De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

Páginas

Competición NO..... Gracias.

domingo, 29 de septiembre de 2013

AGUAS TOMADAS … AGUAS TRANSPARENTES …

          Uno propone y “pacha mama” dispone y por mucha planificación de una jornada de pesca queda llegar al rio y ver que nos encontramos.

Así fue el día a relatar, cuando llegamos al puente de San Pedro a echar una ojeada para ver como baja el rio, nos encontramos un Gallo chocolate que tiñe las aguas del Tajo.


clip_image002


Asi la idea prima de pescar por la mañana el rio Gallo y por la tarde el Tajo se ve trastocada.

-Y ahora que hacemos, Paco?-

-No queda otra que pescar el rio Tajo aguas arriba de la desembocadura del Gallo-

-Pues tú dirás-

Siempre que me encuentro en estas tesituras me surgen dudas. 

No es que no haya tramo de rio para pescar, todo lo contrario, son muchos kilómetros de rio Tajo lo que queda por delante y donde escoger.


clip_image004


Uno echa mano de sus recuerdos, de jornadas de pesca pretéritas, de sucesos vividos, falsa memoria que omite las malas jornadas y ensalza las buenas.

Recuerdos de antiguas jornadas de pesca y antiguos compañeros de pesca que se vuelven agridulces por el devenir del paso del tiempo.

Trato de remontarme a un pasado más lejano, cuando pescaba en solitario este bello rio, épocas de novel mosquero donde pescar el rio padre era toda una aventura y conseguir una captura producía tal inquietud que volvía mis manos temblonas… mucha agua ha pasado por el rio desde entonces.

Y de aquellos recuerdos extraigo una zona en particular, puente de Peñalén, unos tramitos de corrientes donde conseguir la captura de alguna trucha menor es más o menos sencillo, y tras ellos tablas con aguas corrientes donde poder tentar truchas de mayor porte.


clip_image006


Mi compañero, que no ha pescado nunca éste tramo, avanza por el rio acuciado por descubrir que le deparara cada curva de rio, en un pescar un tanto alocado, un tanto rápido.

Esto no le impide realizar lances muy concretos a posturas querenciosas.


clip_image008


Hemos observado por las orillas gran cantidad de pérlidos amarillentos de tamaño medio y con una imitación más o menos adecuada va realizando lances en busca del premio esperado, de la tomada de una esquiva trucha.


clip_image010


Lances querenciosos adosados a orillas flanqueadas de juncos y lirios.

A  pequeños rápidos en las tablas que provocan grandes rocas sumergidas donde la trucha se aposta.


clip_image012


En ocasiones el buen hacer es premiado con la captura de una preciosa trucha que llena de satisfacción al mosquero y que le acucia a seguir avanzando por el rio, posando moscas doquier, ansiando revivir el placer de una nueva captura.


clip_image014


No, no todo es ver pescar a mi compañero. 

No le voy a la zaga, avanzo por el rio buscando la señal de la cebada de la trucha, cuando no, pesco zonas querenciosas.


clip_image016


Chorros de cabeceras de tablas, donde el agua se encabrita, donde la trucha se aposta a medias aguas observando todo lo que discurre por ellas en pos de capturar su comida.

 Larvas, ninfas arrastradas por las corrientes. 

Emergencias, incluso adultos alados por la superficie. 

Su alimento habitual.

También el engaño que el mosquero posa por las aguas, imitación de esos insectos que toma con frecuencia.


clip_image018


Consigo preciosas truchas, quizás no del tamaño deseado pero que, sin serlo, me deparan satisfacción, incrementada al devolverlas de nuevo a las aguas prístinas de éste rio Tajo, el rio padre que me tiene enganchado de por vida.


clip_image020


Seguimos pescando, seguimos ascendiendo por el rio, por unas aguas transparentes como pocas que se vuelven engañosas en su profundidad y nos obligan a vadeos importantes.

Y seguimos consiguiendo capturas de preciosas truchas.

Tuvo mi compañero un encuentro con una “loba del rio”.

Pescando una poza querenciosa del rio, en la orilla contraria una gran roca con solapa, hábitat perfecto de una gran trucha.


clip_image022


La trucha tomo la mosca ofrecida sin recelo, mi compañero clavo con seguridad, mas su oponente al sentirse prendida se empozo y corrió aguas abajo en pos del perdedero.

No hubo opción a lucha, el nylon partió ante la fuerza del rival y el mosquero no pudo sino quedarse asombrado del encuentro, breve pero intenso.

Lecciones que nos depara el rio padre.


clip_image024


El rio se tapiza de sombras. 

Esperamos el momento de las ocasiones vespertinas en el transcurso del ocaso del sol. 

Empero esto no ocurre, sino todo lo contrario, el rio se cierra y por más que lo intentamos no conseguimos hacer subir a ninguna trucha al engaño que posamos por las aguas.


clip_image026


Seria momento de sentarse en la orilla y esperar el anochecer y con él un inseguro sereno.

Mas mi compañero sigue pescando, sigue posando moscas sin ningún beneficio.

Yo me contento con vivir el atardecer en el rio, con observar a mi compañero hasta que al fin decide dar por terminada la jornada.


clip_image028


El Tajo. 

El rio Tajo que me enamora, que me absorbe, que me atrae una y otra vez y al cual acudo como polilla a foco de luz.


clip_image030


Estoy hechizado por sus aguas.


clip_image032



                          LasmoscasdePaco.

lunes, 23 de septiembre de 2013

AQUELLAS TORMENTAS DE MEDIADOS DE JULIO…..

          Julio pretérito fue un mes en general bueno para la pesca.

En la zona centro los ríos calizos y principales tomaron el testigo de los ríos y torrentes de montaña ya muy cortitos de aguas en dichos momentos.

Comienza por así decir una pesca más seria. 

Ya no es un posar moscas atractoras por chorros de agua, sino buscar una imitación bastante atinada a los insectos que eclosionan en el momento, el otear las aguas buscando la trucha puesta o la delatora cebada.

De igual manera se complican los lances, evitar dragados y arriesgar nuestra imitación en lances ajustados a orillas y malezas con posadas correctas son cuestiones a tomar muy en cuenta, quien controle los lances sacara provecho, quien no, tendrá pocos encuentros con nuestras queridas pintonas.


clip_image002


Y ocurrió el día a relatar que por la mañana pesque en solitario un tramo de rio muy cerrado de maleza donde realizar un lance cómodo fue imposible y lo normal fueron lances arriesgados en la mayoría de los casos rodados.

Tuve varios “encuentros en la tercera fase”, donde hermosas truchas me rompieron el bajo del 16, del 18 y al no poder romper el bajo del 20 abrieron el anzuelo.


clip_image004


Encuentros de esos de picadas francas, de clavar con seguridad y la trucha querer marcharse decididamente al escape de la broza de las orillas, cuando tal ocurre no queda otra sino la contraria, frenar en seco su huida y no dejarla meterse en el perdedero, sin concesión en una lucha de tu a tu donde o se rompe el hilo por la tensión o fuerzas a tu rival a emplazarse en el centro del rio y atraerla sin demora a la malla de la sacadera.


clip_image006


Logre atrapar las mas terciadas de tamaño que, siéndolo, fueron truchas de buen porte y mejor lucha que de alguna manera paliaron el resquemor de aquellas otras que no logre llevar a buen puerto.


clip_image008


Tras la comida y unos buenos chaparrones pesque acompañado, más atento en mostrar a mi compañero el tramo de pesca que desconocía que de pescar yo mismo. 


clip_image010


Con todo y con ello me reserve media docena de lances donde conseguí capturar alguna buena trucha.

Un lance a reseñar.

Mi compañero, en cabeza, pescaba una bonita tabla muy querenciosa había conseguido alguna captura de trucha terciada que le mantenía muy encelado con el tramo. 


clip_image012


Se enfrentaba a una zona muy atrayente, las salgueras de las orillas combaban sus ramas hacia el centro del rio, las ramas más bajas quedaban apenas a un par de palmos de distancia de las aguas, dando sombra y cobijo concretando una postura muy atractiva.

Justo antes de lanzar a dicho punto, mi compañero engancha la mosca en los juncos de la orilla.

-Pégate a la orilla y déjame hacer unos lances antes de liberar la mosca-

Fue un lance medio, acaso quince metros de distancia, la mosca posa bien de colocación pero se queda corta, quedando tras las ramas.

Un nuevo lance, esta vez mucho más arriesgado, haciendo un gancho de izquierdas para posar por delante de la rama de la sarga, la mosca posa bien y pasa debajo de las ramas. 


clip_image014


En ése momento la trucha toma la mosca, cebada suave, franca.

Clavo con certeza y la caña se curva demostrando que mi oponente es de tamaño importante, trato de voltearla para sacarla de la sarga.

La trucha da un salto espectacular fuera del agua, tan alto que la vemos por medio de las ramas de la sarga, cuando cae al agua la fuerzo a bajar por el rio, la atraigo caña en alto para que no consiga meterse entre las abundantes ovas del fondo.

La caña está totalmente arqueada, noto los empeñones de la trucha en mi mano, en mi muñeca, en mi brazo.

Ya la tengo a distancia de sacadera, con la zoca agarro la misma de mi espalda y me preparo para ensalabrarla.


clip_image016


Mas la trucha no está vencida, da un enorme arreon hacia mi izquierda donde esta mi compañero, coletea entre sus piernas y marcha en pos del perdedero de los juncos de la orilla.

Trato de evitarlo, trato de forzarla y voltearla para que retorne al centro de las aguas, es en vano, ha conseguido meterse entre los juncos de la orilla, noto como cabecea insistentemente haciendo vibrar la caña y de repente la caña deja de combar, se yergue erecta y todo queda laxo. 

La trucha ha conseguido liberarse del anzuelo y dejarnos a mí y mi compañero asombrados.

Me quede con una sensación extraña, fue tan brutal y espaciada la lucha que di por bien merecido el desenlace, por supuesto que me hubiera gustado tenerla entre mis manos, empero la satisfacción del lance fue mayúscula y su disfrute alcanzo mucho mas allá del tiempo del lance.


clip_image018


A tal punto termine satisfecho del suceso que tras él casi ni pesque.

Le deje la mano a mi compañero para que pescara a placer el resto de la jornada. 

Y es que no se me iba de la cabeza el lance acaecido.


clip_image020


La tarde siguió bastante animada, con muchas cebadas vista y muchos lances pescando sobre ellas, y si bien es cierto que quizás por falta de costumbre mi compañero fallo mas tomadas de lo habitual, también es cierto que se llevo a la mano una buena cifra de pintonas, alguna de ellas de apreciable tamaño.


clip_image022


Sucedió pasado el ecuador del mes de julio, cuando los ríos nos ofrecían buenas eclosiones, asaz de tormentas y hermosas capturas.


clip_image024



                       LasmoscasdePaco.

martes, 10 de septiembre de 2013

CICLO DE VIDA DE LOS EPHEMERÓPTEROS… II PARTE …

              Ciclo de vida de los ephemerópteros -2ª parte.-

          Este último proceso es uno de los más críticos en su ciclo de vida, ya que son devorados por peces, insectos y aves. 

Son fácil presa en su ascensión, durante el tiempo que flotan en superficie para secar sus alas; así como cuando salen volando y el brillo de sus alas atrae a caballitos del diablo, libélulas y aves. 


image


El tiempo de deriva sobre el agua es muy importante para los pescadores a seca. 

Parece demostrado, que mayor tiempo de deriva implica un mayor interés por parte de las truchas. 

Asimismo también varía la rapidez con que se efectúa la muda. 

Es necesario considerar asimismo, que no todas las ninfas se transforman en subimagos perfectamente, dependiendo de la especie hay muchas que no se transforman bien; son las llamadas “stillborn” –nacidas muertas-. Una fase interesantísima a la hora de pescar, sobre todo en las zonas de remolinos a contracorriente. 

Por otra parte un buen número de moscas son incapaces de desprenderse de la exuvia, son las denominadas “cripple”, y como todos sabéis existe un buen número de montajes sobre este estadío. 

Puedo deciros que ambas son parte esencial de mis cajas de moscas.


image


Desde luego, no siempre es posible entender porque grandes eclosiones no originan ningún tipo de movimiento de las “exquisitas señoras”.

Existen diferentes estrategias en la manera de emerger, muchas especies emergen directamente a la superficie del agua, como por ejemplo Baetis Rhodani, Rhithrogena semicolorata, Ecdyonurus venosus, Serratella ignita, Ephemera dánica, Potamantus luteus.

 Otras gatean por palitos, piedras, macrófitas u otros objetos que sobresalen del agua, como; leptophlebia vespertina, Paraleptophlebia submarginata, Habrophlebia fusca, Ephemera dánica. 

 Otro tipo observado de emergencia se realiza ocupando primero una piedra debajo de la superficie para desde ahí realizar la última muda, es el caso de Heptagenia lateralis.


image



Los más atentos os habréis dado cuenta que hay nombres que se repiten porque hay especies que pueden tener varios tipos de comportamiento y esto es válido también para lo hablado de ninfas. 

Durante un tiempo las alas no son operativas, el insecto debe inyectar hemolinfa en las venas alares hasta que estas están tersas y son aptas para volar.

El tramo del día durante el cual ocurre la eclosión es diferente según la especie. 

Así a la luz del día eclosionan, Siplonurus alternatus, Ameletus inopinatus, Baetis atrebatinus, Baetis fuscatus, Nigrobaetis niger, Baetis rhodani, Serratella ignita; etc.  

Al amanecer eclosionan varias especies de Caenidos y Ephemera vulgata. 

Al anochecer Oligoneuriella rhenana, Ephoron virgo; etc. 


image


Los desencadenantes de la eclosión son complejos y variados, temperatura del agua, fotoperiodo. 

Se ha observado que una iluminación total inferior a 320 cal cm-2 day-1 causa un clara reducción en la eclosión de Baetis rhodani, realmente todo esto es notoriamente complejo y creo que falta mucho para empezar a entender bien todos los factores implicados. 

Variaciones en el ciclo diario de temperatura del agua e intensidad de luz afectan a la duración de la eclosión. Pero personalmente he visto eclosiones del mismo insecto en condiciones climatológicas y de temperatura del agua muy diferentes.

Tras la eclosión el Subimago echa a volar refugiándose en la vegetación, donde realizara la última muda a imago. 

Vuelvo a repetir que las efímeras son los únicos insectos que poseen dos fases aladas.


image


La duración de la fase de subimago puede durar desde pocos minutos hasta dos o tres días. 

Los insectos que realizan la muda en vuelo tardan pocos minutos en efectuarla, es el caso de diferentes miembros de la familia Caenidae, Oligoneurilla rhenana, Ephoron virgo. Este periodo disminuye si aumenta la temperatura.

Hay que reseñar que las mandíbulas de los subimagos e imagos de las efímeras no son funcionales y no se alimentan hasta su muerte.

La eclosión y periodo de vuelo varían tanto con la latitud, como con la altitud. 

Mayor latitud o altitud retrasan la eclosión y periodo de vuelo. 

Es necesario hacer notar, que el cambio climático está modificando estos periodos. 

He visto encuestas por internet solicitando colaboración para ir delimitando estos cambios. 

En ésta entrega os daré periodos de eclosión y vuelo para un buen número de especies, pero como ya he dicho con todas las reservas, por lo que deberían tomarse como algo meramente orientativo.


image


Cuando coincide una eclosión de diferentes especies, suele suceder que el momento álgido de eclosión de cada especie no se solapa, sino que suceden en distinto momento. 

Este, orden permanece a lo largo de los años.

La proporción de machos y hembras suele ser parecida, sin embargo algunos días se observan diferencias –tanto de un lado como de otro- al comienzo de la eclosión.

Entre los factores que se han sugerido como importantes en la eclosión y periodo de vuelo están temperatura, fotoperiodo, velocidad y dirección del viento, humedad, precipitación, presión atmosférica; etc. 

Pero la verdad este es un campo en el que se necesita mucha investigación.


image


Por fin, llega la última muda que lo convertirá en imago. 

Esta muda puede darse al abrigo de la vegetación o bien realizarse en vuelo, casos como Oligoneuriella rhenana, Ephoron virgo, y Caenis spp.

El subimago ladea las patas anteriores y por la parte media dorsal aparecen cabeza, tórax y patas. 

El subimago utiliza estas patas para empujar la exuvia y sacar abdomen y cercos.

También es destacable que las hembras de algunas especies no efectúan la última muda, como en las familias Behningiidae, Polymitarcidae y Palingeniidae. 

En este tipo de especies son maduras siendo subimagos. 

En estas especies el imago macho emerge bastante antes que las hembras. 


image


Los más longevos pueden llegar a vivir 6 días como imago, mientras que otros no viven como adultos ni un día.

Tras este largo proceso, comienzan los vuelos nupciales. 

Los machos se agrupan en enjambres. 

Dichos enjambres pueden constar de unos pocos individuos o de miles.

Están compuestos exclusivamente por machos, excepto en la familia Caenidae que participan los dos sexos. 

Suelen orientarse de cara al viento. 

Las efímeras suelen volar río arriba, para diversos autores; esto es para compensar la deriva bentónica – he sido testigo de ello en una enorme eclosión de Ephoron virgo-.


image


El vuelo nupcial puede tener lugar sobre el agua, por ejemplo; Siphlonurus, Centroptilum, Rithrogena, Heptagenia, Ecdyonurus. 

O bien sobre la orilla, Baetis, Cloeon, Leptophlebia, Ephemera. 

Los enjambres pueden volar a distintas alturas, así Centroptilum luteolum vuela justo por encima del agua, muchas especies de Baetis vuelan alto – por encima de los árboles.

Estos vuelos nupciales ocurren según la especie a distintas horas del día.

1.- Vuelos nupciales durante el día.

1.1. Sólo por la mañana.

Siplonurus spp., Baetis spp., Cloeon simile, Leptoplebia spp., Paraleptophlebia submarginata; etc. 

1.2.- Mañana, mediodia, tarde.

Siplonurus lacustris, Baetis atrebatinus, B. buceratus, B. muticus, B. rhodani, B. scambus, B. vernus, Centroptilum luteolum, Cloeon, spp., Rhithrogena semicolorata, Heptagenia fuscogrisea, Ecdyonurus venosus, leptophlebia marginata, L. vespertina, Paraleptophlebia cincta, Ephemera danica, Ephmera vulgata, Ephmerellidae.

1.3.- Sólo por la tarde

Ameletus inopinatus, Baetis sp., Cloeon dipterum, Cloeon simile, Heptagenia sulphurea, Ecdyonurus dispar, E. insignis, Paraleptophlebia submarginata, Serratella iginita.

2.- Vuelos nupciales al amanecer.

Siplonurus alternatus, S. lacustris, Procloeon bifidum, Caenis luctuosa, C. macrura, Caenis spp.

3.- Vuelos nupciales al anochecer.

Siphlonurus alternatus, S. lacustris, Baetis fuscatus, B. niger, Centroptilum luteolum, C. pennulatum, Cloeon dipterum, procloeon bifidum, Heptagenia sulphurea, Ecdyonurus insignis, Leptoplebia vespertina, Paraleptophlebia submarginata, Ephemera danica, E. vulgata, Serratella ignita, Ephmerella notata, Caenis horaria.


image


Hay factores que disminuyen o incluso inhiben los vuelos nupciales tales como viento, humedad o temperatura del aire.

Las hembras se introducen en el enjambre y el apareamiento sucede rápidamente, la hembra es agarrada por debajo, curvando las patas delanteras sobre ella por el tórax. 

El apareamiento ocurre mientras la pareja desciende al suelo, apareamiento que suele terminar antes de acabar el suelo. 

La copulación es corta y la pareja se separa rápidamente. 

Las hembras comienzan a poner huevos poco después de la cópula.


image


Existen básicamente cinco tipos de comportamiento al efectuar la puesta.

1.- La hembra bucea y deja los huevos en el substrato.

La hembra aterriza en una piedra parcialmente sumergida, con sus alas forma una burbuja de aire y busca donde efectuar la puesta, normalmente en la parte inferior de la piedra, formando con los huevos un semicírculo. 

Puede salir andando, pero normalmente se deja arrastrar por la corriente.

Esta forma de ovoposición se da exclusivamente en Baetis sp. Como Baetis rhodani o Baetis muticus

Fijaos en el vadeador y veréis como alguna vez lleváis imagos de oliva en el. ¿Quién diría que para pescar con un imago habría que plomearlo?

2.- La hembra permanece por encima del agua en una piedra, y los huevos son dejados en el sustrato bajo el agua
.
Pueden buscar piedras cerca de la orilla. 

Los huevos son dejados en el sustrato pero la hembra nunca está totalmente sumergida.
Habrophlebia modesta.

3.- Las hembras vuelan cerca de la superficie y dejan caer una sola masa de huevos al contacto con el agua.

Serratela ignita, pertenece a esta categoría; la masa de huevos es una esfera verdosa.

Normalmente estas masas suelen ser dejadas en agua más bien rápida.

4.- La hembra vuela bajado y dando reiterado golpecitos va dejando poco a poco los huevos.

Este tipo de puesta lo efectúa Rhithrogena semicolorata, normalmente el vuelo suelen realizarlo río arriba. 

Es muy común en las familias Heptageniidae, Leptophlebidae o Ephemeridae.

5.- Especies ovovivíparas.

Puede que la única especie ovovivípara en España sea Cloeon dipterum

La hembra permanece de 10-14 días después de la fecundación, deja los huevos en la superficie del agua y al contacto con esta eclosionan. 

Algunos autores dicen que eclosionan en el abdomen de la hembra pero es bastante improbable.


image


Con esto hemos dado un somero repaso al ciclo de vida y ecología de las efímeras. 

Por último os adjunto una tabla con el periodo de vuelos de unas cuantas efímeras existentes en la península, también os adjunto en dicha tabla los nombres ingleses de las moscas por si acaso consultáis literatura de pesca inglesa. 

No he sido capaz de encontrar el período de vuelo de todas las efímeras españolas, más de 150. 

En este enlace podéis consultar todas las efímeras de la península 


http://www.fauna-iberica.mncn.csic.es/faunaib/arthropoda/insecta/ephemeroptera/.


Tomaos los periodos de vuelo como algo indicativo y no como la verdad absoluta, los efectos del cambio climático ya se están notando, pero probablemente acusarán más los efectos con el paso de los años.


969015_10200124468299884_441949116_n
          

                               Periodos de vuelo de las efímeras



                       Baetidae
Alainites muticus
                  Abril y otoño
                   Iron Blue dun, Jenny spinner (m), Little Claret Spinner (h)
Baetis alpinus Julio-Agosto
Baetis buceratus De abril a junio
Baetis fuscatus
             De mayo a octubre
                  Pale Watery Dun
Baetis pavidus Junio
Baetis rhodani
              Primavera y otoño
              Large Dark Olive Dun, Olive Dun, Large Dark-Olive Spinner, Red Spinner
Baetis scambus
              Febrero-Noviembre
              July Dun, Small Dark Olive Dun, Olive Dun
Baetis vernus
                 Mayo-julio   y          Septiembre-Octubre
             Blue Dun, Medium Olive Dun, Olive Dun
Centroptilum luteolum
                   Mayo-Septiembre
               Little Sky-Blue Dun, Pale Watery Dun, Little Amber Spinner (h)
Cloeon dipterum
           Abril-Mayo y Septiembre-Octubre
             Lake Olive Dun, Pond Olive Dun
Cloeon simile Marzo-Noviembre
Nigrobaetis niger
               Mayo-Septiembre
                  Iron Blue dun, Jenny spinner (m), Little Claret Spinner (h)
Procloeon bifidum
                 Abril-Octubre
              Little Pale Blue Dun, Pqale EveningnDun, Pale Watery Dun
Pseudocentroptilum pennulatum Mayo-Junio y Agosto-Septiembre
Pseudocloeon atrebatinus Abril-Mayo
            Caenidae
Brachycercus harrisella
                Julio-Agosto
Caenis horaria
     Junio-Septiembre/Octubre
            Angler´s Curse, White Midge
Caenis luctuosa
                Junio-Octubre
                Angler´s Curse, White Midge
Caenis macrura
                 Junio-Julio y Agosto-Septiembre
                Angler´s Curse, White Midge
Caenis rivulorum
               Abril-Septiembre
                  Angler´s Curse, White Midge
          Ephemerelliadae
Serratella ignita
               Abril-Septiembre/Octubre
           Blue Winged Olive Dun (BWO), Sherry Spinner
            Ephemeridae
Ephemera danica
             Mayo-Septiembre
         Green Drake (Dun), Black Drake (m spinner), Grey Drake (m Spinner), Spent Gnat (h), Mayfly
Ephemera glaucops Mayo-Agosto
Ephemera lineata Mayo-Agosto
Ephemera vulgata
           Mayo-Septiembre
             Drake Mackerel (Spinner)
             Heptageniidae
Epeorus alpicola Junio-Julio
Epeorus torrentium Agosto-Septiembre
Ecdyonurus dispar
                   Junio y Septiembre/Octubre
                August Dun, Autumn Dun, Whirling Blue Dun,Yellow Dun, Great Red Spinner, Red Spinner.
Ecdyonurus fluminum Mayo-Septiembre (Junio)
Ecdyonurus forcipula Mayo-Octubre
Ecdyonurus helveticus Mayo-Octubre
Ecdyonurus venosus Abril/Mayo-Septiembre/Octubre
            Late March Brown, Dun Drake, False March Brown, Great Red Spinner
Heptagenia coerulans Mayo-Septiembre
Heptagenia longicauda Mayo-Agosto
Heptagenia sulphurea
               Mayo-Septiembre
          Little yellow May Dun, Yellow Hawk (Dun), Yellow May (Dun)
Rhithrogena alpestris Junio-Septiembre
Rithrogena germanica
                         Marzo-Mayo
             March Brown (Dun), Great Red Spinner
Rhithrogena semicolorata
                  Abril-Octubre
              Olive Upright (Dun), Yellow Upright (Spinner)
             Leptophlebiidae
Choroterpes picteti Junio-Julio y Agosto-Septiembre
Habroleptoides umbratilis Junio-Septiembre
Habrophlebia fusca Mayo-Agosto
Leptophlebia marginata Mayo-Agosto
Leptophlebia vespertina
                  Mayo-Agosto
                        Claret Dun, Large Claret Spinner (h)
Paraleptophlebia cincta
                   Mayo-Agosto
                       Purple Dun, Purple Spinner
Paraleptophlebia submarginata
                         Abril-julio
             Turkey Brown (Dun)
                    Oligoneuriidae
Oligoneuriella rhenana Junio-Septiembre
                   Polymitarcyidae
Ephoron virgo Junio-Octubre
                     Potamanthidae
Potamantus luteus Junio-Agosto
                        Siphlonuridae
Siphlonurus aestivalis Mayo-Agosto
                      Summer mayfly
Siphlonurus lacustris Mayo-Agosto
                      Summer mayfly




                      Francisco José Vazquez.

jueves, 5 de septiembre de 2013

SOMBRAS DEL RIO …

          En varias ocasiones he dicho que éste blog es por y para vosotros, los lectores del mismo que con vuestro apoyo me hacen proseguir por la singladura elegida.
Pablo Jaro es un joven mosquero y, como tal su diario mosquero es un tomo casi en blanco. Nos ofrece un relato de una jornada de pesca vivida en primera persona donde entre otras cosas se puede apreciar sus ganas e interés por abundar en este sin vivir que es la pesca a mosca.
Muchas gracias por tu aportación que, personalmente, me parece espléndida.

Lasmoscasdepaco.

--------------------------------------------------------------------


Sombras del río


          Deseada jornada que mi padre y yo decidimos afrontar en un precioso río calizo en el mes de la hierba amarilla, en plena canícula veraniega.

Nos levantamos muy temprano, sobre las 5.30h el despertador empezó a cantar y como un resorte salí de la cama ansioso por subirme en el coche y volver a contemplar tan imponente paisaje después de un año sin haber pisado aquellos caminos y sendas.

Por el camino disfrutamos de la visión de una gran cantidad de corzos, muchas hembras con los corcinos aún de pequeño tamaño, así como cuatro zorros, incluyendo una pareja de hermanos que buscaban sorprender a algún desprevenido roedor al alba en los campos de cebada recién segada y otro que cruzó la carretera y se quedó mirando curioso el coche antes de desaparecer entre la alta hierba.

Al llegar al río, era como si el monte aún se estuviese desperezando y la naturaleza nos deparó otros regalos como por ejemplo una gama con su pequeño en un chopera a la orilla del río, otra hembra de este cérvido de manto a lunares blancos que junto con la cría del año anterior y el pequeño de esta primavera, cruzaron nerviosos el río a nuestro paso, o una cierva que también con su cervatillo bajaba a beber y de lo que mi padre fue testigo privilegiado.

El río presentaba un color grisáceo, como si sus aguas quisiesen preservar con recelo la vida que albergan dándole un toque misterioso y atrayente a la vez.


image



Tras dejar el coche y equiparnos nos dispusimos a iniciar la pesca. 

Mi padre se desplazó por la orilla río abajo, mientras que yo le alcanzaría poco después ya que me quedaba en un bonito pozo y una pequeña corriente que el año anterior me deparó mi primera captura en este bello paraje.

Nada más entrar prospecté la citada corriente y tras varios intentos conseguí que una trucha siguiese mi mosca, pero decidió que no le apetecía el menú presentado y no volvió. 

Mientras, en el pozo, dos moradoras del río se cebaban con cierta frecuencia y a por ellas que fui; la primera, pegada a la orilla, debía saber lo suyo y al primer lance que realicé cesó en su actividad, por lo que me centré en la otra, que no paraba de comer. 

Después de insistir un rato sin éxito, opté por cambiar de imitación y en el primer lance se ceba franca, clavo y se lanza rauda hacia mi posición, que unido a su pequeño tamaño y a que no esperaba esa reacción me hizo perder la primera del día.

Después de esto me dirigí al encuentro de mi padre que ya había conseguido tres preciosidades en un tramo de apenas diez metros de río, y me comentó que había otro pescador algo más abajo; por mi parte le dije que justo por encima de donde había empezado yo, habiéndome visto, se habían colocado dos o tres sin avisar y pisaron todo el tramo por arriba sin tino ni cuidado y con demasiadas prisas.

Viendo el panorama mi padre me señaló unas tablas unos veinte metros por encima de su posición y me indicó que lo intentase por ahí.

No se veía actividad, pero posando con suavidad y precisión en los huecos entre las numerosas algas ocurrió que una sombra se elevó desde el fondo, persiguió la artificial y la tomó con ganas, a lo que respondí con el cachete y recogiendo línea con premura pues no era precisamente pequeña y buscaba el perdedero entre la numerosa vegetación. Una vez que la tenía a los pies, al echar mano a la sacadera, un último revolcón terminó con su momentáneo cautiverio, pero en fin, ¡al menos la engañé!

Proseguimos río arriba y pude presenciar desde una posición algo elevada en la orilla cómo un bonito ejemplar tomaba la mosca de mi padre, pero no consiguió clavarla bien y escapó….siempre que se pierde una buena te quedas algo descolocado, pero fue un bonito lance al ver la cebada, la posada perfecta y la subida confiada del animal.


image



Poco después, en un profundo pozo, a la caída del mismo, conseguí la primera del día, de oído porque no vi la cebada, sino que la escuché e intuyéndolo, clavé. 

Una pequeñaja muy punteada y nerviosa que tras la foto, al agua de nuevo.


image



Proseguimos un rato más hasta llegar al coche a la hora de comer; sacamos unas sillas y con bocadillos, agua fresca y buena fruta nos repusimos y reposamos algo más de una hora escuchando el discurrir del río y charlando.


image



Después de haber repuesto fuerzas volvimos al río. 

En la misma posición en la que por la mañana tras dos intentos no había conseguido nada más que perder una captura, al lado mismo del coche, observé una cebada cerca de la orilla y entre las sombras de la abundante vegetación. 

Tras esperar a que el viento me dejase posar con precisión, coloqué la mosca en el lugar preciso y la subida fue franca, clavo y una bonita trucha acaba en la sacadera.


image



Mi padre se decantó por una preciosa corriente poco espaciosa debido a la anchura del cauce y la vegetación de la orilla, en la que en las zonas sombreadas de la misma consiguió clavar una maja que le dio el “cambiazo” entre las algas del fondo y otra también terciada se le resbaló entre las manos, ambas casi en el mismo sitio.

Por mi parte, avancé hasta situarme algo por encima en unas tablas poco profundas que parece que ya habían reposado suficiente desde que lo pescaran por la mañana, porque nada más entrar al agua asusté a una truchilla y vi otra cebarse.


image



Con ilusión comencé a inspeccionar cada rincón entre la vegetación, detrás de cada pequeña roca que se veía en el cauce, y fue en estas posiciones desde donde dos sombras se lanzaron a tomar la mosca en bonitos lances. 

Hubo dos más, una sólo siguió la mosca y se asustó al verme y en el caso de la otra, me pareció ver en menos de un palmo de agua una extraña figura entre las algas, tras lo cual posada certera y subida a engullir la artificial, pero me precipité al clavar y la sombra desapareció tras una cabezada en el agua.

Esto ocurría en los primeros seis u ocho metros, en el resto de la tabla nula actividad y aguas profundas me hicieron avanzar río arriba hasta encontrar a mi padre, que no había tenido mucha fortuna.


image



Decidimos afrontar una última zona de aguas lentas rematadas en una buena corriente con las primeras sombras de la tarde.


image



Y así, mi padre y yo avanzando a la par por el cauce, buscando sombras del río, solamente escuchando el susurro del agua, la línea volando y los sonidos del monte, lance tras lance, acabamos el día con las sombras recorriendo el cañón y las últimas capturas disfrutadas por ambos, para poner punto y final a una jornada cuyos instantes y vivencias se saborearán aún durante mucho tiempo.


image




Pablo Jaro