TENSANDO LINEAS….. MOJANDO MOSCAS.

Largo, largo ha sido el periplo entre la pasada temporada y la recién parida.
Ya no cabe el echar la vista atrás y las pesadumbres sino avistar en lontananza un futuro de jornadas de pesca de aquestas que dejan buen poso.

Empezamos la temporada sin la clásica quedada de los huevos fritos, la climatología adversa y tiempos de desasosiegos y apreturas hicieron por primera vez en muchos años posponerla a próximas fechas.

Pese a ello, media docena de nosotros dolientes del “síndrome de abstinencia” decidimos salir a desempolvar aperos y mojar algunas de las moscas confeccionadas el pasado invierno.

El rio nos recibió bajo una capa de lluvia y nos despidió de tal modo sin haberlo dejado en ningún momento, motivo que no nos arredro y enfundados en impermeables pasamos la jornada disfrutando del paisaje tapizado por la lluvia, de un rio esplendoroso que a base de posar mosca acá mosca allá al menos nos premio en modo de testimonio con el secreto que albergan sus aguas en forma de preciosas truchas.

Unos posando secas, otros posando ninfas apenas conseguimos las truchas que nos evitaba el bolo, aunque lo cierto fue que las truchas capturadas a ninfa fueron de mayor tamaño que las capturadas a mosca seca.

Quien relata llevaba en mente pescar con el tándem seca-ninfa, pero comencé con seca con la fortuna de conseguir que una bonita trucha subiera a tomar la Royal Coachman que la ofrecía, eso y la observación de esporádicas eclosiones de pequeños Pérlidos (pitillines) y alguna efémera (Rhodanis) hizo decantarme por la seca y proseguir la jornada posando Royal.

Mario, mi compañero de jornada cambio seca por tándem seca-ninfa para más tarde decantarse por un par de ninfas que, a la postre fueron las que le premiaron con la captura de una buena trucha, conseguida quizás en la poza más profunda de esta zona del rio.

A las 17.00 horas con los impermeables chorreando agua de lluvia dimos por finalizada la jornada de pesca que, si bien apenas aplaco las ganas de conseguir llevarnos truchas a las manos, si hizo reencontrarnos con la placidez del disfrute del rio, de la pesca y de los amigos mosqueros.

Muchas veces he comentado que la pesca a mosca no es conseguir una captura tras otra, sino llegar a disfrutar de un estado de placidez como tan solo el fundirte con el rio puede lograrlo. Como muestra el comentario de mi compañero Mario,

-Coño, Paco. Como te ha cambiado el rostro desde que has llegado al rio, la sonrisa no deja de aparecer en tu cara.-

Lo que Mario no veía y yo si apreciaba es que a él le ocurría exactamente lo mismo como a todo el resto de compañeros que, mientras reponíamos fuerzas con magros bocadillos al refugio del porche de una caseta no dejábamos de comentar lances, de contar chanzas y de reír y de disfrutar de la compañía de buenos camaradas mosqueros.

Las buenas frezas pasadas y ríos henchidos de aguas prometen el disfrute de nuevas y gratas jornadas de pesca de las que os amenazo ir relatando…
LasmoscasdePaco.