Tanto los comienzos como finales de temporada son jornadas de pesca muy particulares.
Ya de antemano me excuso.
Me excuso porque en ambas jornadas me gustaría disfrutar de todos mis compañeros y amigos mosqueros.
En temporadas pasadas así fue.
En el presente, por motivos varios, muchos de ellos sucios y soeces, amén de la galopante crisis económica y laboral que a todos de una u otra forma nos afecta hacen que el desánimo cunda en mi y prefiera “enrocarme” en compañeros mas íntimos a organizar reuniones para luego estar en boca de abrazafarolas, tragasables, lameculos y demás embozados que desgraciadamente pululan doquier.
Por eso me excuso ante vosotros, compañeros de pesca, por anteponer evitar semejante gentuza a disfrutar de vuestra compañía, de un buen grupo de pescadores compartiendo una grata jornada de pesca… así ando de ánimos.
-Paco. Ni de coña te quedas en casa el último día de temporada.
-Prepárate que el día 15 nos despedimos del padre Tajo-
Así fue como me encontré tal data en compañía de Juanma y Paco Pepe, dando buena cuenta de tortilla de patatas y filetes empanados antes de enfundarnos en vaders, montar equipos y afrontar unas aguas, a mas decir frías donde posar moscas y capturar truchas en uno de los tramos más entrañables del rio Tajo.
Ya en acción de pesca nos encontramos la primera tabla con las posturas ocupadas por un gran bando de barbos a los que Juanma mostro interés (no eres el primero que lo intenta sin éxito).
Lo cierto es que los grandes bandos de barbos ahuyentan a las truchas, mas si cabe si éstos andan corriendo como locos de acá para allá asustados por vernos.
Paco Pepe escudriñaba el rio desde la orilla avisándole de truchas puestas y cebándose. Más todo fue inútil y superamos la larga tabla sin haber conseguido ninguna captura.
La suerte vario al llegar a aguas corrientes, donde pescando a cebada vista conseguimos llevar a las manos varias capturas de “truchuelas”.
Pescando a la par, uno por cada orilla del rio, avisándonos de las cebadas observadas.
-Juanma, la mosca que llevo me la rechazan, que llevas tu?-
-He visto volar pitillines, dipteritos y alguna efémera pequeña-
Oportuno y efectivo cambio de mosca con el que consiguió un par de bonitas truchas.
-Truchas no, truchuelas-
Fueron esas horas centrales del día las que provocaron mayor eclosión de insectos y mayor actividad en las truchas, acaso un par de horas donde unos y otros colmamos nuestras ansias de capturas pese a no ser del tamaño deseado.
Llegamos a zonas querenciosas.
Enclaves mosqueros donde la mesura y buen hacer son herramienta indispensable.
Así, pescando las orillas donde otrora tuvimos capturas muy notables, truchas de esas que te parten un bajo del 16 o enderechan un anzuelo…
Lances medidos, lances ajustados, lanzando por delante de la sarga para que la mosca derive justo por debajo de sus ramas
Lances complicados, con fuertes corrientes entre el pescador y la trucha que hacen dragar nuestra mosca y nos obligan a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Y como premio a todo ello, capturas de preciosas truchas como pago al buen hacer mosquero
-Paco, tú con que estas pescando?-
-Con una imitación de pitillín. Me está funcionando bien-
Rápidamente el sol se oculta tras los riscos, apenas brilla en los altos farallones rocosos donde los buitres apostados disfrutan de sus últimos rayos mientras observan nuestro hacer mosquero
El rio se envuelve en sombras, las cebadas desaparecen y conseguir que una pintona tome la mosca que posamos por las aguas se vuelve harto complicado
Acaso apuramos la jornada a sabiendas que tendrán que pasar muchos días antes de volver a posar nuestras moscas por el rio Padre.
Últimos lances de la temporada en compañía de un gran Tajo-adicto.
Ya con el rio en sombras, bajando rauda la temperatura y con ausencia total de actividad damos por finalizada la jornada de pesca, salimos de las aguas, guardamos cañas y carretes y trochamos por la senda de la orilla
Mezcla de sentimientos.
Por un lado placentero por la bonita jornada de pesca, ítem mas por haber disfrutado de la compañía de dos buenos mosqueros y mejores amigos.
Empero con un halo de tristeza al haber dado por finalizada la temporada mosquera.
Trochamos por la senda de vuelta al auto. Recordando los últimos lances vividos, disfrutados.
Con la esperanza de una nueva temporada donde poder disfrutar de nuevo de los ríos, de las truchas, de la pesca a mosca y de la compañía entrañable de camaradas y amigos mosqueros.
Por último, un recuerdo, un entrañable recuerdo a todos vosotros con los que ésta temporada he compartido jornadas mosqueras y con los que habiendo querido hacerlo no ha sido posible.
Un entrañable recuerdo para todos.
---¡¡ Forja de Mosqueros !!---
-Todo lo que tenía que pasar había pasado, todo lo que tenía que ser visto ya era historia.
Aquel fue uno de los momentos en los que nada queda salvo una abertura en el cielo y una historia que narrar… y quizá algo parecido a un poema.
En fin, como el lector posiblemente recordara, la historia viene precedida por estos versos:
Y cree entonces conocer
Los montes donde afloro su vida…
Estas palabras son ahora parte del relato.-
Norman MacLean
El rio de la vida.
LasmoscasdePaco.
A drink to next year my friend.
ResponderEliminarThank you Cofisher.
ResponderEliminarEven I still have them a handful of experiences that to report.
Regards
Paco, todo cambia al igual que el agua avanza por el río de la vida. Mucho ánimo y un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Alvaro.
ResponderEliminarBonitos lances de pesca hemos compartido esta temporada.
Saludos
Enviado por Paco Pepe a mi correo electronico.....
ResponderEliminarSi es cierto soy un adicto, Tajoadicto más bien, sus tablas, corrientes y chorros me tienen hechizado. También la extrema dificultad de sus truchas -cómo tú has podido comprobar-, anima mi mente y me hace intentar ser mejor. Desde hace años lo pesco dos o tres días por semana. Este año he tenido la inmensa fortuna de pescar contigo frecuentemente, gracias a la pasión que tienes con la pesca he podido reencontrarme con mí río, que llevaba unos años desdeñándome. Que jornadas más intensas hemos tenido y con qué poco nos hemos conformado otras. ¡Grandes emociones! Ánimo Paco, sique escribiendo este blog, con tu pasión y tus sentimientos, y sí también soy adicto a tu blog. Un blog en el que se habla de esa pesca a mosca intemporal, no de la que ahora está de moda. Un abrazo.
Paco Pepe.
Hola Paco pepe.
EliminarGracias por tus comentarios y animos.
El afortunado he sido yo de poder compatir jornadas de pesca y de aprender lo mucho que puedes enseñar.
Las emociones o ¡¡Grandes emociones!! las provocan los sentimientos, el rio, la pesca a mosca y el ser como somos.
---¡¡ Forja de Mosqueros !!---
Entrañables saludos compañero
Hola Paco,
ResponderEliminarMe uno a las palabras de animo de Álvaro y Paco Pepe,...,
Aprovecho para darte las gracias por COMPARTIR, y de enseñarme esos rincones que me faltaban para, por si ya no lo era, hacerme todavía más un apasionado de la pesca a mosca.
También quiero dar las gracias a todos con los que he compartido este año una temporada inolvidable,
Muchas gracias y hasta pronto.
Juanma, amigo mio.
EliminarSiento mucho el de alguna manera haberte contagiado en algo o en parte el incurable virus que nos afecta.
O mucho me equivoco o llevas la Tajo-adiccion en las venas.
Si eso le añadimos que ya llevabas la pesca a mosca... no tienes solucion, estas perdido, jeje.
Afortunado soy por poder posar moscas por las aguas de los rios a la par que tu.
Gracias por TODO, compañero.