Muchos. Son
muchos recuerdos los que un viejo aprendiz de mosquero acumula en el bolsón
trasero de su chaleco de pesca.
Todo vale,
todo sirve.
Lo bueno, lo menos bueno... incluso lo malo es algo que portamos
bajo nuestro sino.
En esta
ocasión os muestro una pequeña muestra, un video sin ambición... patético que dirán
algunos pero clara muestra de que al rio vamos a disfrutar más allá de las
capturas.
Disfrutar
del entorno que nos rodea y disfrutar del compañero que nos alía
Nunca, nunca
rival ni enemigo, pues es compañero al que no nos duele prendas el ceder el
lance ante la cebada de una trucha y disfrutar al unísono de su captura.
O, como es
el caso, de ver como se avanza por el rio y como se afrontan unas corrientes evitando
a duras penas el chapuzón.
Ocurrió que
en ésta ocasión salve ileso en trance.
Hubo y habrá otros muchos donde
notaremos como el agua baja por nuestra espalda hasta más allá donde pierde su
nombre y termina acumulada en nuestras pantorrillas.
Todo eso si,
entre amistad, donde cabe encajar sin problemas las risas del compañero al
verte en tales tesituras.
LasmoscasdePaco.
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