DE LANZADO, DUELOS Y ESAS COSAS DE CABALLEROS MOSQUEROS………….

          Rondabame, tiempo ha, incluir una entrada sobre algo tan necesario como el manejo del equipo que utilizamos, esto es, el lance o por mejor decir el buen dominio de la técnica de lance. Pues es pilar basal sobre la que fundamentar el dominio de la pesca a mosca.

Más no soy yo precisamente versado en éste tema, pues debo reconocer mis taras. Taras, malos hábitos y manías que, aumentados por el devenir del tiempo provoca sea muy difícil enmendar.





He de agradecer a Víctor su colaboración, pues creo que existen en nuestro país pocos mosqueros con sus cualidades de lance aditadas con sus cualidades pedagógicas para explicar las diversas técnicas del lance en la pesca a mosca.

Sé que muchos estaréis expectantes sobre lo que Víctor nos comentara, vaya de antemano mi agradecimiento por su colaboración en éste humilde blog mosquero.

Ni quito ni pongo coma…..





DE LANZADO, DUELOS Y ESAS COSAS DE CABALLEROS MOSQUEROS………….




Unos días atrás me preguntaba Paco si me importaba escribir unos artículos sobre lanzado con el fin de colgarlos en su blog. 

La propuesta me resultó extraña, máxime viniendo de quien venía, pero a la vez tentadora 

¿aceptará Paco aprender a lanzar a cambio de cuatro artículos para su blog? 

Hace unos años, cuando empezaba en esto del “arte del lanzado a mosca” un buen amigo, compañero por aquel entonces, consideraba que aprender a lanzar consistía en adquirir el dominio necesario para manejar las herramientas de pesca a mosca.

 Unos años más tarde me reafirmo en sus palabras y es que tener el control de las herramientas que uno maneja supone ser un mejor pescador de lo que se era antes.





Como todo en la vida, existe un antes y un después, lo he podido comprobar en cada uno de esos compañeros que he enseñado a lanzar.

 Cuando tras un tiempo de práctica uno llega al río se encuentra con que es otro pescador, un pescador con más recursos que antaño, todo tiene un sentido y la visión de la pesca cambia considerablemente, todo se vuelve más sencillo.





Desde el momento en que tuve en mis manos una caña de mosca me obsesioné por el lanzado, quizá fue el aprender a posar correctamente, quizá el llegar a esas posturas imposibles, quizá el hacer bonitos bucles, quizá el estirar bajos de 8 metros, no sé, ya ni recuerdo

 ”quizá fue el querer que mi mosca fuese cómo y dónde yo quería para que se comportase de la manera que yo había elegido”.





Con el paso del tiempo y la práctica continua uno va comprendiendo cómo se comporta una caña, un carrete, una línea y un bajo, por lo que se vuelve un pescador extremadamente flexible, capaz de adaptarse a cualquier material y situación.

 Ya no importa manejar una seca, ninfa o streamer, 

 “conozco el equipo y sé de sus virtudes y desvirtudes”.

 Ya en el río nos damos cuenta de que las posturas imposibles cada vez son menos, las derivas son más largas, los falsos lanzados son menos, los clavados más eficaces, las peleas con los peces más cortas. 

En definitiva, nuestra mosca pasa más tiempo en el agua que en el aire o enganchada de alguna rama y que, al fin y al cabo, es de lo que se trata

 ”ser mejor pescador de lo que era antes”.





Para terminar, y en espera de que el amigo Paco “recoja el guante” que le he echado, os invito a que dediquéis un poquito de tiempo a practicar lanzado, pues hoy en día no es difícil encontrar información correcta y avanzar rápidamente.



                       Víctor González