bueno hace tiempo descubrí un pequeño acceso.
 
La cosa pasa por cruzar la maleza de la zona inferior de la poza, difícil acceso pues el agua atraviesa rocas y forma regueros profundos tapizados de vegetación, a veces no sabes si vas a afirmar el pie a flor de agua o, al pronto te ves sumergiéndote en las aguas hasta las ingles en medio de un herbazal que impide la visión.


 
Al fin consigues llegar a la orilla contraria, donde desagua un pequeño arroyo proveniente de lo alto del cañón pizarroso saltando y cascadeando.
 
Tras superar el arroyo tienes que trepar sobre una gran roca de pizarra que a mayor dificultad tiene pronunciada pendiente y donde a duras penas, gateando o afirmando las posaderas consigues medio estabilidad y seguridad al borde de la misma.

 
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Ya aposentado en mi atalaya observo varias cebas en la corriente de entrada de la poza. Justo detrás de las ramas de una sarga sumergida.
 
Realizo un primer lance a la cebada mas próxima, por debajo de varias cebadas buenas que hay pegado a la sarga.
 
La trucha toma mi mosca sin recelo. 

Clavo con seguridad y rápido la atraigo al final de la poza, donde con la confianza de un bajo resistente acerco sin miramientos la presa a la sacadera, captura y suelta de una truchuela. 

No es lo esperado, confío en sacarle al escenario un mayor partido.


 
Recompongo la postura (símil taurino) y en esta ocasión acecho las cebadas interesantes, aquellas que se producen pegadas a las ramas.
 
El lance no es complicado per se, la dificultad estriba en el mal equilibrio en que me encuentro.

Un par de falsos lances y una posada más o menos acertada.
 
Tras la posada un rápido ataque a la mosca que me pilla a por uvas y clavo tarde. 

La consecuencia es picada fallida. 

Para mayor escarnio el bajo de línea se enreda en las ramas de las sargas frente a mí, gracias a la resistencia del bajo del 0.18 que hace que tras un brusco tirón la mosca se libere del abrazo de las ramas de la sarga.

 

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Reviso el bajo, no observo tazado alguno.

Lo que si observo de nuevo es la cebada tras las sargas de entrada de la poza.
 
Un nuevo lance, ajustando mucho la mosca a las ramas, dando fe aquello de 
 
-Quien no arriesga, no pesca-
 
La picada se produce, franca, segura. Tan segura como el clavado, firme pero suave, sin brusquedad, tensando línea y manteniendo la tensión.
 
La trucha emprende la lucha, busca aguas profundas en el centro de la poza, grave error pues mi posición elevada sobre las aguas beneficia la seguridad, la tensión continua de la línea.
 
Aseguro mi posición en la roca afirmando las posaderas en ella, recojo un poco de línea para mayor seguridad y con la siniestra busco asir el mango de la sacadera, tirón y con presteza preparo la sacadera en las aguas.


 
Ya no queda sino atraer la captura a mi posición y en hábil maniobra cubrirla con el velo negro de la red de la sacadora. 

En esta ocasión todo sale a pedir de boca y la trucha llega a mis manos con prontitud.
 
La captura es una bella Xana, un par de palmos con una maravillosa librea, boca ganchuda que creo la define como un hermoso macho.
 
Un segundo de pose para lo que creo es una fotografía tomada por mi compañero que observaba el lance y de nuevo devuelta a las aguas donde habita, allá en el rio de las Xanas.

 
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Tras la captura, sensación gratificante, de haber realizado bien el lance y haber sido premiado con la captura, culmen de placer.
 
Mas no, no fue la Xana la capturada. 

Apenas dejar el rincón donde me encontraba ya siento la sensación de haber sido embrujado. 




Filtro de amor que me embarga y que me hace sentir desde ese mismo instante la necesidad de tener que volver a repetirlo. 

 
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Xanas que te enamoran.

Locura de placer de pescar Xanas que te hechizan y te hacen volver una y otra vez en su busca.


 
                      LasmoscasdePaco.