De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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martes, 24 de julio de 2012

TAN SOLO … UN LANCE DE PESCA …

          Me lo habréis leído muchas, muchas veces. Siempre, siempre aprendo algo nuevo cuando acudo con compañeros a pescar al rio.

Y la historia que relato no es sino un nuevo aprendizaje, una lección aprendida de un buen mosquero.

Ocurrió, como no, pescando las cristalinas aguas del rio Tajo, no hace mucho y en un día donde el calor fue asfixiante. No obstante esas primeras horas del día antes de que el calor arreciara fueron gratas en capturas.


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El cauce del rio era embrincado por unos enormes cortados de piedra, lo que provocaba un embudo de aguas corrientes posteriores a una larguísima tabla de aguas paradas y un enorme pozón donde no se ve el fondo.

 Un lugar idóneo donde las truchas suban a aguas oxigenadas en busca de alimento.

Pescábamos a la par con lentitud, machacando las posturas una y otra vez con nuestros lances.


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La cabecera de la corriente tenía una especie de cascada natural formada por piedras de arenisca y tras la caída de la misma había buena profundidad, acaso metro y medio, lo suficiente como para que las truchas se acomodasen sin sufrir el ímpetu de las corrientes.

Me había fijado en un punto de la cascada donde la piedra hacia solapa, en aquel punto muy bien podría estar apostada una buena trucha.

El lugar me pareció tan querencioso que desde mi postura realice no menos de tres docenas de lances.

Mas no conseguí que ninguna trucha se interesara por mi mosca.


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Tras los lances, me pegue a mi orilla, ascendí lentamente por el rio y tras superar la cascada me senté un ratito a observar el rio y a mi compañero que pescaba tras de mí por la orilla contraria.

Le vi mirar la cascada con interés. 


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Tras ello recogió línea y recompuso el bajo, desechando el terminal y cambiándolo por nylon nuevo.

 Anudando una nueva mosca y embadurnándola de flotabilizante. 

Termino dando tres buenos tirones al bajo para estirarlo.

Saco línea del carrete y realizo los primeros lances justo a la caída de aguas de la cascada, sobre la zona que yo anteriormente había pescado.

Llevaba realizado cinco lances y en mi cabeza estaba el comentarle que yo ya había pescado la zona con vanos resultados.

No me dio tiempo a ello, en el siguiente lance, muy muy ajustado a la cascada la mosca poso pegada a las aguas que caían, al segundo siguiente vi nítidamente como la mosca era tomada con suavidad y delicadeza por una trucha.


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Ese tipo de tomadas suele ser de trucha tamaña y en esta ocasión no lo era menos.

Álvaro, mi compañero de pesca clavo con firmeza y seguridad. 

Desde la distancia vi como al clavar el tercio superior de la caña de pescar se doblaba con insistencia.

La trucha se lanzo aguas abajo, salió de las aguas tranquilas para buscar la huida sobre la corriente de agua, una mezcla peligrosa, tratar de parar una trucha tamaña aguas abajo del pescador en un chorro de agua suele deparar que la trucha escape.


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Mas esta vez no fue así, el nuevo bajo empatado a la línea aguanto los pertinaces tirones de la pintona.

 Álvaro freno en seco la huida de la trucha y consiguió orillarla.

 Aun quedaba el peligro de que la trucha se metiera en la maleza de las ramas de una sarga, mas con habilidad también eso evito.

Al fin, con destreza y habilidad ensalabro la trucha en la sacadera y consiguió llevar a buen puerto tan bonito lance.






La fortuna dispuso ser testigo del lance y poder realizar un video (disculpar la mala calidad del mismo pero soy malísimo como cameraman) del lance.






-Paco, te vi lanzar varias veces a ése lugar, pero me pareció tan querencioso que no pude por menos que repetirlos-


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Y así fue como la diosa fortuna en sus vaivenes veleidosos premio a Álvaro con la captura de una buena trucha y a quien suscribe grabarlo para el recuerdo.

Que cariño le tengo a mi querido rio padre, a mi querido rio Tajo.


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Álvaro, felicidades por la captura y agradecido por poder compartirla con todos los lectores del blog.



                              LasmoscasdePaco.

4 comentarios:

  1. El río Tajo es duro, yo diría que durísimo. Para sacarle una trucha nos hace sudar y a veces nos desespera. Pero que tienen sus aguas que nos enganchan de tal manera.

    Un saludo

    Mario

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  2. Precioso relato Paco y precioso río, un saludo!

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  3. Paco, gracias a ti por dejarme aprender y mostrarme esos rincones tan maravillosos. Y por que no decirlo por dejarme las mejores posturas!!! Solo gracias.

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  4. Buena trucha y bien contado, gracias por compartirlo.

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