No soy quien para optar por una u otra razón.
Lo importante es el presente y las sensaciones que me deparo este tramo... que fueron bastante buenas.
Me comento un amigo hace años que el Cabriel en estío suele ser un rio con mínimas cebadas durante el día y que al caer el sol las truchas se ponen en las tablas y se ceban.
Yo tenía muy presente este dato.
No llegamos a buena hora por la mañana.
Empezar a pescar a las 12 horas no suele ser aconsejable y, según la opinión de un compañero otro gallo cantaría si hubiéramos empezado a pescar a las 8 de la mañana.
Comodones que nos hacemos.
Lo cierto es que hasta la hora de comer pescando mano a mano con Antonio conseguimos la muestra buscando las truchas activas en chorros y aguas corrientes, pues en las tablas no incitamos a ninguna pintona.
La comida estupenda, sobresaliendo un pollo entomatado que acompañado de cerveza fresquita estaba delicioso.
Por la tarde cambiamos de tramo, acompañado de Raúl bajamos hasta el final del coto y nos pusimos a pescar dicho tramo... o lo que nos permitía el rio, pues había zonas con profundidad y maleza de orilla imposibles de pescar.
No empezó demasiado mal la cosa y pronto obtuvimos capturas pescando las cabeceras de las tablas, pequeños chorros y corrientitas que nos hicieron pensar en una buena tarde de pesca.
Lo intentamos en las tablas, en posturas más que interesantes donde nos extraño salir con vanos resultados.
Las capturas siempre en zonas corrientes donde a base de insistir conseguíamos que alguna trucha subiera al engaño presentado.
Ya a la caída del sol llegue a una tabla de aguas paradas donde vi más de media docena de truchas cebándose insistentemente.
Llame a mi compañero y a la par intentamos engañar a alguna de las truchas que se cebaban.
Capture la primera, una trucha de pequeño tamaño con la que creí comenzar algo bueno.
Pero tras ello no conseguíamos que las truchas tomaran nuestras moscas pese a que cambiamos de mosca varias veces.
Yo obtuve ataques terminados en rechazos presentando una efémera montada en un anzuelo del 18 que añadiendo el tamaño a la distancia de lanzado y el agua espejeante apenas me dejaba adivinar por donde derivaba.
Pero tuve claro que tampoco esa mosca era "la" mosca.
Al fin acabamos de pescar la tabla ya sin luz, encendimos los frontales y, a la luz de los mismo observamos una buena eclosión de diminutas efemeritas de color muy blanco cortas alas y largos cercos (pensé en Caenis).
Evidentemente si se cebaban a estas mosquitas nosotros no acertamos a asemejarlas.
Quizás la anécdota reseñable le ocurrió a Raúl, pescaba la sombreada corriente de cabecera de una tabla.
Lanzaba a las corrientes y dejaba derivar la mosca hasta mas allá de su posición para volver a lanzar.
En uno de esos lances, cuando la mosca apenas estaba a un metro de sus piernas una trucha salió de sus mismos zancajos y tomo la mosca.
Raúl clavo con certeza y consiguió atrapar a tan osada trucha.
Yo que estaba en la orilla contraria observando su quehacer me quede asombrado.
Una lección que tome de que a las truchas en la mayoría de las ocasiones hay que pescarlas más en corto de lo que hacemos (cuanta razón tienes maestro Paco Pepe).
No dio para mas la jornada de pesca, recogimos aperos y marchamos en busca de los otros dos compañeros que pescaron la zona del comienzo del coto, obteniendo resultados perecidos, pero curiosamente ellos no observaron esas cebadas vespertinas que nosotros si vimos.
Nacho... me quede con ganas de pescar a la par contigo. En otra ocasión será.
Muchas gracias Antonio, Nacho, Raúl por dejar que os acompañara y disfrutar de una jornada de pesca en aguas del rio Cabriel.
LasmoscasdePaco.
Great post! That is the clearest water I've ever seen. I would love to fish it early in the day. Thanks!
ResponderEliminarQuerido Paco Moscas: El "ardor longitudinal" no es nada bueno para pescar pequeños ríos, te lo dice tu maestro Paco Pepe. "Cerca y alto" comentan también los franceses, por algo será.El lanzar lejos es asustar con la línea a todas las truchas que estén cerca tuya, las cuales salen disparadas río arriba arrastrando también a las buenas damas que encuentren en su huida.
ResponderEliminarY en Cristinas fue donde se inventó el Chochón, díptero similar al Chochín pero que navega muy alto y se hace muy notable al pescador. Y los caenis a esas horas tardías dicen que ya habían abundado en días anteriores:estaban al final del segundo ciclo de emergencias y quizá con alguna buena imitación os habría dado mejores truchas aun sin verlos corretear por el río. Pero pregunta a Paco Pepe por ese otro insecto que nos hizo sudar en la zona del Molino hasta encontrar la solución: es igual que la mosca que menciolnas. Abrazos y suerte.