El patrón de montaje comparadun consigue que la mosca navegue con la “línea de flotación” muy baja, yo englobaría dicho patrón dentro de los “no hackle”. Pese a que al referirnos a éste tipo de montaje solemos decir "hackle en comparadún" cosa que nos lleva a errar.
Sea como fuere es un patrón que produce cariños y odios parigual, los hay que son su primera elección y otros que ni los llevan en sus cajas de moscas.
Si hablo por mi propio gusto o capricho, es un montaje que suelo llevar en mis cajas de moscas y que utilizo, pero en mayor medida en montajes de hermoso tamaño (del 14 o mayor tamaño) siendo mi predilección en imitaciones de moscas de hermoso tamaño de principios/mediados de temporada sobre todo lo que denominamos “Pardones”.
Si bien es cierto que hay montajes en patrón Comparadun que incluyen un hackle ralo de pluma (una o dos vueltas a lo sumo) pienso que sus cualidades abundan si va desprovisto del mismo.
La mosca que os presento no lleva hackle y confía su flotación en los materiales componentes del tórax y Comparadun…
Materiales.-
Anzuelo tipo GRIP 11011BL número 14
Seda de montaje oliva clara
Fibras de pluma de gallo pardo
Tinsel dorado
Dubbing de antrón superfine color verde y color oxido
Pelo de ciervo
Dubbing de careta de liebre teñido en oliva
Montaje.-
Afianzamos la seda de m montaje sobre la zona del ojal del anzuelo, llegando a la zona donde montaremos en hackle en comparadun
En dicho punto sujetamos un mechón de pelo de ciervo que habremos igualado por las puntas.
El largo del pelo de ciervo será igual o un poquito más largo que el vástago del anzuelo
Nos vamos hacia detrás con la seda de montaje y allí confeccionaremos los cercos abiertos en “uve” con seis fibras de pluma de gallo pardo
En la base de los cercos sujetamos un hilo de tinsel dorado
Formamos un dubbing con el antrón superfine, mezclando colores olivas y oxido, dando predominancia al color verde.
Enrollamos el dubbing sobre el tinsel dorado y nos vamos con la seda de montaje a la zona del tórax
Formamos el cuerpo de la mosca con el dubbing
Cogemos unos pelos de la zona de la careta de la liebre (teñida en pícrico) y con ellos formamos un dubbing que enrollamos en la seda de montaje.
Con el damos vueltas por delante, detrás y en cruz de los pelos de ciervo, consiguiendo que estos queden adelantados y en abanico
Finalizamos formando una cabeza con la seda de montaje y realizando un buen par de nudos finales
Atusamos un poco la zona del tórax con el cardador de dubbing, recortando si fuera necesario pelos demasiado largos (lo mínimo imprescindible) y con ello finalizamos el montaje
Vista inferior del montaje realizado
Vista trasera del montaje realizado
Vista delantera del montaje realizado
Montaje finalizado.
Como ya he comentado es un patrón de montaje que utilizo con la temporada temprana buscando eclosiones de moscas de buen porte y el tipo de aguas más bien moderadas, tablas de aguas rizadas…
Donde a buen seguro trabajara estupendamente y conseguirá las bellas capturas que desea el mosquero.
LasmoscasdePaco
De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.
Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.
Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.
Páginas
Competición NO..... Gracias.
lunes, 24 de febrero de 2014
martes, 11 de febrero de 2014
EFÉMERA SYNTETIC PARALOOP…
He de reconocer que no soy un gran apasionado de los montajes en paraloop y lo cierto es que no tengo argumentos para depreciar éste tipo de montaje de hackles sino más bien al contrario.
Sencillamente que a la hora de decantarme por una de las moscas de mi caja casi siempre me decanto por otro tipo de montaje que me “llena más el ojo”.
Y lo cierto es que es un montaje muy interesante por la forma de posar y navegar, aquello de la “huella” que deja sobre las aguas.
Os presento un montaje un poco elaborado donde combino materiales naturales con sintéticos.
Un montaje útil para pescar sobre eclosiones de efémeras de principio de temporada que bien pudieran ser B. Rhodani.
Materiales.-
Anzuelo recto tipo GRIP 11013 Bl número 18
Seda de montaje de color gris
Cercos en pluma de gallo pardo
Tinsel color oro viejo
Body Quill color oliva
Dubbing de antrón superfine mezcla de colores oxido y verde
Pluma de colgadera de gallo genético color grizzly teñido en oliva
Dos plumas de gallo de color rubión
Mezcla de dubbing de alpaca color marrón con antrón verde
Montaje.-
Afianzamos la seda de montaje sobre el anzuelo
Formamos los cercos con seis y ocho fibras de pluma de gallo pardo.
Abrimos los cercos en “uve” para facilitar un mayor punto de apoyo de la mosca sobre las aguas
En la base de los cercos sujetamos el tinsel oro viejo y el body quill oliva.
Nos vamos con el hilo de montaje hacia la zona del tórax
Enrollamos la mezcla de dubbing de antrón superfine sobre el tinsel y con el formamos el cuerpo de la mosca
Brincamos el cuerpo con el body quill, con él formamos un lazo en la zona del tórax que será la base sobre la que formaremos el hackle
En el mismo punto sujetamos la pluma de colgadera genética
Avanzamos un poco con la seda de montaje y sujetamos las dos plumas de gallo rubión con las que con sus puntas formaremos las alas
Abrimos y levantamos las puntas de pluma realizando un par de nudos “en ocho”
Con la mezcla de dubbing de alpaca y antrón cubrimos la zona del tórax
Realizamos el hackle enrollando la pluma sobre el bucle de body quill, enrollando en sentido ascendente y luego descendente, dar diez vueltas no es nada descabellado
Finalizamos realizando una pequeña cabeza con la seda de montaje y dando un par de buenos nudos.
Colocamos las alas en su posición correcta
Vista inferior del montaje realizado donde podemos apreciar la “sensación que da el hackle en paraloop y las dos alas
Vista frontal donde podemos aventurar como posara la mosca, suspendida sobre los cercos abiertos y sobre un hackle muy por encima del cuerpo
Vista trasera del montaje donde intuimos que el montaje quedara muy placado sobre las aguas
Montaje finalizado.
Esa gama de tonos/brillo que tiene el cuerpo es lo que buscaba al conformarlo de la manera en que lo he hecho
Un montaje que para principios de temporada que ante eclosiones de efémeras de tamaño medio nos puede ser muy útil y dar buenas satisfacciones en forma de bonitas capturas
LasmoscasdePaco.
miércoles, 5 de febrero de 2014
HACIENDO “EL RELOJ”…
En las fechas que nos encontramos, con la temporada de pesca en plena veda a algunos no nos queda otra sino pescar entre los recuerdos y extraer de ellos anécdotas o vivencias que el devenir del tiempo ha deparado.
Ocurre que la memoria es traicionera y tiende a aminorar los malos ratos y ensalzar los buenos, con lo que paliamos fatiguitas y encumbramos alegrías.
Por ello y recordando una anécdota vivida hace ya algunos años llame a mi amigo y protagonista de la historia para que me relatara lo ocurrido y refrescara mi memoria.
A la postre no se si he conseguido aproximarme a la realidad o duplicar el ensalzamiento de lo bueno. Sea como fuere paso a relatar lo ocurrido…
Mediaba un mes de abril lluvioso y acepte la invitación de Jesús ”Calambres” para acompañarle junto a Pepe “el Pelirrojo” a pescar un nuevo tramo del rio Tajo que yo no conocía.
Imposible negarme por varios motivos, el primero es que acompañar a uno de mis maestros de pesca siempre es un placer, además conocer a un nuevo mosquero avalado por Jesús es marchamo de buen mosquero y el tercero y no menos importante el conocer un nuevo tramo del rio Tajo que siempre es sinónimo de aventura.
El rio bajaba bastante alto sin llegar a impescable con aguas tomadas, tenía ese punto turbio azul blanquecino característico que posibilita que las truchas se ceben y nos dejen aproximarnos a ellas.
Unas aguas que continuamente “empujan” al pescador, que vuelve dificultoso y agotador el vadeo, ítem más si cabe pescando en las más de la ocasiones con el agua por la cintura.
Lo anterior propiciaba tener que saltarnos tramo de rio sin pescar, la merma de fuerzas de Jesús por una lesión de espalda y el no conocer el tramo el resto así lo aconsejaban, pues meterte en aguas furiosas y profundas sin ver donde pisas y sin conocerlas es una auténtica temeridad.
Llovía, llovía desde el mismo punto en que salimos de la cuidad, en el rio seguía lloviendo, a ratos intensamente y otros espaciadamente con lo que el chubasquero era imprescindible.
Combinamos dos técnicas de pesca, al acecho y a la espera. O lo que es lo mismo ir avanzando por el rio observando minuciosamente en busca de la delación de la trucha, bien por una cebada, bien por verla apostada, o esperar en un determinado lugar querencioso a descubrir la figura de la pintona.
En ambos casos con muy pocos resultados, pues ni se pusieron las truchas a las que acechar y además pescando a la espera los resultados también fueron infructuosos
.
Llevábamos un buen rato pescando con no demasiada fortuna, a decir verdad creo que yo había tenido una subida a mi mosca y no la había conseguido llevar a buen puerto. Pepe “El Pelirrojo” había conseguido una captura y Jesús “Calambres” también otra.
Habíamos llegado a un tramo de rio ancho, de aguas rizadas con profundidad y algún obstáculo en forma de piedras y ramas que no llegaban a aflorar a la superficie.
Jesús hacía de avanzada, tras el Pepe y yo bastante retrasado tratando de realizar fotografías y videos de mis compañeros en acción de pesca.
En un momento Jesús se para y observa detenidamente las aguas, cosa que hace que nosotros le imitemos
-Aquí tenemos varias truchas cebándose- comenta Pepe.
Jesús observaba las cebadas sin decidirse a lanzar a una u otra.
Yo sin verle la cara apreciaba que ocurría algo raro, algo que le impedía la decisión de lanzar a las cebadas.
Lanza sobre el punto donde observa la última cebada, pero su mosca cruza el tramo sin ser atacada.
Repite el lance tras una nueva cebada con los mismos resultados infructuosos y aun una tercera y cuarta vez.
Al pronto y sin hablar nos hizo gestos para que nos aproximáramos despacio al lugar donde se encontraba.
Nos indicó que miráramos el lugar donde ocurrían las cebas.
Tras un buen rato de observar me decidí a hablar.
-Se ceban regularmente en puntos diferentes-
Y al fin Jesús comento…
-No, Paco. Es una única trucha que se mueve en círculo y realiza tomadas en determinados lugares, observa con detenimiento-
Y fue así como comprobamos que las cebas eran de una única trucha que giraba sin estar quieta en un lugar y se cebaba en cuatro puntos, formando la figura de un “reloj” y tomando en las horas punta, cuartos y media.
Una trucha muy puñetera que durante un buen rato nos hizo pensar que al menos había tres o cuatro truchas tomando.
Sinceramente nunca había visto tal comportamiento en una trucha, era algo sistemático, giraba subiendo y bajando en un círculo de unos diez metros de diámetro tomando en cuatro puntos concretos.
Al fin Jesús se decidió a lanzar, no donde se cebó la trucha por última vez, sino al lugar donde pensaba se apostaría de nuevo, la vio cebarse al frente en el punto más alejado (a las doce en punto), espero varios segundos que parecieron eternos y tras esto lanzo sobre un punto a la derecha, lo que seria los “y cuarto”.
La trucha tomo franca la mosca seca ofrecida y el clavado de la misma no lo fue menos.
Jesús fue acercando la trucha a nuestra posición pese a la resistencia de la misma, la podíamos ver perfectamente cuando se acercaba a la superficie de las aguas, pasaba con creces los cuarenta centímetros, incluso puede que los cuarenta y cinco.
La trucha ya estaba a distancia de asirla y, fue en el momento en que Jesús con la zoca echo mano a la sacadera que portaba a la espalda cuando pego un brusco arreon, un tironeo girando la cabeza a un lado y a otro y con ello consiguió zafarse del anzuelo aprehensor y liberarse de ser enmallada.
-¡¡ Joder. Se escapó!!- Comento Pepe.
Todos nos quedamos inmóviles, fija la vista en el lugar último donde observamos la esquiva trucha.
Tras un rato empezaron los comentarios del lance sucedido.
De aquella trucha que se cebaba haciendo “el reloj” y sobre lo que no teníamos argumentos para razonar porqué tomaba de aquella manera.
La jornada de pesca prosiguió más o menos por los mismos derroteros, chaparrones de agua, mucho frio y más bien pocas capturas.
Testigo fui de como Jesús no clavo una nueva trucha, en esta ocasión una trucha de mayor porte y sobre lo que conseguí realizar un corto video.
Me marche rio arriba y en un momento que gire la cabeza buscando a mis compañeros vi como Pepe se afanaba en la tarea de meter en la sacadera una trucha.
Por mi parte me queda en el recuerdo de aquella jornada la observación de una trucha pegada a los juncos y de cómo lance mi mosca y conseguí que la trucha se separara de los juncos, persiguiera mi mosca más de dos metros aguas abajo y al fin despreciarla.
Pero los mayores recuerdos de la jornada quedaron en el comportamiento extraño de la trucha que tomaba haciendo el reloj, algo que nunca he vuelto a observar.
La emoción de descubrir la jugada particular que tiene una trucha de ésas, independientemente de si la clavas o no ya es experiencia suficiente para colmar de placer a mosquero avezado.
El encuentro con esa trucha caprichosa, aparte la compañía de dos mosqueros entrañables fue lo mejor de la jornada… que podría haber sido redonda si la otra trucha de Jesús, la del video no se hubiera soltado.
LasmoscasdePaco.
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