Así se llama el paso que hay que atravesar para llegar a un tramo del rio. Bonito y duro de pescar, con difíciles accesos y tanto o más el transitar por el rio. ¿Entonces, porqué ir allí?, pues por la truchas, por las bravas truchas que esconde el rio una vez atravieses el paso.
Un rio agreste, con mucha vegetación de ribera que hace dificil el transitar por ella cuando no imposible.
Dejamos el auto en una pradera y nos encaminamos por una estrecha senda entre la maleza, zarzas, espinos, mucha broza que nos rodea, de pronto el sendero se interna en la roca y asciende por la montaña dejando a sus pies el rio…
Lo veis,?? Si, no, pues es por donde hay que atravesar la roca, ya en el “Despeñadero de los Pescadores”, veis la pared de roca enfrente??... pues por allí hay que ir…
Uno de los tramos del “Despeñadero de los Pescadores” esa marca estrecha, de apenas el ancho de un pie es por donde hay que atravesar la roca, roca lisa y deslizante como solo la pizarra puede serlo, un paso en falso y tienes una caída de más de diez metros a una profunda poza en el rio….
Ya casi hemos cruzado el “Despeñadero de los Pescadores”, ahora hay que llegar por las rocas a los arboles que se ven al fondo a la izquierda. Mucho ojo con las botas con clavos, en esta zona es peligrosísimo llevar clavos en las suelas… para andar por el rio también es malo, pues hay muchas lajas de pizarra muy lisa y grandes bolos de piedras donde el clavo resbala.
Ya casi lo hemos atravesado, la roca parece pulida, al menos esta seca, porque cuando esta mojada desliza muchísimo más. Por supuesto ni pensar en atravesar el paso con poca luz, hay que dejar de pescar con tiempo suficiente para atravesar el paso antes del anochecer.
Atravesamos el “Despeñadero de los Pescadores” y nos encontramos con una tabla-poza con suaves orillas y sombra donde poder hacer un descanso, desde este punto podemos iniciar la pesca. En la foto, en la orilla de enfrente tras el árbol y bajo el saliente de roca hace unos cuatro años que un amigo capturo una trucha de más de dos kilos.
Lanzando justo a la sombra de la roca. Desde entonces es una de las posturas que no dejo de pescar. Y en muchas ocasiones he conseguido allí una captura… no del tamaño de la de mi amigo pero muchas veces la postura me da trucha, en esta ocasión no fue así, en la poza había muchos barbos y bogas y no conseguí picada de trucha.
Hoy pesco corrientes y chorreras, allá donde la vegetación me lo permite. Lances rodados, laterales, a ras de agua, a la “remanguillé”, hay que utilizar todo el repertorio de triquiñuelas que sabemos para poder posar la mosca en las aguas delante de nosotros…
A veces al rio se abre, ensancha el cauce en mil corrientes que hay que inspeccionar una por una, haciendo una pesca lenta y reposada, un posar la mosca acá y allá, tras cada hierba, tras cada roca, pegada a la sobaquera de la orilla…
Cien posturas en un tramo de treinta metros de rio, cien sorpresas…
Y tras las corrientes, las tablas, tablas vadeables, semi profundas, donde al vadear con el agua a la cintura un resbalón puede provocar la caída y el chapuzón.
Otras veces las truchas se ceban tranquilas en estas tablas, hoy no es así, las tablas están llenas de barbos y cachos que nadan raudas de un lado a otro.
Las truchas hoy prefieren zonas de aguas algo mas movidas, cabeceros de tablas, estrechos, zonas donde una roca aflorante provoca varias posturas…
Y en estas zonas van saliendo las truchas, atacan a nuestras moscas y se prenden en ellas
Zonas con aguas corrientes donde eclosionan efémeras y donde las truchas las acechan para comerlas, zonas donde con sigilo hay que posar nuestras moscas, sin prisas, lanzando por toda la corriente….
Teniendo buen hacer conseguimos los frutos en forma de preciosas truchas que luchan hasta la extenuación antes de darse por vencidas.
Y así pescando corriente tras corriente va transcurriendo el día en un sin sentir, la pesca tranquila y reposada en solitario se vuelve tan grata que no nos damos cuenta del paso de las horas.
Y las capturas van llegando a nuestras manos. Tratemos las trucha con cuidado, con mimo, desanzuelar y devolver la pintona a las aguas…..
Y pese a que podría apurar más la jornada de pesca, como dije éste no es el enclave para hacerlo y, vale más dejar de pescar una hora a que te encuentres sin luz por esos roquedales…
Duro es el camino de vuelta, tan solo el echar vista larga y ver lo que nos espera ya impone.
Es hora de atravesar de nuevo el “Despeñadero de los Pescadores” .
Os gusto el enclave? Pues, por desgracia el lugar es un tramo de pesca truchero tradicional donde se puede practicar la pesca de la trucha con cualquier modalidad permitida y donde pueden llevarse las capturas en cupo y talla establecida.
¿Para cuando la declaracion de pesca sin muerte en todos los tramos trucheros??
LasmoscasdePaco.
Olá,
ResponderEliminarBonitas Fotos,bonito Rio,bonitas Trutas,parabéns!!!
Abraço,
João Dias
Hola Joao.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Estás en lo cierto, este tramo deberían declararlo
ResponderEliminarlibre sin muerte.
Es bonito y muy entretenido de pescar, en los últimos años ha sido muy castigado.
Un saludo
Mario