Hablar del rio Gallo es hablar de la pesca a mosca, que no quiere decir que en éste rio no se puedan practicar otro tipo de modalidades de pesca, sino que desde hace muuuuuuchos años “viejos mosqueros” lucharon y convencieron a la Administración por crear un tramo de pesca solo para la mosca (nuevos vientos corren y ahora hasta los hay que quieren acabar con ello).
Cuevas Labradas probablemente sea uno de esos lugares donde todos los mosqueros de la zona centro acudan en alguna ocasión a mojar sus moscas y tentar sus truchas.
Aun hay mas, y es que el rio Gallo pasa por tener unos de los mejores “serenos de verano” donde las Serratellas eclosionan masivamente y las truchas se ceban voraces a ellas y, doy fe que quien acude a éste rio y pilla un sereno se queda prendado del lugar para toda la vida.
Todo esto redunda en la “educación” de sus truchas, truchas que se ven acosadas de principio a fin de temporada con mucha frecuencia y tan solo redime cuando sus aguas se toman y vuelven achocolatadas propiciando así una “veda temporal”, esto ocurre con demasiada frecuencia, ya que la zona es abundante en tormentas y el rio se tiñe muy rápidamente y tarda mucho en aclarar.
Cuatro mosqueros decidimos hacer un sereno en el rio Gallo, llegamos con antelación para pescar las primeras horas de la tarde alguna zona de corriente para más tarde ubicarnos en las tablas para pescar el sereno .
El rio bajaba estupendo, clarito de aguas y con muy buen caudal, además la cosa prometía y a los primeros lances conseguimos capturas, ¡¡felices nos las prometíamos!!.
Pero el rio no estaba por abrirnos sus puertas y en menos de una hora desde que iniciamos la pesca, se levanto un fortísimo viento que lanzaba ramas al rio, espadañas y rizaba el agua. En dichas condiciones posar una mosca sencillamente era imposible y que las truchas vieran la mosca que con suerte posabas en las aguas más difícil aún.
El anochecer llego sin que el viento aminorara, empezó a desplomarse la temperatura ambiente (terminamos con 13 grados a las 22 horas) y como era previsible con dichas condiciones no hubo sereno, acaso José fue afortunado y pescando un tramo recurvado donde el viento aflojaba consiguió un puñado de capturas casi ya sin luz ambiental.
-Al mal tiempo, Buena cara.- Que se dice, y otra vez será
Estos días son los que te dejan una deuda pendiente con el rio. Una próxima cita donde poder tentar a sus esquivas truchas y disfrutar de uno de los buenos serenos que el rio Gallo depara. En esta ocasión Eolo lo impidió y a duras penas vimos los ocelos y pintas rojas de las truchas del rio Gallo.
LasmoscasdePaco.
El próximo año me gustaría saldar la visita siempre querida y nunca realizada a este río.
ResponderEliminarSaludos.