Pardones…

Ya vienen, se acercan, ya están aquí y, probablemente sean las que hagan desperezarse a nuestras queridas pintonas y alegrar nuestras jornadas de pesca.

Su genero son las Ritrogenas, pero comúnmente las conocemos como Gusarapas en su estado ninfal o Pardones en insectos alados.

Sus ninfas andan pululando por los lechos de los ríos asomando poco entre las piedras para no ser arrastradas por las fuertes corrientes que llevan en estos momentos nuestros ríos, pese a que dichas ninfas son buenas nadadoras las gusta mas correr agarradas entre las piedras y, necesitan un puntito mas de temperatura del agua para que sus sacos alares engrosen oscurezcan y demanden la ascensión de las ninfas por las piedras para transformarse en hermosos subimagos.

Y el vuelo y revuelo de dichos subimagos, con sus caídas al agua y su navegar por ellas es lo que provocara francas cebadas de las truchas y acelerarse el corazón a los mosqueros.

También nuestras truchas atraparan emergentes, o moscas que no consiguieron desprenderse totalmente de su envoltura ninfal son esas cebas donde apreciamos los lomos y colas de las truchas donde antes que las moscas atraviesen la película superficial del agua son devoradas glotonamente por las truchas, es éste un momento que tenemos que tener presente los pescadores y adaptarnos a la situación colocando imitaciones de estadios de emergencia en vez de moscas secas.

Mas llega el momento de los vuelos de los subimagos y su posadas y reposadas en las aguas y de las cebas glotonas de las truchas, cebadas que provocan grandes hondas circulares y que nos indican claramente donde debemos posar nuestras moscas.

Pero, cuidado, aun no esta todo dicho ni el pez capturado, son esos momentos donde deberemos refrenar pulsos e impulsos y dar lugar a la razón, a la aproximación cautelosa al lugar, al lance sigiloso, a la posada delicada y adelantada evitando traicioneros dragados, pulso firme, nervios templados y cuando las aguas explotan en una brutal cebada, efectuar la certera clavada, golpe seco, certero, sin apresuramiento, dejando comer a la trucha para no sacar la mosca de sus fauces y, cuando la trucha emprenda rauda huida tensar hilo, controlar la escapada, jugar en ese ten con ten entre la huida de la trucha y la resistencia de nuestro bajo.

Al fin la trucha llega a nuestras manos, seamos delicados con las princesas de nuestros ríos, procuremos no dañarlas, con las manos mojadas manipularlas lo mínimo imprescindible. Si nuestro compañero esta cercano a nosotros posar con la trucha para una bella fotografía y, tras ello devolver el hada del rio a sus confines, en espera que en próxima jornada nos depare de nuevo las gratas sensaciones que nos produjo su pesca.

Os muestro una serie de montajes de Pardones, en todos sus estadios, ninfa en el fondo de las aguas, ninfa emergente, emergente, subimago en paracaídas, subimago en paraloop, subimago tradicional.

LasmoscasdePaco.