EVOLUCIONANDO UN CLASICO...

          En varias ocasiones he expresado que en esto del montaje de moscas está todo inventado, en ocasiones las variaciones entre un montaje y otro son tan nimias que llamarlas de una u otra forma... y menos apropiarse la autoría de dicho montaje es osadía.
 
Muchos me preguntáis en privado por la mosca que utilizo en el presente, trato de ser sincero y responder.

 


(Gallica 30 montada por Madame de Chamberet)

 
Uno de los montajes que mas confío a la hora de atar a mi bajo de línea es una mosca muy antigua y sin embargo muy pescadora, la "Gallica 30".

No abundare en la historia de este patrón, aunque si os aconsejo navegar un poquito por esto de internet y buscar algo de su historia, a muchos os gustara.
 
Llevo años utilizando éste montaje, por varias razones, por lo mucho que me pesca y por lo bien que se ve en el agua son unas de ellas.

 


(Gallica 30 montada por LasmoscasdePaco)

 
Con el devenir del tiempo y por experiencia propia he ido modificando la receta original de Gerard de Chamberet, modificando tonos y colores, incluyendo o sustituyendo algunos materiales hasta llegar a la receta que os presento.
 
No, para nada poseo la autoría del montaje y menos aun he mejorado la receta original (que ya nos conocemos queridos admiradores) tan solo la he retocado o evolucionado según mis gustos, he cambiado muchas cosas unas me gustaron, otras no tanto, al final me decante por el montaje que os presento.

 



MATERIALES .-
 
Anzuelo recto tipo TMC 100 bl número 16 / 18
Seda de montaje de color negro
Pluma de gallo de León pardo encendido
Quill de pavo real natural
Pluma de pecho de pato azulón
Dubbing de antrón color "panzaburra"
Pluma de colgadera de gallo genético color brown


MONTAJE .-

 



Sujetamos la seda de montaje sobre el anzuelo dejando el primer tercio de obra de montaje libre del mismo





Afianzamos unas fibras de pluma de gallo pardo de León, seis u ocho fibras seran suficientes





Ayudándonos de un par de pases en "ocho" con la seda de montaje dividimos el mazo en dos, dejando así unos cercos abiertos "en uve".





A continuación en la base de los cercos sujetamos un quill de pavo real natural (herl o fibras de pluma de pavo real desbarbada).





Enrollamos el quill sobre la seda de montaje tratando que las vueltas queden juntas pero que no monten unas sobre otras, con ello conformamos el cuerpo de la mosca





El siguiente paso es sujetar unas fibras (no quedaros escasos) de pluma de pecho de pato azulón, el largo debe ser algo mayor que el largo del anzuelo





Elevamos las fibras y formamos un "poste" sobre el que luego realizar el hackle





Dividimos el poste en dos, con ello profundizaremos en la apariencia de alas del poste





En la base del poste afianzamos la pluma de colgadera de gallo genético color brown





Mezclando un par de dubbing de antrón buscamos ese tan manido color "panzaburra" (yo he mezclado un oxido con un 32 fly rite), adherimos el dubbing sobre la seda de montaje





Con el dubbing conformamos el tórax (muy poquito dubbing y no demasiado holgado)





Paso siguiente es realizar el hackle con la pluma destinada a tal fin, yo he dado tres vueltas de hackle, creo que es suficiente





Rematamos el montaje con dos o tres buenos nudos finales





Vista trasera del montaje realizado





Vista frontal del montaje realizado





Vista inferior del montaje realizado





Montaje finalizado.


Deciros que desde comienzo de temporada hasta el presente es una mosca que anudo con frecuencia a mi bajo de línea, tanto en ríos de llanura como en ríos de montaña o media montaña y con el que consigo frecuentes capturas

 



Os animo a que la montéis y la utilicéis, a buen seguro que nos os defraudara

 



Recordar que el mejor material a la hora de elegir una mosca u otra siempre es... la confianza.


 
                   LasmoscasdePaco.

CON MUCHO RESPETO Y MUCHA HUMILDAD...

          Hace ya tiempo un gran amigo y compañero de pesca, a mas decir uno de mis maestros me dijo que yo debería enseñar a otros mosqueros algo de lo que se.
 
En ese momento opte por un rotundo no, por razones varias, la principal es porque siempre me he considerado un humilde aprendiz en esto de la pesca a mosca, porque no me consideraba cualificado para enseñar nada ni a nadie y porque no sabía si alguien podría estar interesado en aprender algo de lo poco que puedo ofrecer.

 



También, porque no decirlo pensaba y sigo pensando que esto de enseñar me podría traer de nuevo "cariños" de mis muy queridos "admiradores" y, la verdad sea dicha, no tengo el chocho para farolillos.
 
Empero en los últimos tiempos he conocido a muchos mosqueros, de toda índole y de muy diversas curiosidades, que me han hecho recapacitar sobre las palabras de mi querido maestro.
 
-¿Y porque no enseñar a alguien nuestra forma compleja de entender esto de la pesca a mosca?-
 
La pesca a mosca gira turbamulta en un sinfín de modas, modismos y modalidades.

Dejando aparte las especies a capturar... que ya es dejar mucho, y en lo que atañe a la pesca de la princesa del rio o salmo trutta, hay en auge un montón de tretas para conseguir su captura utilizando caña y carrete de mosca... a veces es lo que aúna una de otra fórmula.

 



No, no os equivoquéis, esto no va de elitismo ni de ser mas o mejor que otro, esto no va de exclusivizar la pesca a seca o a ninfa o a estreamer, o de pescar al hilo sin línea pesada, o de imbuirse en competiciones o no.
 
Esto va de como veo yo la pesca a mosca, a mosca seca a mas decir y de cómo dentro de toda la nueva gente conocida, hay un puñado de ellos que los interesa pescar a mosca seca y pescar escenarios y especies no repobladas.

 



Cuando la gente escucha mil y un relato de cuántas carpas he pescado tras el vertido de un colector. 

De capturas de truchas recién repobladas pescadas con una ninfa gorda en un intensivo. 

O que bonito y guapetón soy porque he ganado el máster competitivo utilizando la pesca al hilo y el perdigón golondroso.
 
Digo, que cuando la gente escucha eso y me oye a mí, comentando los bolos gloriosos que me ofrece el rio padre, o que tengo que trochar más de tres kilómetros por una senda jabalinera para llegar a un rio y conseguir muy duramente tres truchuelas pescando a mosca seca y, pese a ello, me solicitan acompañarme y que los enseñe algo de lo que sé, me hace pensar y recapacitar.

 



Aun tenemos sitio, aun tenemos hueco y, puede que alguno de ellos se enganche en la locura de esta pesca poco magra en capturas y enormemente satisfactoria en sensaciones.
 
Sabiendo lo que me juego, aceptando a que me expongo, creo que con tan solo uno de los nuevos compañeros a los que estoy enseñando o mostrando mi forma particular de entender la pesca a mosca prosiga camino estaré compensado.
 
En una quedada multitudinaria me encontré con un novel mosquero, apenas un año pescando a mosca, le pregunto cómo le ha ido y si ha pescado mucho, me responde que no ha pescado nada, observo que lleva atada una hermosa royal y le digo que puede que sea más fructuoso poner un ninfa.
 
-No, yo lo que quiero es aprender a pescar a mosca seca- me responde.
 
-Algún día tu pescaras conmigo- le contesto.

 



En esta temporada me han acompañado en jornadas de pesca media docena de noveles mosqueros, a los cuales trato de inculcar la pesca a mosca seca, la sutileza de un lanzado liviano y posada suave en el lugar concreto, a derivar la mosca evitando dragados, a detectar la cebada de la trucha huidiza bajo la sarga de la orilla, a esperar paciente en una tabla de aguas paradas a que las truchas se ceben glotonas a los insectos pululantes.
 
Sigo pensando que es mucho lo que arriesgo y que seran pocos los que prosigan la singladura indicada, pero con que tan solo uno la prosiga, con tan solo uno de ellos opte por ser un mosquero de seca, lo daré por bien empleado.
 
Mas, me gustaría saber mas, me gustaría explicarme asaz, me gustaría ser un mejor mosquero para poder enseñar mejor y sobre todo, inculcar que la pesca a mosca, a mosca seca abundo, no busca cifra grosera de capturas, ni tamaño hermoso de pez, sino busca llenar el zurrón de los sentimientos, de observar todo lo que nos rodea en el rio.

De apreciar la humilde menta de ribera, el olor inconfundible del boj en el alto Tajo, la huella de la nutria en la orilla barrizosa, el vadeo complicado a orilla contraria para lanzar evitando dragados, las eclosiones de los insectos o, el sincero abrazo del compañero tras haber realizado bien las cosas y haber conseguido capturar la esquiva pintona.
 
A la postre y recapacitando, no son los noveles mosqueros los que me tienen que agradecer nada, sino soy yo quienes tengo que agradecerlos a ellos soportar mi irascibilidad, mi tozudez, mi cabezonería y mi locura.

 



Hoy, tras haber disfrutado de una jornada de pesca a mosca seca con un novel mosquero, recapacitando y rememorando momentos vividos, pienso que soy yo el beneficiado.
 
Estoy seguro que si sigue en el empeño, esa media docena de tomadas que tuvo que no llegaron a buen puerto trocaran en docena y media de capturas, todo es empeñarse y proseguir por la senda marcada.

 



De alguna manera tan solo pago la obligación que mantengo con mis amados maestros.

Es por vosotros.

Abrazos.



                                          LasmoscasdePaco.