De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.

Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.

Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.

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Competición NO..... Gracias.

viernes, 25 de mayo de 2012

UNA TARDE “SORBETEANDO” …

          Esta temporada pesco menos algunos tamos de ríos “clásicos” en mi agenda, por unas u otras cuestiones pesco ríos mesetarios con mayor frecuencía que ríos de montaña.

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Lo cierto es que echo de menos la “Sierra Norte”, con su encanto, su dureza, sus resbalosos ríos y sus intrincadas trochas. Tanto de menos que al salir del trabajo puse pies en polvorosa y me encamine a uno de mis enclaves favoritos.

El rio baja especial para la pesca. Quizás un poquito alto de nivel, dejando descubrir las posturas en un si es no que te hace estudiar la forma de pescarla y de posar la mosca, o lo que es lo mismo, para un mosquero que pesca a mosca seca un reto divertido de superar.

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Hize mal. Cuando llegue al rio vi que había un auto, imagine dada la costumbre habitual de los pescadores, habría ido aguas arriba, por lo que me encamine aguas abajo.

Nada mas meterme en el agua y hacer media docena de lances apareció por la orilla contraria un pescador. Al verme me sobrepaso, entiendo para pescar por encima de donde me encontraba.
 La duda es, ¿Dónde volvió a pescar? O lo que es lo mismo, de alguna manera estuve pescando con la sensación de “pescar aguas pescadas”, al menos esa fue la excusa para un tarde de pesca de pocas capturas y sobre todo, conseguirlas en rincones poco atractivos mientras en zonas más provechosas no obtener ninguna.

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El caso es que el rio prometía, buen caudal, buena temperatura, eclosión de insectos donde sobresalían Ecdyonuridos rabilargos, tricos claritos, perlas de mediano tamaño y varios tipos de efémeras, actividad suficiente como para que la pesca a mosca seca diera resultados provechosos.

Por unas causas o por otras conseguí media docena de capturas, en general de tamaño contenido donde debería haber logrado mayor tajada.

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La cosa cambio y mucho a la caída del sol, diríase que las truchas agazapadas en rincones inéditos salieron a pozas y corrientes en busca de buena cantidad de efémeras que eclosionaban doquier.

Me pillo en una tabla de aguas paradas, donde notorias cebadas delataban la posición de las truchas, pescando despacio y lanzando algo alejado conseguí capturar varias pintonas, algunas de tamaño interesante (los dos palmitos escasos). Disfrute un montón y me apene por no poder acceder al tramo donde más se cebaban, pero la profundidad de las aguas y la profusa orilla arbolada lo impedían.

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Tras pasar la tabla me encontré en un tramo de aguas rápidas, y lo que aprecie son cosas que no dejan tranquilo a un mosquero.
A poco de fijar la vista en un punto, observabas como las truchas sacaban la cabeza entera cebandose.

Posicionarme, lanzar a las aguas corrientes y tomar las truchas con franqueza mi mosca fue un todo seguido, conseguir domeñar la bravura de una trucha de buen tamaño en un tramo de aguas corrientes, notando como la caña se curva, todo un placer.

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La mosca termino destrozada por tamañas capturas y tuve que cambiar de mosca y modelo pues no llevaba otra igual. No importo demasiado, la racha siguió pareja y las capturas continuaron en muy buena tónica.

Ya casi sin luz, sin ver la mosca posada en el agua, lanzaba a cebada vista y, al ver de nuevo cebarse a la trucha cacheteaba y en muchas ocasiones clavaba preciosas “Xanas Sorbeñas”. 

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Salí de las aguas si luz, alumbrándome con la linterna frontal caminando por buen sendero hasta donde se encontraba el automóvil.

Aun quedaba un disfrute, me cambie de ropa, saque mesa, silla, farol y nevera del maletero del auto y en la oscura soledad del bosque disfrute de una apetitosa cena con un cuarto de luna y millares de estrellas por techado.

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Última sorpresa, al disponerme a marchar del lugar, observe que en el capó del auto había algo, me acerque y me encontré con un sombrero de loneta que, a buen seguro se debió dejar olvidado el pescador que estuvo por allí. Si el azar hace que volvamos a coincidir y me lo pides, te lo devolveré, pescador anónimo.


                         LasmoscasdePaco.

4 comentarios:

  1. Well, I give up trying to figure out Google Translation. But I won't stop telling you great flies, beautiful rivers and lots of people obviously having a great time. Thanks Paco!

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  2. El gorro lo deje yo con un amigo, pero nosotros pescamos del coche hacía arriba, encontramos el gorro en el camino de vuelta y pensamos que era del propietario del coche.
    Un saludo

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  3. Hola “anónimo” (mira que me gusta poco esto de los anónimos).

    Yo aguas pesque aguas abajo y nada mas meterme en el rio vi a un pescador (o serias tu o tu amigo)… tengo una anécdota buenísima de ese momento.

    Pues gracias por lo del gorro.

    Lo curioso es que no es mío, pero que ha aparecido el dueño del mismo que, curiosamente, también es lector de este blog (me ha dado datos del gorro que omití para certificar la propiedad del mismo).

    Que pequeño es el mundo y como sin conocernos nos vamos viendo por la vereda de los ríos que, a buen seguro es el mejor enclave donde conocernos.

    Gracias por tu detalle de dejar el gorro, acto que te honra.

    Saludos

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  4. Nosotros empezamos del puente hacía arriba sobre las 11h, sería otro pescador, probablemente dejo el coche en el límite inferior.
    Un saludo

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