A pocas fechas de agotar el año se me ocurre repasar algunos de los montajes que he utilizado, evaluarlos y destacar un puñado de ellos que por diversos factores me han deparado muchas satisfacciones, en la mayoría de los casos avalados por un buen puñado de capturas.
A principios de temporada el “Pardón” fue el montaje sobresaliente, curiosamente retrotrayéndome a tiempos añejos fueron montajes con cuerpos en seda (cuerpo y brinca) los que mejores resultados me dieron, por encima de cuerpos en dubbing.
Los hackles mejor en PLA y ciervo que en pluma.
Abril fue su mes y ríos de montaña su mejor escenario, aguas rápidas donde las glotonas truchas tomaban hermosos Pardones montados en anzuelos del número diez.
Ya con un Abril avanzado y centrándome en jornadas de pesca en el rio Sorbe un patrón clásico hizo gala del porqué tiene un espacio principal en mi caja de moscas, dicho montaje no es otro sino “La Marroncita”.
Montada en varios estilos, todos me pescaron, pero fue el montaje tradicional de esta mosca el que mejores resultados me deparo, demostrando una vez más que los patrones de siempre son y serán efectivos ahora y en un futuro.
Hablando del rio Sorbe no puedo dejar de comentar una espléndida jornada, propiciada por una enorme caída de “aludas” de buen tamaño y en gran cantidad.
Estuve en el momento preciso y con la imitación idónea.
Fue una tarde escandalosa, las truchas cebándose sin miramientos a las hormigas aladas que caían a las aguas.
Ya en el mes de mayo tuve tres nuevas jornadas de las que dejan huella.
Tres jornadas de pesca en ríos de alta montaña y con eclosiones de hermosas Perlas.
Perlas que atravesaban las aguas rayando la superficie y truchas lanzándose furiosas a tan hermosas moscas
Tres jornadas de pesca utilizando el “Trotón” e imitaciones de grandes Perlas.
Hermosos montajes en anzuelos del 10 2X, muy difícil de explicar las sensaciones que provocan en un mosquero el ver como estos grandes montajes son atacados virulentamente por las truchas.
Tres jornadas de muchas capturas de truchas comunes autóctonas que me hicieron reencontrarme con un precioso rio
Y llego junio y con él la explosión de todos los ríos.
Fueron muchas las jornadas de pesca, muchas las truchas capturadas y muchas las placenteras sensaciones.
Hubo un rio que sobresalió por encima de los demás.
Un rio que asombro a mis compañeros y a mí mismo y donde pudimos disfrutar de la pesca con la imitación de dos moscas muy particulares,
Dánicas e Isoperlas.
Jornadas de pesca hasta el anochecer, pescando en estrechos y profundos canales de aguas y lanzando a cebada vista.
Fueron jornadas de encuentros con antiguos compañeros y con más de un lector del blog.
Algunos de los lances vividos son de los que dejan huella para toda la vida
Hablar de mis jornadas de pesca en el mes de julio es hablar de pescar el rio Gallo y acudir a pescar al rio Gallo es lo mismo que pescar bajo fuertes tormentas de agua, viento y aparato eléctrico.
Empero también es encontrarse ante buenas eclosiones de una mosca muy particular,
Las Ephemerelas (Tornellas, Serratellas… incluso Ignitas que diría un osado).
Sin ninguna duda estas pequeñas moscas son las que mayor diversidad de montajes ocupan en mis cajas de moscas, todo tipo de patrones de montajes y todo tipo de tonos y colores.
De ellas hay dos a reseñar por los buenos resultados
Una pequeña emergente que suele levantar truchas donde otros montajes fracasan, tan solo comentar que yo la llamo “La Gallita”.
Un patrón no hackle que suelo utilizar a últimas horas haya o no sereno.
A propósito de esto, alguien que sabe mucho de pescar a mosca dice que la luna llena de julio provoca los mejores serenos de todo el año.
Sea o no cierto yo todos los años procuro pescar en dichas fechas éste maravilloso rio.
Agosto en estas latitudes no es buen mes para la pesca.
Es más, si no fuera porque el rio nos llama a gritos y porque literalmente estamos envenenados con la pesca a mosca, más valdría quedarnos en casa.
Ya con la veda general cerrada las zonas de pesca se concretan, buscamos ríos principales donde el estío no deje el caudal en un mísero hilillo.
Y esto pasa por pescar el rio padre, el rio Tajo.
Las jornadas tornan aventuras, largos ratos de espera amenizados con charlas de tus compañeros en espera de la mínima señal que nos indique la posición de una pintona
Dos montajes muy particulares para esos momentos exasperantes.
Sin embargo brilla con luz propia una mosca muy puntual, el “mana” que ya en plena noche eclosiona y troca lo que fue un rio muerto en un rio activo de cebadas y de truchas en pos del albo insecto
Mosca que puede tornar un día penoso en una jornada épica.
Donde poder llevarnos a las manos una hermosa “loba del rio” por las que algunos tanto suspiramos.
No es ni fácil ni sencillo, empero los grandes maestros mosqueros, adictos a éste rio no faltan a la cita.
Ya pasado el ecuador de septiembre, tras las primeras tormentas que propicien bajadas de temperaturas los ríos vuelven a resurgir y posar moscas suele ser labor menos agobiante y más satisfactoria
Los ríos con aguas frescas y caudales mermados propician nuevas eclosiones de insectos que favorecen la pesca a mosca
Dípteros y pequeños Bétidos que trataremos de asemejar con nuestros montajes y que provoquen buen número de capturas
Emergentes y Criples fueron montajes que me funcionaron muy bien y con los que conseguí un buen número de capturas
Tramos de ríos en muchos casos tapizados de un gran manto de ovas aflorantes que vuelven la pesca muy técnica
Al fin dos semanas de octubre donde el rio padre es protagonista en exclusiva.
Jornadas muy particulares donde se funde el presente con el pasado y donde a la par que disfrutamos de la compañía de buenos amigos mosqueros, evocamos aquellos que lo fueron y con los que ya no compartimos varadas, algunos eligieron otros compañeros, otros marcharon a pescar nuevos ríos allende los mares y, algún que otro, pesca a mosca ese maravilloso rio que en el cielo y paraíso se encuentra…
Dos montajes con los que conseguí buenas capturas en escenarios difíciles, abundando pues en sus buenas cualidades.
Así hemos dado un pequeño repaso a la temporada pasada y a unos montajes muy determinados que me funcionaron estupendamente.
Cierto que hubo otros, muchísimos como es de esperar en un mosquero que porta un buen número de cajas en su chaleco.
Mas no es cuestión de exponerlos todos, sino más bien aquellos que sobresalieron y dejaron recuerdo en la memoria de este mosquero
Moscas que me premiaron con un buen número de capturas, un buen número de lances, de anécdotas y recuerdos, algunos de los cuales os hice participe en su momento.
Añadir que muchos de estos montajes fueron probados por amigos y compañeros con los que comparto jornadas y con los que ellos también obtuvieron buenos resultados
Para terminar y siendo ésta la última entrada del año toda ella llena de recuerdos de ríos, de moscas, de montajes y de compañeros mosqueros, permitidme una licencia…
-Siendo yo el pescador que era, supe que tenía la mosca ideal para la ocasión… Llevaba una caja llena de moscas, las “normales”, y también lo que algunos pescadores llaman las “especiales”, moscas que imitan un insecto muy concreto, como hormigas voladoras, efímeras, moscardones, moscas de las piedras… y abejas-
Norman MacLean
El rio de la vida
Espero que al igual que yo, esta temporada 2013 os haya sido plena de gratos recuerdos mosqueros.
LasmoscasdePaco.
De Ríos y de Truchas. Y de Pesca a Mosca. Y de amigos mosqueros.
Aquí se plasmarán todas esas ideas, sensaciones y vivencias de un pescador a mosca y de su grupo de compañeros.
Su finalidad es tratar de inculcar que la pesca a mosca puede llegar a ser una forma de vida.
Páginas
Competición NO..... Gracias.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
EL VADO DE LA RISA….
Muchos de nosotros terminamos poniendo nombres a determinados enclaves de los ríos que frecuentamos, nombres por lo general que asociamos a alguna anécdota que hemos sufrido en dicho lugar.
Normalmente lo determinamos por alguna captura conseguida, por la observación de algún animal, planta o conformación geológica, etc.
El lugar protagonista es un vado del rio, vado obligado si no queremos trasegar monte arriba por una trocha dura e infernal hace años y en el presente desaparecida a tramos.
Con aguas moderadas es duro cruzar por dicho vado, pues el fondo son pulidas losas de pizarras resbalosas y enormes bolos de piedra pulida que obligan a utilizar el bastón de vadeo y asegurar muy mucho los pasos si no queremos ser protagonistas de un resbalón con remojadura incluida.
Con aguas recias la cosa se complica muchísimo más si cabe, tienes que hacer acopio de toda tu osadía para poder vadear e, incluso con todo y con ello a veces el vadeo resulta imposible.
Comencé a llamarle “El vado de la risa” porque cuando acudo con algún compañero, el verle vadear dicho tramo, con resbalones, brazoteos, aspavientos, chapuzones, si la cosa no es seria y no pasa de remojadura, provoca carcajadas y risas espontaneas.
Incluso cuando uno en propia persona cruza las aguas por dicholugar no deja de sonreír o reírse a las claras en los variados momentos de apuros que se sufre.
El tener una pierna asegurada, tratar de avanzar con la contraria e ir resbalándote por la lisa pizarra sin poder evitarlo, quedando totalmente despatarrado y con las aguas por encima de la rodilla provoca hilaridad a la par que susto.
La cosa torna igualmente humorística cuando la corriente es fuerte y hay que vadear con el compañero de la mano.
Cuando tú has avanzado a posición segura y ofreces la mano a tu compañero que tiene que solventar el paso peligroso, no puedes sino a la par de ofrecer la mano echarte una risa.
-Hala, majete, ven para acá-
El momento culmen es cuando tu compañero ya ha vadeado y está pescando en la orilla contraria.
Tú afrontas las corrientes del vado y notas como tus pies se deslizan por la pizarra, no consigues sujeción alguna y al fin la fuerza de la corriente te obliga a realizar un giro y ponerte de culo a la corriente.
Es lo peor. Definitivamente ya no hay solución, terminas cayéndote a las aguas.
Tu compañero que ha escuchado el estruendo y chapoteo gira la cabeza y te ve en medio de la corriente metido en las aguas hasta las orejas con cara de apuro.
Al final consigues salir del trance, llegar a la orilla y tratar de poner alguna excusa que, como no puede ser de otra manera, provoca carcajadas e hilaridad en tu compañero.
A todos nos ha ocurrido.
Pues precisamente por esto le pusimos a éste enclave “El Vado de la Risa”.
LasmoscasdePaco.
Normalmente lo determinamos por alguna captura conseguida, por la observación de algún animal, planta o conformación geológica, etc.
El lugar protagonista es un vado del rio, vado obligado si no queremos trasegar monte arriba por una trocha dura e infernal hace años y en el presente desaparecida a tramos.
Con aguas moderadas es duro cruzar por dicho vado, pues el fondo son pulidas losas de pizarras resbalosas y enormes bolos de piedra pulida que obligan a utilizar el bastón de vadeo y asegurar muy mucho los pasos si no queremos ser protagonistas de un resbalón con remojadura incluida.
Con aguas recias la cosa se complica muchísimo más si cabe, tienes que hacer acopio de toda tu osadía para poder vadear e, incluso con todo y con ello a veces el vadeo resulta imposible.
Comencé a llamarle “El vado de la risa” porque cuando acudo con algún compañero, el verle vadear dicho tramo, con resbalones, brazoteos, aspavientos, chapuzones, si la cosa no es seria y no pasa de remojadura, provoca carcajadas y risas espontaneas.
Incluso cuando uno en propia persona cruza las aguas por dicholugar no deja de sonreír o reírse a las claras en los variados momentos de apuros que se sufre.
El tener una pierna asegurada, tratar de avanzar con la contraria e ir resbalándote por la lisa pizarra sin poder evitarlo, quedando totalmente despatarrado y con las aguas por encima de la rodilla provoca hilaridad a la par que susto.
La cosa torna igualmente humorística cuando la corriente es fuerte y hay que vadear con el compañero de la mano.
Cuando tú has avanzado a posición segura y ofreces la mano a tu compañero que tiene que solventar el paso peligroso, no puedes sino a la par de ofrecer la mano echarte una risa.
-Hala, majete, ven para acá-
El momento culmen es cuando tu compañero ya ha vadeado y está pescando en la orilla contraria.
Tú afrontas las corrientes del vado y notas como tus pies se deslizan por la pizarra, no consigues sujeción alguna y al fin la fuerza de la corriente te obliga a realizar un giro y ponerte de culo a la corriente.
Es lo peor. Definitivamente ya no hay solución, terminas cayéndote a las aguas.
Tu compañero que ha escuchado el estruendo y chapoteo gira la cabeza y te ve en medio de la corriente metido en las aguas hasta las orejas con cara de apuro.
Al final consigues salir del trance, llegar a la orilla y tratar de poner alguna excusa que, como no puede ser de otra manera, provoca carcajadas e hilaridad en tu compañero.
A todos nos ha ocurrido.
Pues precisamente por esto le pusimos a éste enclave “El Vado de la Risa”.
LasmoscasdePaco.
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