De nuevo, una crónica para vuestra lectura.
Varios de los compañeros de salidas de pesca me comentaron que podríamos reunirnos a celebrar una cena navideña de las que tan en auge están.
Yo recogí el guante y, como al fin y al cabo somos pescadores, cambie la cena en un restaurante por una jornada de pesca-comida.
El lugar, un escenario cómodo y apto a este tipo de eventos, el lago de pesca El Tablazo en Villalba de la Sierra, Cuenca. Ya el año pasado y por estas mismas fechas nos reunimos allí con motivo de comernos unas estupendas gachas y, aprovechando la fama de las gachas auné las dos reuniones.
A dicho evento nos reunimos una “docenita y media” de pescadores todos unidos por el nexo común de la pesca a mosca, por el captura y suelta y por participar de una u otra manera en algunas de las quedadas que solemos organizar en el transcurso de la temporada.
Al empuje mosquero de la gente de Cuenca, aportando nueve invitados le sucedió otro tanto de Madrid, y, una vez allí la sorpresa de encontrarnos con otro entrañable socio de APCR, Luis Quesada.
El día, típico de comienzos de invierno con un cielo plomizo que a ratos dejaba aparecer el sol y con frescas temperaturas.
A las diez de la mañana ya andábamos trasteando la mayoría por allí, una ojeada a la laguna nos certifico lo que Javi, el propietario de El Tablazo nos había asegurado. Una buena cantidad de truchas y de un tamaño considerable, muchas pasando del kilo o kilo y medio de peso.
Rápidamente nos distribuimos por la laguna, los que conocían ya el lugar se apostaron en las zonas más querenciosas y, los que no conocían este sitio y están poco acostumbrados a pescar estos escenarios se distribuyeron por la laguna según sus instintos.
Al comienzo, el que relata se sentía un tanto extraño, ha sido esta una temporada de pescar con equipos muy ligeros, caña del 3 y línea del 2. Y, trabajar en esta ocasión con una dura caña del 5 y línea del 6 se hacía raro, pero tras una docena de lances uno se adapto al equipo y a la técnica de pesca con señuelos pesados.
Pronto comenzaron las capturas, siendo indiscutiblemente los streamers de color blanco y colas de marabú tipo Wolly Bugger y Matukas los señuelos que mas incitaban a las truchas. A su zaga, grandes ninfas tipo Montana oliva, chartreusse y con cabeza dorada y, demostrando su efectividad, ninfas atractoras de toda la vida tipo “Prince”.
Los que se apostaron en zonas “calientes” no dejaban de capturar trucha tras trucha con regularidad y los puestos de la “islita” fueron los más fructíferos. Dos de los allí apostados, Oscar y Paco Jarque terminaron la mañana con más de veinte capturas cada uno. Otros en cambio que se fueron a la zona de desagüe de la laguna en busca de los grandes “zepelines” que allí habitan consiguieron una, dos o ninguna captura.
Nuevos socios de APCR como Luis “Albert”, o Paco “Pacobis” que en otras quedadas en ríos difíciles acapararon bolo tras bolo aquí conseguían sus capturas. Luis consiguió capturar una trucha de más de dos kilos tras un muy largo tiempo de lucha y Paco varias capturas, por su parte Edu no se quedaba a la zaga y también conseguía atrapar truchas de buen tamaño.
A José Luis y a Gabi se les nota que no pescan estos escenarios y truchas, ellos son habituales de ríos naturales y truchas fario y no estaban en “su elemento”, pocas capturas consiguieron, pero como esto era lo menos importante y lo mas la compañía y charla, lo pasaban estupendamente charlando y bromeando a la par que pescando.
A medida que avanzaba la mañana y la gente había conseguido sus capturas empezaban las conversaciones y tertulias. Los puestos de pesca dejados se ocuparon por Fernando y su hijo que a esas horas llegaron.
Yo iva y venia cámara de fotos en mano departiendo con todos.
Alex combinada a su vez las labores de cicerone con ratos de pesca, ambas labores con muy buen hacer.
Los planes de nuevas excursiones de pesca a Patagonia. La llegada reciente de un bando nutrido de cormoranes a estas latitudes. Las últimas recolecciones de boletus. El curso impartido por Manuel Iglesias “flycasting” en este mismo escenario no hace mucho. Las quedadas de la próxima temporada. El montaje artesanal de cañas. Los nuevos montajes de moscas para la próxima temporada, fueron algunas de las interesantes conversaciones que se mantuvieron.
A las 12,30 de la mañana tuvo lugar el primer escarceo gastronómico, una olla llena de callos semi-picantitos de la que dimos buena cuenta (si, ya se , se me paso la mano echando agua).
A las 14 horas llamada para comer. Allí juntamos dos mesas que resultaron insuficientes y algunos tuvieron que sentarse en otra un poquito separada.
El perol de gachas es enorme y le acompañan tropezones de panceta y de hígado.
Acompañando a las gachas fue circulando la barbacoa, chorizo, morcilla, butifarra, churrasco de ternera y costillas de cerdo.
Para pasar la comida 10 litros de vino de la tierra.
Y, como remate una inmensa tarta para postre.
Si como pescadores pusimos el listón muy alto, como comensales mejoramos mucho mas la marca y dimos cuenta de todo demostrando el buen apetito que tenemos.
Tras esto subimos a la cafetería del hotel a tomar café y copa.
Ya por la tarde volvimos con la pesca. Pero entre el bajón de las temperaturas y, que muchas de las truchas ya se habían clavado por la mañana, las capturas fueron mucho menos frecuentes. Con todo y con ello de vez en cuando alguna se seguía clavando.
Esos momentos fueron aprovechados por pescadores más constantes y Humberto y Dani redondeaban la jornada con alguna captura.
Quizás fueron estos momentos los más empleados para “soltar brazo” y realizar un poquito de práctica de lance. Dobles tracciones que normalmente empleamos poco se empezaban a ejecutar en busca de lances lejanos para después recoger la línea a tironcitos provocando la acción de pesca de los streamers.
A las 18 horas el frio y las pocas capturan nos hicieron desistir de seguir pescando y, poco a poco la gente se fue marchando, los de Madrid antes, que teníamos un viaje hasta nuestros hogares. Los Conquenses aun subieron a la cafería del hotel para cobijarse del frio y, se de buena tinta que a la hora de llegar yo a mi casa algunos seguían allí de chusma.
Una vez más la quedada fue un éxito y todos los asistentes quedaron satisfechos y complacidos que, al fin y al cabo es el resultado esperado.
Por El Tablazo tentado sus truchas estuvimos.
Conquenses.-
Alex, Oscar, Paco Jarque, Antoñito Cañas, Paco cao, Santi León y aun me dejo en el tintero algún nombre que no recuerdo, espero sepáis perdonar mi olvido.
Madrileños.-
Fernando y su hijo “Rojazo”, Dani, Humberto, Gabi, José Luis, Edu (acompañado de su primo), Pacobis, Luis “Albert”, Luis Quesada, Lasmoscasdepaco, y seguramente me dejo alguien más, perdonarme.
Mención especial a Javi, el dueño de El Tablazo, agradeciéndole su buen hacer, sus magnificas instalaciones y su atención para con nosotros.
Y, sirva este escrito como homenaje a nuestro compañero Paco “Pacobis”, participe de varias de las quedadas de este año (con su protagonismo en anécdotas) que le depararon bolos y satisfacciones y que en esta jornada se desquito y consiguió un buen puñado de capturas.
–Va por usted, maestro.-
Lasmoscasdepaco.
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