De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

Páginas

Competición NO..... Gracias.

viernes, 22 de julio de 2011

SERENOS, TABLAS PROFUNDAS…

          Pleno estío, altas temperaturas, sol radiante. Son los momentos actuales y con estas premisas no queda otra sino aprovechar las horas extremas del día, amanecer y anochecer.

Recibo una llamada telefónica de mi amigo Humberto.

-Paco, vámonos a hacer un sereno al Sorbe-

-No hay más que decir, en una hora estoy en tu casa-


clip_image002

A las seis de la tarde estamos mojando moscas en el rio, tablas y corrientes en zonas sombreadas esperando la actividad de las pintonas.

Lo cierto es que el rio ya viene corto de agua y que muchas de las posturas conocidas donde otrora conseguía capturas en el presente y con un escaso palmo y medio de agua no albergan truchas.


clip_image004

Con todo y con ello el rio tiene mil posturas y una acá y otra allá, cediéndonos la mano Humberto y quien narra vamos sacando truchas, truchas de tamaño contenido pero que amenizan la tarde.

clip_image006

El sol se oculta tras los farallones de pizarra, el rio se sombrea y los insectos inician su actividad. Pequeños dípteros, revoltosos tricópteros, alguna ritrogena y un par de efémeritas pequeñas, la una de tonos olivas-pardos y la otra de tonos cremosos-amarillentos.

Como no podía ser de otra forma las truchas no son indiferentes a las eclosiones de los insectos. 

clip_image008

Nos encontramos en el final de una larga tabla, tabla profunda, invadeable y, escoltada por tupida vegetación de orilla que la hace al punto impescable. Lejanas, a distancia de no-lance las truchas se ceban sistemáticamente, a veces dando estrepitosos saltos, otras provocando grandes ondas en la superficie del agua.

Humberto y yo no hacemos sino buscarle los tres pies al gato. Ver la forma de adentrarnos en las aguas para poder posar nuestras moscas en las zonas donde se producen las cebadas.

clip_image010

Mi compañero inicia la osadía, pegado a las ramas de las orillas se interna en la tabla con pasos cortos, evitando provocar ondas y sin resbalarse.

Al fin se para, tras un rato sin moverse una trucha se ceba a distancia de lance, de lance largo a mas decir, difícil pero no imposible.

Uno, dos, tres falsos lances, una doble tracción, posada en altura dejando que caiga suave sobre las aguas, allá a lo lejos apenas se ve un penachito clarito flotando. Bruscamente el penacho queda atrapado en las fauces de “maese Fario” en una cebada explosiva.




Humberto tensa línea, clava firmemente y atempera las acometidas de la trucha apresada mientras la va acercando hacia sí sin remisión para al final redarla en la sacadera.

Un bonito lance, de esos de recordar no ya por el tamaño de la trucha, que tampoco era menguada, sino por el escenario, acción y dificultad.

clip_image012

Tras ello y sin prisas recompone el bajo, limpia, seca y flotabiliza la mosca e inmóvil espera una nueva cebada a distancia de lance.

Y se volvió a cebar la trucha y volvió a sucederse la escena ya contada en dos ocasiones más. Humberto disfrutaba de la pesca en el sereno y prueba de ello es la sonrisa de felicidad que ilumina su faz.

clip_image014

-Allá delante se ceban Paco, pero yo allí no llego, es imposible.-

Observo la lejana cebada, me digo que tengo una ventaja. Pesco sin vadeador con lo que no tengo que pensar si me mojo mucho o poco.

Agarro la zona del cogote del chaleco y me la pongo por encima de la cabeza y, despacio me interno por la tabla profundizando en las aguas, despacio, aproximándome a las cebadas. El agua me llega por encima de la tripa, moja la parte inferior del chaleco, sigo adentrándome en la tabla, levanto los brazos, el agua me llega al pecho justo por debajo de los brazos.

clip_image016

Tengo que levantar los brazos para lanzar, no es sencillo, saco línea del carrete, lanzo con fuerza la línea tras de mí, segundo de espera y proyecto hacia delante, otra vez de nuevo, imprimiendo velocidad. La línea sale disparada, el bajo se despliega y la mosca posa (de aquella manera que no voy a decir que muy bien) en la zona donde se estaban produciendo las cebadas.

clip_image018

Sin moverme observo la mosca inmóvil en las aguas y en éstas estoy cuando la trucha se ceba a mi mosca. Si fue difícil el lanzar tanto o más lo es el clavar, brazos en alto, caña izada cual mástil de velero, tirón a la línea incluso acompañado de un echar el cuerpo hacia atrás. Y, en ese echar el cuerpo hacia detrás los pies resbalan en las rocas, resbalón, hundimiento en el agua hasta más allá del cuello. Pese a ello brazos en alto, línea tensa, notando los arreones de la trucha, al fin consigo asegurar con firmeza los pies y empezar a acercar la trucha prendida en la mosca.

clip_image020

Atrapo la trucha con la mano, una preciosa pintona de tamaño medio la desanzuelo y la devuelvo a las aguas.

Simplemente henchido de satisfacción. No, no hay pruebas fotográficas como podréis comprender. 

-Jooooder- exclama Humberto.

Salgo de las aguas, estoy totalmente empapado pero súper contento.

-Humberto, vamos a subir a la cabecera de la tabla, allí echas unos lances y rematamos el día.-

clip_image022

Humberto posa la mosca en las corrientes de cabecera de la tabla, donde una, dos y tres veces su acción es premiada con la captura de preciosas truchas. La ultima a mas decir de buen porte y que justo cuando iba a ser ensalabrada consiguió romper el bajo y soltarse, he aquí prueba de ello…



Retornamos al auto por el sendero, comentando los lances de pesca en animada charla, bromas, risas, felicidad tras el placer de la pesca al sereno.

Ya en el auto ropa seca (que en mi persona fue muy de agradecer), un renovar fuerzas con un bocadillo, una pieza de fruta y un refresco de cola. Tras ello caminito de casa, recordando las mil anécdotas pasadas y disfrutando de una entrañable charla de amigos mosqueros.


          LasmoscasdePaco.

5 comentarios:

  1. Paco, te paso la prueba de tu chapuzón, hay que salvar algunas distancias pero perfectamente esta podía haber sido la escena.

    http://www.youtube.com/watch?v=IWJC8SF82Qo

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Jejeje. Ojala. Muy alto pusiste el listón.

    Gracias y saludos

    ResponderEliminar
  3. Preciosa entrada, como siempre Paco.
    Todavia andas por la sierra norte?
    Ya te hacia en el Tajo.
    Yo en dos semanas comienzo mis escapadas Tajeras.
    Un saludo.

    Mumi.

    ResponderEliminar
  4. Enhorabuena por la jornada de pesca.
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. La verdad es que los vídeos no sabía que se hacían y muchas de las fotos fueron "robadas" como paparacci profesional que es Paco... je, je, je... Pero como siempre fue una tarde gozosa, independientemente de los frutos piscatorios, la compañía y la sorpresa que se traía en la mochila: un bocata con una Coca que entró como Dios manda después de pelearse el Sorbe, que siempre es una pelea... ¡¡Gracias Paquito!!

    ResponderEliminar