Siguiendo el hilo de “historias de moscas” referiré una nueva anécdota de la pasada temporada…
Sucedió que estando cambiándonos de ropa, enfundándonos en vaders y montando cañas en el camino paralelo al rio, pasa un vehículo de color gris, sus ocupantes se nos quedan mirando, nosotros les observamos hasta que se pierde de vista tras el recodo del camino.
Nos dividimos el tramo, mi compañero pescaría aguas abajo de donde nos encontrábamos y yo lo haría aguas arriba.
El primer tramo de rio que pesque me resulto muy fructífero, lanzando “la marroncita” pegada a las orillas conseguí clavar hasta media docena de truchas en un fluir continuado.
Ya me las prometía felices, pues si en no demasiado tiempo y en tan corto tramo de rio había conseguido una buena cifra de capturas, teniendo toda la tarde por delante la cosa podría ser de nota.
Doblé el recodo del rio y ante mí un bonito tramo de corrientes donde posar mi mosca en espera de ser atacada por bravas pintonas. Pesco despacio, machacando de lances cada postura, cada corriente, cada vano tras piedras aflorantes, las orillas, acá y allá, todo en vano, no consigo que las truchas ataquen mi mosca, es más, no veo ninguna trucha, ni puesta ni huyendo en frenética carrera, todo lo mas veo bajar de vez en cuando una rama, un palito por el rio.
Llego a un vado de aguas calmas donde en lejanía veo un par de cebadas, me acerco con cautela, realizo un lance bastante lejano, la mosca se posa en el agua y al llegar al punto de la cebada es tomada con rapidez.
Clavo con seguridad y al dar el cachete la trucha salta por las aguas, casi casi vuela hasta caer en mis cercanías. Es un pequeño alevín de trucha que mas que calmarme me encorajina.
Observo las aguas del vado, tranquilas, vadeo por medio del rio y no veo ni una sola trucha huyendo de mi presencia, estoy extrañado.
De repente en la lejanía de las aguas veo algo flotando, algo que baja placido por el rio, algo que no consigo identificar, algo más cerca me parece una especie de buldó de gran tamaño, una gran burbuja.
Cuando llega a mi altura la atrapo, es una pequeña capsula, del tipo de las que hay en las maquinas de bares y restaurantes que ofrecen pequeños juguetes a los niños.
En su interior se observan un par de moscas. Abro la capsula y veo una mosca seca en perfecto estado y una mosca emergente algo deteriorada.
Al fin se enciende una lucecita en mi cerebro. Salgo del rio y camino por la orilla aguas arriba a fin de doblar el siguiente recodo del rio. Cuando lo hago todo se vuelve más lógico. Allá, metidos en las aguas dos pescadores pescando al alimón van posando sus moscas por el rio.
Me acerco a ellos para saludarles…
-Hola, cómo va la pesca?-
-Que tal, pues alguna va saliendo-
-Habéis venido en un coche gris?-
-Si, está aparcado en el camino, un poco más abajo-
-Vale. Que se os de bien-
-Adiós-
Misterio desentrañado, llevo todo el día pescando tras estos dos pescadores, ya sé el porqué el primer tramo me deparo buenas capturas y tras doblar el primer recodo del rio no hice nada.
No es aquello de tener más o menos derechos, sino más bien de camaradería y compañerismo.
Creo que, si ves a alguien preparándose para pescar y llegas, cuanto menos preguntarle la zona que va a pescar y a ser posible ponerse de acuerdo con entendimiento para repartirse el tramo de rio y no molestarse los unos a los otros. Pues, lo que hoy provocas, mañana puedes sufrirlo y, sinceramente, realizar un viaje de más de 500 kmtrs. Para que alguien se plante por encima de ti y eche al traste la jornada de pesca no es plato de buen gusto.
De tan particular jornada de pesca, queda como recuerdo tan singular “capsula” y sus dos moscas que, pasaran a formar parte de mis pequeños “tesoros” o que estaré encantado de devolver a su dueño si se pone en contacto conmigo.
LasmoscasdePaco.
Lo cierto es que la trastada y el “detallito” de la muerte en los anzuelos no dice nada a favor de aquellos pescadores…curiosa historia Paco.
ResponderEliminarDebemos respetarnos y no ser agonías.
ResponderEliminarHaciendo las cosas bien hay río para todos.
Un saludo
Mario
El día que TODOS nos demos cuenta que los rios son de TODOS tal vez estas situaciones se dejaran de ver, en fin...
ResponderEliminarHola Paco,
ResponderEliminarBuenos artículos, esto que comentas se suele repetir con frecuencia, sin ir mas lejos el último día del Tajo nos paso lo mismo o mejor a Mario y a ti, y también un coche gris y con lo grandes que son esos ríos.
Saludos.
Hola Juan.
ResponderEliminarPuede que hayas datado la anécdota, jeje.
Hola Tulima. Es cierto lo que dices, también TODOS nos equivocamos a veces, yo mismo esta temporada he sido "agresor" sin quererlo de algo parecido.
Esta claro que lo mejor es como bien dice Sorbeyejarama, que haya entendimiento y hacer las cosas bien.
Lo relatado tan solo es anécdota a Dios gracias y, quizas lo comenté no como queja de que alguien hubiera pescado por encima de mi, sino de como me dí cuenta de ello, de la mencionada "capsula".
Saludos
Joer, pues con semejante caja de moscas, el chaleco debería ser como el de "Michelín" :-) :-)
ResponderEliminarMira que meter dos moscas en una cápsula tan grande!, que cosas más raras hacen algunos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Miguel Angel.