Una vez finalizada la temporada de pesca en la
Sierra Norte me propongo mostraros pequeños retazos de lo que dio de sí.
No esperéis ver grandes y abundantes capturas
porque la Sierra Norte no es asaz en ellas.
Mi idea es mostraros pequeños fragmentos de la
felicidad compartida que provoca el pescar sus truchas autóctonas salvajes.
La Sierra Norte no nos lo pone fácil y es por ello por lo que cada captura aquilata
en mucho su valor.
Duras caminatas por abandonadas trochas,
barrancos que subir y bajar ponen a prueba
nuestro estado moral y físico.
Rio de lecho pedregoso y resbaladizo al máximo
donde cada tranco es un albur y el resbalón y la remojadura es más cierto que
probable.
Truchas, bellas y esquivas truchas salvajes autóctonas
que pondrán a prueba nuestra habilidad en el arte de la pesca a mosca, del
lance y de la optima calidad de nuestras moscas a emplear.
Añade en la coctelera la camaradería y amistad de un grupo de osados mosqueros que comparten satisfacciones y dificultades que forja si cabe aun más la amistad del grupo mosquero, de la cuadrilla mosquera.
Pobre es el resultado final del cortometraje
mostrado, pobre en calidad fotográfica, por la calidad del equipo y por la poca
cualidad de quien los graba y os lo muestra (yo mismo).
Mi interés no pasa por mostraros un
film con calidad cinematográfica sino porque podáis llegar a sentir un
poquito de las grandes y gratas sensaciones que nos provoca la pesca a mosca en
la Sierra Norte.
Si al termino del visionado consigo que el mismo
os provoque un pequeño pinchazo en el corazón habré obtenido lo deseado.
Y como una imagen vale más que mil palabras,
os animo a que echéis un vistazo al video y luego me comentéis que os ha parecido.
Ea pues.
LasmoscasdePaco.