De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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martes, 16 de mayo de 2017

GREDOS. RIO TORMES



          He de reconocer que no soy pescador habitual de la Sierra de Gredos y que siempre que acudo a estos bellos parajes a pescar quedo impresionado de la belleza de esas montañas que dominan doquier.



Sin serlo, pescador habitual, no pasa temporada al traspiés sin que pose mis moscas por las aguas de algunos de sus tramos de ríos y gargantas tan renombrados.




El Tormes por Gredos es hermoso y pese a sus aliños civilizados una vez imbuido en sus aguas es rio con señorío.


Yo tenía una deuda pendiente con el coto de Zapardiel.




 Había acudido a él en tres ocasiones y todas ellas con mala climatología. Días de frio, viento, nieve y aguas en crecida que me impidieron disfrutar de lo mucho bueno que las lenguas pregonan.




Este año volvimos a pedir el coto de Zapardiel y a sus aguas acudimos cinco pescadores de la cuadrilla. La climatología nos ofreció un día de pesca soleado al que ponerle como pero un insistente viento del más malo, esto es, viento de cara racheado.




No diré yo que pescar el rio Tormes sea sencillo, tiene un lecho de bolos graníticos que ponen en peligro el salir seco de sus aguas, tal y como sucedió pues tras un trastabillamiento a última hora de la tarde cai de bruces al agua y me empape, digo más, deje de pescar un buen sereno tal y como ya cambiado con ropas seca pude observar.




Si lo anterior es cierto, también lo es que poder vadear y en muchas zonas atravesar cauce ancho para posicionarte y lanzar en zona amplia, sin estorbos que impidan lance cómodo es una delicia y puedes fácilmente ejecutar lances medios y largos sin dificultad.





Así fue como en un tramo de no más de trescientos metros realize la jornada de pesca, avanzando muy poco a poco escudriñando con mis moscas cada una de las mil posturas que ofrece el rio.





 El apartado moscas merece mención especial.




Largo y tendido se ha comentado de esos grandes Pardones que eclosionan en éstas aguas, Efémeras del genero Epeorus que una vez frente al torno de montaje hacen confeccionar bellas y hermosas aproximaciones.


 Lo cierto es que pescar con una hermosa mosca atada sobre un anzuelo del número doce es una gozada. Mi recomendación es hacerlo bajo dos premisas, que la veas bien (en este caso es sencillo por su hermoso tamaño) y que pose y no rice el bajo de línea que en moscas generosas es algo a tener en cuenta.




Pues ya tenemos dos patas de la terna. Un día soleado y eclosión de hermosas Efémeras. Solo nos queda una y ésta es que las bellas damas pintonas den la cara... y la dieron, y de qué manera.




La cosa no fue más complicada que posicionarte en el lugar escogido, afianzar bien los pies y realizar un lance medido y con buena posada de nuestra imitación en la postura intuida.


- Si es que hasta repetían si errabas la clavada en primera ocasión-.




Lanzar, lanzar y lanzar a cada una de las posturas del rio, delante del bolo granítico, en el agujero, incluso cerca de las ramas de las orillas. Tras ello, clavar, clavar y clavar. 

Una vez tras otra, sin solución de continuidad. 




Al punto que uno se olvida de todo lo que no sea colocar la mosca, clavar tras la tomada y devolver la captura. Ni sed, ni hambre, ni cansancio. Siendo una parte más de ese rio Tormes esplendoroso que me regalo mil capturas, mil gratas sensaciones.


Dicen que allá en la cuenca del Amazonas, los indios Yanomamis cuentan así. Uno, dos, tres, muchos.




Pues eso, muchos, fueron muchos los lances y muchas las capturas que, por poner alguna pega, todas de truchas de tamaño muy parejo que me hacen intuir una repoblación.




Éste aprendiz de mosquero, habituado a cifra constreñida de capturas tal jolgorio de capturas le resulta extraño y lo disfruta pensando que pasara mucho tiempo para verse en otra igual.




Todos mis compañeros consiguieron buenas capturas, todos disfrutaron de un Tormes generoso que provoco tenerlo en cuenta a la hora de solicitar cotos la próxima temporada en espera de repetir gozo.




Aun nos queda esta temporada acudir a cita con la garganta de Barbellido, esperemos que nos haga disfrutar tal y como el rio Tormes lo ha hecho en una jornada de pesca que no olvidare.


                                       LasmoscasdePaco

1 comentario:

  1. Pues,,a la proxima ya sabes que por lo menos esta bien de poblacion,,,cooperen o no.saludos.

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